Más de 47.000 personas han muerto en lo que va de año esperando ayudas de la dependencia.

Más de 47.000 personas han muerto en lo que va de año esperando ayudas de la dependencia.

15.000 plazas que quedan vacantes en las residencias debido a fallecimientos están sin cubrir.

Cecilia Jan

En este 2020, la pandemia no solo se ha cebado con los mayores y dependientes que vivían en residencias, sino también con los que esperaban plaza o algún otro tipo de servicio o prestación: 47.201 personas han muerto esperando alguna de las ayudas del sistema de la dependencia, según datos oficiales del Ministerio de Derechos Sociales hasta el 31 de octubre. Esto supone casi 160 personas al día, un ritmo que casi duplica el de un año normal debido a que los integrantes de estas listas de espera son precisamente los más vulnerables ante la covid, mayores de 80 años y grandes dependientes. “Las listas de espera bajan no por ser atendidas, sino porque engrosan las listas de los cementerios”, afirma con crudeza la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, especialista en el sector, que ha analizado los datos este lunes. La asociación critica que, pese a la lista de espera aún existente, en varias comunidades, como Madrid, La Rioja y Cataluña, no se cubren las plazas que los fallecimientos dejan vacantes en las residencias, por lo que hay 15.000 camas residenciales menos que a principios de año.

Del total de fallecidos en lista de espera, 29.453 tenían ya el derecho reconocido, aunque aún no recibían un servicio o prestación, y 17.748 estaban pendientes de valorar. Las comunidades donde más personas han muerto mientras esperaban a ser valorados o a recibir la prestación o servicio reconocidos son Cataluña (12.013 fallecidos), Andalucía (9.944), Madrid (4.736) y Comunidad Valenciana (4.510).

En total, entre enero y octubre han muerto 148.530 personas con solicitud abierta en el Sistema de Atención a la Dependencia, lo que incluye tanto a los que estaban en la lista de espera como a los que ya recibían alguna prestación económica o servicio, como una plaza en una residencia o centro de día o ayuda a domicilio. Según la asociación, se observa un exceso de mortalidad de 40.065 personas, un 36% más sobre la esperada. El 82% de los fallecidos tenía más de 80 años, y el 42% tenían dependencia en grado III, es decir, grandes dependientes, según el estudio de sobremortalidad en la dependencia que realiza el Ministerio de Derechos Sociales.

En la actualidad, hay 156.163 personas dependientes que reciben atención residencial. Entre enero y octubre, murieron 46.756 dependientes en estos centros, con un impacto muy elevado del exceso de mortalidad, que se calcula en 20.922 fallecimientos (comparando con las muertes en el mismo periodo del año anterior). La tasa de personas con dependencia muertas en estos centros fue de 199,4 por cada 1.000 residentes. Las mayores tasas se registraron en Madrid (293), Castilla-La Mancha (261) y Cataluña (237).

José Manuel Ramírez, presidente de la asociación incide en que en varias comunidades no se han cubierto las plazas que han quedado vacantes por estos fallecimientos, pese a haber lista de espera. “Hay 15.000 plazas menos ocupadas en residencias. Ni siquiera se mantiene la tasa de reposición”, subraya. Entre las comunidades que menos cubren estas camas, están Madrid, La Rioja y Cataluña, mientras que sí están cubriéndolas la Comunidad Valencia y Asturias.

Estas mismas autonomías son las que destacan, también en el número de beneficiarios de las ayudas a la dependencia en este periodo: la Comunidad de Madrid registra 9.808 beneficiarios menos que a principio de año (-6,8%), Cataluña, 6.297 menos (-3,8%) y La Rioja, 597 menos (-7,2%). Mientras que la Comunidad Valenciana tiene 11.029 nuevos beneficiarios respecto a principios de año (12,5% más) y el Principado de Asturias, 2.737 (un 13% más).

El impacto del coronavirus en el sistema de dependencia “ha sido catastrófico”, según la asociación, “retrocediendo en los indicadores importantes y generando mucho dolor, sufrimiento y muerte a miles de personas» dependientes y a sus familias. A 31 de octubre, las tasas de variación respecto a los datos de antes del estado de alarma son todas negativas: hay 34.607 personas con derecho a prestación pendientes de recibirla menos (-12,9%), 38.925 personas beneficiarias con derecho menos (-2,8%), 52.750 solicitudes menos (-2,8%), 41.952 resoluciones menos (-2,4%) y 4.318 personas beneficiarias con prestación menos (-0,4%).

Parte de estas reducciones se deben al fallecimiento de los solicitantes y beneficiarios, pero otra parte, explica Ramírez se explica por los retrasos que el confinamiento ha provocado en un sistema que ya por sí acumulaba una enorme lista de espera: si a principios de año era de 429.047 personas, en noviembre se ha reducido a 376.707. “La maquinaria de la dependencia se ha paralizado, no se mantiene la estructura que había”, asegura Ramírez, que pide que se simplifiquen y unifiquen los trámites y procedimientos para paliar la situación y dar respuestas inmediatas a esta crisis.

Ramírez también critica que, “en plena crisis social, con la gente más vulnerable muriendo, el Estado no haya aportado financiación para atender ese sufrimiento ni las nuevas necesidades. No ha puesto ni un euro nuevo». Su asociación considera “inexplicable que se abandone a las personas más vulnerables y no se incremente la financiación de la atención a la dependencia. Se está abandonando sin atenciones a las 376.707 personas dependientes que están a la espera de un procedimiento”, afirma. Y considera urgente que el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, convoque el Consejo Territorial para proponer un incremento inmediato de la financiación del sistema.

https://elpais.com/sociedad/2020-11-16/mas-de-47000-personas-han-muerto-en-lo-que-va-de-ano-esperando-ayudas-de-la-dependencia.html