12 Ago Los trastornos de conducta alimentaria afectan a 300.000 adolescentes en España.
En los últimos 4 años este tipo de trastorno se ha visto incrementado un 15% en menores de 12 años.
S.F
La llegada del verano suele ser un momento esperado para todos, pero para aquellas personas que sufren un Trastorno de la Conducta Alimentaria puede llegar a ser una época temida.
Anna Folch, psicóloga de Ita Argentona, explica que «en verano hay una mayor exposición del cuerpo a la vista de los demás y en una persona insatisfecha consigo misma, en mayor o menor medida esto causará temor. Los estereotipos sociales de tener que estar “a punto” para el verano, así como el inicio de muchas dietas cuando el verano se acerca no ayuda a las personas con un Trastorno de la Conducta Alimentaria, ya que contribuyen a que estén mucho más focalizadas en su cuerpo. Todo esto, acompañado de otros factores, pueden ser un motivo desencadenante en el inicio de este tipo de trastornos».
Fundación FITA señala que en verano las consultas de Trastorno de la Conducta Alimentaria aumentan un 25%. El INE matiza que un 3,54% de las mujeres de edad adulta tienen un peso insuficiente, porcentaje que se ve incrementado hasta el 14% en menores.
A pesar de que el peso es uno de los indicadores más fáciles de detectar, hay otras dificultades, que al ser menos «visibles» pueden pasar desapercibidas. Anna Folch señala que «la falta de estructura, horarios y actividades prestablecidas son a veces situaciones difíciles de manejar para las personas que sufren este trastorno. Tener la necesidad de estar continuamente realizando actividades útiles puede suponer un problema para las personas con un perfil perfeccionista y autoexigente en época estival».
El verano puede servir para poder detectar en casa que alguien cercano a nosotros está sufriendo un Trastorno de la Conducta Alimentaria. Cambios en la dieta, en su rutina de deporte, preocupación excesiva por su imagen, no querer hacer planes que impliquen ir a la playa o a la piscina, evitar comer en familiar; son algunos indicadores que pueden poner sobre la pista de la sdospecha.
No hay que olvidar que los Trastorno de la Conducta Alimentaria son enfermedades mentales graves que afectan a la salud física y psicológica del paciente que los sufre. Afectan a 400.000 personas de la población española; 300.000 de ellos son jóvenes adolescentes.
