Mujeres y niñas con discapacidad denuncian «el silencio cómplice ante la violencia» y exigen «verdad, justicia y reparación».

Mujeres y niñas con discapacidad denuncian «el silencio cómplice ante la violencia» y exigen «verdad, justicia y reparación».

El Manifiesto de las Mujeres y Niñas con Discapacidad por el 25N exige «enjuiciamiento efectivo y reparación para las víctimas».

2025. DiscaMedia

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Lo hicieron en el VIII Foro Social de Mujeres con Discapacidad inaugurado este lunesa, incidir en que «esta realidad exige detección inmediata, investigación rigurosa, fin del encubrimiento institucional, acceso real a la justicia, canales de denuncia accesibles y la ruptura definitiva del silencio», informó la Fundación Cermi Mujeres.

Organizado por la Fundación Cermi Mujeres en colaboración con el Comité de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) de la Comunidad Valenciana, se inauguró en Valencia el VIII Foro Social de Mujeres con Discapacidad, que hasta el próximo miércoles «reúne a activistas, organizaciones y referentes institucionales comprometidos con la defensa de los derechos de las mujeres y niñas con discapacidad».

La presidenta de la Comisión de la Mujer de Cermi Comunidad Valenciana, Amalia Diéguez, dio la bienvenida a las más de 230 mujeres participantes, procedentes de diez ‘cermis’ autonómicos: Canarias, Galicia, Navarra, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, Región de Murcia, Comunidad Valenciana y Andalucía. «Este foro es un espacio seguro y transformador gracias a la fuerza colectiva de todas las mujeres que hoy estáis aquí», afirmó.

El presidente de Cermi Comunidad Valenciana, Luis Vañó, abrió las intervenciones con un mensaje: «La verdadera luz de Valencia no entra hoy por estas ventanas, está sentada en estas sillas, es la luz que denuncia la injusticia y alumbra el futuro». Añadió que no veía «asistentes a un congreso, sino a las legítimas embajadoras de la discapacidad en toda España, una auténtica legión de dignidad», y reclamó un cambio de paradigma: «Basta de heroicidades forzosas, no queremos medallas por sobrevivir a un entorno hostil, queremos un entorno que nos invite a vivir. Reivindicamos el derecho a la normalidad, el derecho a ser ciudadanas sin necesidad de ser espartanas».

La vicepresidenta ejecutiva de la Fundación Cermi Mujeres, Ana Peláez, puso el foco en las cifras y en la urgencia de actuar: «Una de cada cinco mujeres vive con una discapacidad, algunas se ven y otras no, pero todas somos mujeres con derechos». Subrayó además que «el silencio te hace cómplice, si sabes que una mujer o una niña con discapacidad sufre violencia y no lo denuncias, formas parte del problema». Peláez alertó de que la violencia en entornos cerrados «muchas veces se esconde tras el buen nombre de la institución» y dedicó el Foro a la memoria de Teresa Navarro Ferreros, a título póstumo.

La primera teniente de alcalde y concejala de Hacienda y Presupuestos del Ayuntamiento de Valencia, María José Ferrer San Segundo, manifestó: «Veo a 250 mujeres con luz, calor y energía para irrumpir de una vez en nuestra sociedad». Concluyó con un mensaje firme: «La inclusión no es un gesto, es una obligación moral y legal. Vosotras sois el motor, el liderazgo y la luz».

Por su parte, la secretaria autonómica de Igualdad y Diversidad, Asunción Quinzá Alegre, reafirmó el compromiso del Gobierno valenciano: «La igualdad no se declama, se construye, y se construye con hechos, recursos y trabajo constante”. Enfatizó que garantizar la seguridad de las mujeres y niñas con discapacidad «es una prioridad en la antesala del 25N» y recordó que ante cualquier situación de violencia «el silencio te hace cómplice».

VIOLENCIA ESTRUCTURAL Y FALTA DE ACCESIBILIDAD

La defensora de las Personas con Discapacidad de València, Gemma Mas Marina, vinculó «la violencia estructural y las desigualdades con la falta de accesibilidad en las emergencias climáticas». Mas relató cómo la dana demostró que «las catástrofes no crean desigualdades, solo las sacan a la luz», y denunció que los planes de evacuación y refugio estaban diseñados «por gente normativa sin discapacidad para gente normativa sin discapacidad».

Recordó evacuaciones con autobuses sin rampas, instrucciones inapropiadas y refugios no adaptados, situaciones que «incluso aumentaron el riesgo de violencia de género». Su experiencia personal tras la catástrofe, según explicó, evidenció «la necesidad de transformar de raíz los protocolos públicos».

Mas también destacó el valor del Plan Inclusivo de Emergencias impulsado por el Cermi, una herramienta pionera «que incorpora de forma explícita la perspectiva de género y discapacidad». «Las emergencias deben nacer desde el punto de vista de las personas con discapacidad, especialmente de las mujeres, que conocen mejor que nadie las rutas seguras y las barreras reales», afirmó.

LECTURA PÚBLICA DEL MANIFIESTO 25N

La lectura del ‘Manifiesto de las Mujeres y Niñas con Discapacidad’ estuvo conducida por la patrona de la Fundación Cermi Mujeres Blanca San Segundo Madoz. Participaron en ella Vanesa Peiró, de Fesorc CV; Khady Samb Sow, de la ONCE; Sabrina Balen Carreño, de Impulsa Igualdad CV; Mari Carmen Barceiro Ruiz, de Aapaym; Yaiza María Coronel Fuentes, de Fevadace; y Leandra Mauro Vicente, de Plena inclusión Comunidad Valenciana, quienes pusieron voz a las denuncias y exigencias del movimiento.

El manifiesto denuncia que «las mujeres y niñas con discapacidad sufren violencias graves y sistemáticas en entornos cerrados y segregados, invisibilizadas por el silencio institucional y la falta de supervisión». Tal como recordó Ana Peláez, en muchos de esos espacios «nadie entra y nadie sabe lo que ocurre». El texto exige detección inmediata, investigación rigurosa, enjuiciamiento efectivo y reparación para las víctimas. También reclama supervisión independiente, canales accesibles de denuncia, la prohibición de mediaciones encubiertas y la garantía de que ninguna mujer sea desacreditada por su discapacidad. «El mensaje es claro y contundente: romper el silencio es una obligación ética y democrática», concluyó la fundación.

Como cierre de la primera jornada, las participantes visitaron el CaixaForum València en una actividad cultural guiada antes de la velada de bienvenida. La jornada del 25N culminará mañana martes con la participación de las 230 mujeres en la manifestación de Porta de la Mar para reivindicar el fin de todas las violencias machistas.