Los trastornos depresivos unipolares podrían convertirse en la primera causa de discapacidad en el mundo

Los trastornos depresivos unipolares podrían convertirse en la primera causa de discapacidad en el mundo

Europa Press (18/11/2010)

El 26 por ciento de las mujeres presentará un Episodio Depresivo Mayor a lo largo de su vida, frente al 12 por ciento de los hombres.

Además, según la Organización Mundial de la Salud en el año 2030 los trastornos depresivos unipolares podrían convertirse en la primera causa de discapacidad a nivel mundial.

Como ha explicado Rosa Catalán, profesora del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de la Universidad de Barcelona, en una rueda de prensa organizada por Lundbeck, «la combinación de factores neuroendocrinos y biológicos como el incremento en la reactividad al estrés y la fluctuación de hormonas a lo largo de la vida podría explicar estas diferencias de sexo».

Así, según Catalán «la pubertad, la aparición de la primera menstruación, el post-parto y la menopausia son momentos críticos en los que se aumenta la tasa de episodios depresivos y la posibilidad de reincidir para aquellas que ya los han sufrido».

Asimismo, «factores genéticos como la presencia de dos cromosomas X aumentan el riesgo de padecer la enfermedad», afirma Catalán.
A ellos también se suman «determinados acontecimientos traumáticos en la infancia y el rol social de la mujer».

A este respecto, la especialista destaca que «la mayor implicación de la mujer en las responsabilidades familiares hace que, en situacones de dificultad (pérdida de un ser querido, problemas económicos, etc), se incremente la posibilidad de sufrir un episodio depresivo»

Además, para Elena Villalba, médico de familia y miembro del grupo de Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), «la violencia de género es también un factor a tener en cuenta», ya que podría guardar cierta relación estadísti.

FALTA DE RECURSOS

A pesar de las cifras de prevalencia, Villalba llama la atención sobre la falta de inversión en este tipo de patologías. «Las tasas de depresión y ansiedad en la mujer son más altas que las de la hipercolesterolemia y la diabetes y casi tan altas como la hipertenión.

Sin embargo, se invierte menos dinero y esfuerzo en tratar a estos enfermos», advierte.

Esto, según ambas profesionales sanitarias, esta situación es preocupante, ya que «la depresión incrementa las tasas de aparición de otras patologías como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y algunos tipos de cáncer».

En concreto, «la posibilidad de reinfarto en caso de haber padecido un infarto de miocardio es mayor cuanto más grave es la depresión». Por lo que, en opinión de Catalán, «se debe incidir en la formación en depresión de todos los especialistas y profesionales sanitarios».

TRASTORNOS ASOCIADOS

Entre los trastornos asociados a la depresión destacan el trastorno de generalizada, que aparece en un 60 por ciento de los casos, y los trastornos de la conducta alimentaria, que están presentes en dos de cada cuatro pacientes con anorexia nerviosa.

El perfil de la mujer que padece depresión y ansiedad en un ambiente urbano se corresponde con el de una mujer de entre 40 y 60 años, ama de casa y trabajadora, con empleo de media o baja cualificación al que dedica un número excesivo de horas laborales o con horarios difíciles de compaginar con la vida familiar.

Otro tipo frecuente es el de la mujer inmigrante establecida en España desde hace años, con escasos recursos económicos y de la que depende su familia.

sid.usal.es/noticias/discapacidad/37678/1-1/los-trastornos-depresivos-unipolares-podrian-convertirse