23 Oct Mapa de las ciudades amigables con las personas mayores en España.
Poco más del 3% de las ciudades están adaptadas a las necesidades de los mayores.
2024. 65Ymás
María Bonillo
Las personas mayores de 65 años representan actualmente a cerca del 20% de la población, un porcentaje que se prevé que alcance un máximo del 30,5% para 2055, según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), que prevén que la esperanza de vida para este colectivo sea en 2073 de 22,7 años para los hombres (3,6 más que actualmente) y de 26,3 para las mujeres (3,3 años más), alcanzando los 86 y 90 años, respectivamente. Por su parte, la tasa de dependencia alcanzaría un máximo en 2052 en torno al 75%.
Teniendo estos datos en cuenta, es cada vez más evidente la importancia de adaptar los espacios, las políticas, los programas y los servicios que se ofrecen para satisfacer las necesidades de una población cada vez más envejecida.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) impulsa la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores, que tiene como objetivo contribuir a la creación de entornos físicos y sociales que promuevan un envejecimiento saludable, mejorando así la calidad de vida de las personas mayores y asegurando su participación en la sociedad.
Según el listado de municipios por CCAA y provincias en España del Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales), son ya 261 los municipios que forman parte de la Red de Ciudades y Comunidades Amigables, una cifra que sigue siendo baja si tenemos en cuenta que en España hay 8.132 municipios, según el INE. Esto significa que poco más del 3% de las ciudades en España están adaptadas a las necesidades de los mayores.
Desde 65YMÁS hemos recogido en un mapa todos estos municipios amigables con las personas mayores, que iremos actualizando conforme se incluyan nuevos.
Requisitos para ser una ciudad amigable con las personas mayores
El Imserso publicaba recientemente la guía Evaluar los procesos de amigabilidad. Guía de recomendaciones para la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores, con la que abordan cuestiones sobre la evaluación, por qué evaluar, qué evaluar, cómo evaluar, cuál es el proceso a seguir o quién debe estar implicado.
En esta guía destacan que las ciudades y comunidades amigables con las personas mayores «mejoran el acceso a servicios clave y permiten que las personas sean y hagan lo que valoran».
Y para convertirse en una es necesario atender 8 áreas de trabajo, las cuales se encuentran dentro de la metodología de participación propuesta por la OMS. Estas son: espacios al aire libre y edificios, transporte, vivienda, participación social, respeto e inclusión social, participación cívica y empleo, comunicación e información, y servicios sociales y de salud.
Pero convertirse en una ciudad amigable con las personas mayores es algo que se debe hacer de forma continuada, es decir, que cuando un ayuntamiento se adhiere a la Red «adquiere el compromiso de trabajar para lograrlo progresivamente, mejorando los entornos y promoviendo un envejecimiento saludable y óptimo de la población».
Una vez solicitada la adhesión, se pasarán cuatro fases a lo largo de un ciclo aproximado de 5 años, según indican. La primera fase consta de: la creación de mecanismos para que los mayores participen en el ciclo de la Red a través de los Grupos Focales; la realización de un diagnóstico inicial de «amigabilidad» y la adaptación de la localidad a los mayores; la elaboración de un Plan de Acción trienal para la ciudad, basado en el diagnóstico inicial y las propuestas realizadas por los mayores; y la identificación de indicadores para llevar a cabo el seguimiento y la evaluación de los progresos que se hagan durante la elaboración y ejecución del Plan de Acción.
Seguidamente, la segunda fase se centra en la implementación y seguimiento del Plan de Acción; la tercera fase, en la evaluación de los progresos; y la cuarta fase, en la mejora continua, es decir, según los resultados obtenidos en la fase anterior, los ayuntamientos podrán comenzar un nuevo ciclo de mejora continua, elaborando un Plan de Acción de hasta 5 años de duración.
Desde la web del Imserso destacan que «las ciudades podrán seguir perteneciendo a la Red mientras se comprometan a realizar nuevos ciclos de mejora continua siguiendo todas sus fases y siempre con la participación de las personas mayores«.