31 Ene Navarra y Euskadi, “en la misma onda” para resolver el conflicto sanitario
La reunión entre responsables autonómicos y el Ministerio de Sanidad sigue sin tener fecha
Ania Elorza. Vitoria-Gasteiz
Los máximos responsables de la sanidad vasca estrechan lazos con las comunidades vecinas para tratar el problema de la atención a los pacientes de municipios limítrofes. Ayer, el consejero vasco de Sanidad, Rafael Bengoa, y su homóloga navarra, Marta Vera, escenificaron públicamente tras una reunión en Vitoria su sintonía en este ámbito y su coincidencia en las fórmulas para solucionar el conflicto sanitario —que afecta directamente a ambas por el veto de La Rioja—.
Aunque Bengoa negó que su intención sea reunirse con las comunidades vecinas para arrinconar a La Rioja, ninguno ocultó que está llevando a cabo estos encuentros. Euskadi lo hizo el lunes con Castilla y León —tiene “el mismo criterio que Euskadi”, aseguró el consejero vasco— y la próxima semana lo hará con Cantabria. Navarra también ha contactado con Aragón. La conclusión parece clara: “estamos hablando en la misma onda”, reseñaron ambos consejeros ayer por la tarde, aunque Bengoa resaltó que “solo hay uno que no lo está”, en referencia al Gobierno de La Rioja. “No hace falta hacer causa común, está ahí”, insistió el consejero sobre el resto de comunidades, todas ellas del PP y UPN, excepto Euskadi.
Esta sintonía se basa en dos ideas: el mantenimiento de la atención de los pacientes limítrofes como estaba antes del conflicto y la búsqueda de una solución a nivel nacional —aún no hay fecha para el consejo interterritorial que reúne al ministerio y a las autonomías, pero Bengoa confía en que sea antes de finales de febrero—, tratando de evitar acuerdos entre comunidades. “Sería mejor no estar firmando convenios bilaterales”, dijo Vera.
A ambos consejeros les une una situación, el veto a la atención especializada de sus pacientes en Logroño, una decisión que La Rioja llevó a cabo sin informar a las consejerías de Navarra y Euskadi. También les une la solución temporal, un acuerdo transitorio que ambos han firmado para que La Rioja vuelva a atender a sus enfermos mientras negocian. En ambos casos caduca el 29 de febrero. La fecha es prorrogable y Bengoa se mostró “optimista” para solucionar el problema, pero las aspiraciones, al menos en las declaraciones públicas, distan de un entendimiento. El principal obstáculo es el cálculo del flujo de pacientes entre comunidades y de su coste. La Rioja asegura que existe un desequilibrio y que asume más de lo que Osakidetza atiende a los riojanos, por lo que exige dinero y soluciones locales. Euskadi lo rechaza, a menos que sea un fondo nacional el que lo canalice.
El conflicto ha impulsado un estudio no solo entre las comunidades implicadas, sino entre todas las de la zona para conocer el flujo de pacientes y su coste. Bengoa eludió responder a si existe un desequilibrio entre Euskadi y Navarra. Ambos pasaron de puntillas sobre la denuncia de varios pueblos navarros que denunciaron que se les rechazaba en Euskadi. Estos casos, cinco según Vera, son “puntuales” y ajenos a sus instrucciones.
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