27 Ene Monólogos de humor sin barreras.
‘El clubv de los tarados’, el primer espectáculo de ‘stand up’ de España adaptado a personas con discapacidad sensorial.
Marta Villena – Madrid
“Quedan cinco minutos para que comience la función”, anuncia una voz en el Pequeño Teatro Gran Vía (Gran Vía, 66). La misma indicación puede leerse en una pantalla sobre el escenario. A continuación, otro mensaje: “Este espectáculo está adaptado a todos los públicos a través de un servicio de sobretítulos y de audiodescripción. Para acceder a este último, debe descargarse en su teléfono móvil la aplicación Zello y conectarse al canal ‘El cluvb de los tarados’. Si tiene cualquier problema o desea solicitar auriculares, levante la mano y uno de nuestros técnicos se acercará a ayudarle”. Ahora sí, todos los asistentes están listos para que empiece El cluvb de los tarados, el primer espectáculo de monólogos en España adaptado a personas con discapacidad visual y auditiva, que también garantiza el acceso a personas con movilidad reducida.
Esta iniciativa tiene apenas un año de vida y en la capital arrancó el pasado mes de octubre. Esto quiere decir que hasta entonces las personas ciegas o sordas no habían podido disfrutar —con independencia— de un monólogo de comedia en directo. Eso le ocurría a Mónica Rodríguez, una persona con discapacidad auditiva que cuenta con un implante coclear (un dispositivo que le ayuda a escuchar, pero no le garantiza la comprensión). “No estaba segura de si iba a enterarse bien de los monólogos, pero sí que lo entendió todo gracias a los subtítulos y salió encantada”, cuenta su padre, Alberto Rodríguez, que también se alegra de “poder compartir por fin un plan de ocio así» con su hija.
“En España, había adaptaciones para otro tipo de espectáculos, pero no para esto de la stand up comedy”, dice la traductora e intérprete Eva Fiel-León, a la que se le ocurrió esta idea para su proyecto de fin de carrera. El destino quiso que la joven de 22 años conociese a las actrices y humoristas Nerea Garmendia y Bianca Kovacs, que quedaron fascinadas con este proyecto.
Así surgió El cluvb de los tarados —protagonizado por Garmendia, Kovacs y Pedro Llamas— que, además de facilitar el acceso a todas las personas, trata de romper “esas barreras que solo están en nuestras cabezas”. “Con la puesta en escena y el contenido de los monólogos tratamos de mostrar que cada uno tenemos nuestras taras por muy normales que nos creamos”, explica Garmendia, “un espectáculo diferente donde todos somos diferentes”.
Durante la función, una pantalla instalada sobre las cabezas de los humoristas subtitula sus monólogos. Un trabajo que realiza la propia Fiel-León. “De momento, estamos utilizando sobretítulos grabados porque hacerlo en directo es más caro”, explica. “Preparamos el texto y lo adecuamos a los ritmos de cada uno para que cuando empiece la función solo se tenga que proyectar”, añade la interprete. Aunque esto les obliga a ceñirse estrictamente al guion, los tres humoristas están de acuerdo en que merece la pena. “Si a veces no te está funcionando un chiste tiendes a improvisar, pero aquí no lo puedes hacer porque los sobretítulos ya están programados y no mostrarían esa nueva broma. No pasa nada, en este caso te adaptas tú a estas personas y no improvisas”, dice Llamas.
En cambio, la audiodescripción la realiza en directo la intérprete Encarnación Gálvez cuando hay una persona invidente entre el público y que previamente lo ha indicado al adquirir la entrada por internet. Así, puede escuchar el monólogo por un oído y por el otro —mediante el auricular— la descripción de los gestos de los monologuistas o cualquier situación improvisada que suceda sobre el escenario.
“Se supone que este tipo de espectáculos son para un público generalista, ¿las personas con estas discapacidades no lo son?”, se pregunta Kovacs. “Por supuesto que lo son, sus vidas son como las de todo el mundo y por eso también se pueden sentir identificados con nuestras bromas”, añade. Fiel-León lamenta que “no haya todavía mucha voluntad por parte de productores, actores y los propios teatros en cuestiones de adaptación y accesibilidad, también para personas con movilidad reducida”
Javier Font, presidente de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (FAMMA- Cocemfe Madrid), denuncia “la exclusión cultural que sufren estas personas”. “Las barreras las generan las personas, no se crean solas. Existe un marco legal que obliga a garantizar su acceso a cualquier espacio, incluso una convención internacional; pero seguimos viendo cómo se sigue incumpliendo sistemáticamente por parte de las administraciones. Por supuesto, esto es aún peor en el ámbito privado”, apunta Font.
El cluvb de los tarados quiere servir de ejemplo y demostrar que la adaptación no tiene que porqué ser costosa. “Crear un espectáculo adaptado desde el principio no es mucho más caro de lo que sería crearlo sin adaptación. El encarecimiento se produce después o incluso a la hora de crear pases sueltos adaptados. Esto se debería tener en cuenta”, concluye Fiel-León.
https://elpais.com/ccaa/2020/01/07/madrid/1578401928_868051.html