29 Jul Navegar en el mar que no se ve
NAÚTICA / Windsurf para ciegos
* Xavier Mandicó es ciego desde hace dos décadas y windsurfista desde hace 4 años
* Él ha creado un método que acerca los deportes náuticos a los invidentes
Lola Sampedro | Palma
Si en su orilla cierras los ojos, seguirás viendo el mar. La brisa, el salitre y la fuerza del Mediterráneo va más allá del sentido de la vista. Está ahí, se mira aunque no se vea. Y así hasta se navega. Lo hace Xavier Mandicó sobre su tabla de windsurf desde hace más de cuatro años. Él, que hace dos décadas que es ciego.
«Me quedo entusiasmado mirando lo que no veo», dice Mandicó, fisioterapeuta de profesión que ha ideado un método para la práctica adaptada del windsurf y otros deportes náuticos entre los invidentes. La clave de su programa VADID (Vela Adaptada a Discapacitados Visuales), dice, es que se «cambia la actitud de las personas, se modifican sus patrones y se mejora su vida cotidiana». Un método que acerca a los ciegos al mar.
Con la ayuda de un monitor y de mecanismos de radiofrecuencia, el mar no tiene barreras. «En él me siento libre, autónomo e independiente», dice Mandicó, que este fin de semana ha viajado hasta Mallorca para demostrar en persona cómo poner en práctica su método sobre una tabla de windsurf. La exhibición (y su conferencia en la sede de la ONCE en Palma) ha tenido lugar en la Bahía de Alcúdia, en la sede de la empresa del sector Water Sports Mallorca, que pretende incorporar entre sus servicios los deportes adaptados.
«Impartimos clases en seis lenguas, era el único idioma que nos faltaba», dice el empresario Marc Álvarez mientras explica que quería ponerse «un reto y ayudar a otras personas a conseguir los suyos propios».
Álvarez también se ha vendado los ojos durante la exhibición de Mandicó en Alcúdia, para «experimentar el cambio de sensaciones y perspectiva». Él, que lleva 24 años impartiendo clases de vela, se emociona con este «nuevo lenguaje» que hoy ha aprendido.
Mandicó habla de la Bahía de Alcúdia como de un «lugar cuatro estrellas Michelin para los discapacitados visuales, por espacio físico, por el viento y por la seguridad». Él, ese mar que «mira sin ver» y ese deporte náutico que visualiza como «una terapia de rehabilitación psicológica y psicomotriz».
Con su sistema de radiofrecuencia y en ocasiones tan solo con un GPS, Mandicó goza «de total libertad» a bordo de su tabla. A veces hasta la comparte con su perro guia americano, llamado MAKA, que significa ojos en hawaiano. Su ayudante fiel que le sigue siempre, tanto en tierra firme como en el mar.
Desde la Estación Náutica de Alcúdia- Mallorca, organización a la que pertenece la empresa a quien corresponde la iniciativa, opinan que la iniciativa «es un ejemplo de superespecialización de destino y que la Bahía de Alcúdia es un espacio turístico exponente en la integración de servicios adaptados de tipo Turístico Náutico».
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/07/10/baleares/1310316333.html