06 Sep Once hábitos saludables para prevenir la demencia.
La prevención es útil en todas las fases de la enfermedad.
La Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) ha querido lanzar un mensaje recordando la importancia de llevar un estilo de vida saludable a lo largo de toda la vida con el fin de reducir el riesgo de padecer demencia, y controlar los factores de riesgo como prevención.
«Aunque algunos de los factores de riesgo, como la genética o la edad, están fuera de nuestro control, la prevención es útil en todas las fases de la enfermedad, por ello, es necesario poner en valor que llevar una dieta saludable, realizar ejercicio y actividad mental son factores que permiten mejorar la función cerebral y frenar el deterioro cognitivo», destacan desde CEAFA.
Así, desde CEAFA proponen un total de once hábitos saludables para prevenir las demencias. En primer lugar, llevar un estilo de vida saludable basado en una dieta rica en vegetales, frutas y cereales integrales, que aportará la cantidad necesaria de antioxidantes para contrarrestar el efecto que los radicales libres tienen sobre las neuronas y el proceso general de envejecimiento.
Asimismo, los ácidos grasos Omega-3, presentes en diferentes tipos de pescado, cumplen con una función protectora frente a la demencia. Además, es importante recordar la importancia de estar hidratado, ya que el agua es «el vehículo» para la mayoría de las funciones vitales, tal y como recuerdan.
También es preciso realizar actividad física, ya que ayuda a mejorar la función cognitiva. Caminar una media hora diaria a paso rápido es suficiente para cumplir este objetivo, aun cuando se empiece a hacer a edades avanzadas. El ejercicio también ayuda a combatir el estrés.
Dormir es igualmente importante. El descanso es una parte fundamental del sistema neurológico, y el sueño es necesario para que el sistema nervioso funcione de forma apropiada, ya que favorece las conexiones neuronales.
También se recomienda la actividad intelectual, pues aumenta la conectividad cerebral. De este modo, es importante estimular el cerebro a través de diferentes métodos como la lectura, la resolución de pasatiempos, hacer puzles, los juegos de mesa, escuchar música o cualquier otro ejercicio mental que ayude a aumentar las conexiones neuronales y fortalecer las neuronas, lo que mejora la función cognitiva y frena su posible deterioro con el paso de los años.
Por otro lado, desde CEAFA alertan de que el tabaquismo es uno de los factores que incrementa notablemente la posibilidad de sufrir deterioro cognitivo. Además, la exposición regular al humo de personas fumadoras también aumenta el riesgo de enfermedad del corazón. Del mismo modo, es recomendable evitar el consumo de alcohol.
Para el mantenimiento de las funciones cerebrales, es importante tener una importante actividad social, pues se ha demostrado que las personas mayores que más socializan tienen un menor deterioro cognitivo y, por tanto, un menor riesgo de sufrir demencia.
Asimismo, advierten de los riesgos de automedicarse, ya que supone peligros para la salud que en la mayoría de los casos son desconocidos.
También es importante mantener una buena salud mental a través de las relaciones con el entorno, la percepción de la valía personal y la capacidad de autocuidado.
Así las cosas, la salud bucodental también es un punto a tener en cuenta, ya que las afecciones orales pueden desencadenar la aparición del Alzheimer. En relación a ello, los chequeos médicos para personas con demencia es una medida preventiva para encontrar problemas de salud antes de que se desarrollen.