Los riesgos del uso excesivo de pantallas en niños.

Los riesgos del uso excesivo de pantallas en niños.

Claves para prevenir la adicción a las pantallas.

ABC Familia

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El acceso de los niños pequeños a las nuevas tecnologías ha modificado considerablemente sus rutinas y la manera de emplear su tiempo de ocio e, incluso, la forma de relacionarse con las personas de su entorno. Es habitual que cada vez quieran pasar más horas delante de unas pantallas que les ofrecen juegos e imágenes de gran atractivo y diversión. Sin embargo, que utilicen estos dispositivos sin ningún filtro en su vida, perjudica su desarrollo, su salud y su creatividad. Por este motivo, desde Nanas & Co matizan cuáles son los riesgos de una utilización excesiva y, además, apuntan algunas recomendaciones. nanasandco.com

1. El desmesurado tiempo dedicado a las pantallas afecta al desarrollo psicológico y capacidad de aprendizaje de los menores y está directamente asociado a diversas enfermedades, como la obesidad infantil y la diabetes. Además, eleva el riesgo de padecer en la edad adulta enfermedades cardiovasculares, hipertensión e infartos, como consecuencia de la falta de ejercicio, y también, por la publicidad de alimentos a los que se ven expuestos.

2. A pesar de que pueda resultar muy tentador utilizarlas “para que nos dejen un rato tranquilos”, se recomienda que los bebés no interactúen con el móvil ni con ninguna otra pantalla al menos hasta los dos años. Y a partir de esa edad y hasta los cinco, cuanto menos mejor y nunca más de una hora al día.

3. Una mayor exposición a las pantallas en los niños está asociada a problemas de autocontrol, déficit de atención, problemas de ansiedad, mayores niveles de depresión infantil, insatisfacción con la imagen corporal y mayor fracaso escolar. Las pantallas compiten con la conversación y la lectura, lo que dificulta la adquisición del lenguaje y la comprensión de los textos.

4. Hay algunos videojuegos o apps que se han asociado a beneficios como el desarrollo del razonamiento visoespacial, la capacidad de resolución de problemas o la creatividad. Aunque, en general, la utilización poco racional de estos aparatos fomenta la pasividad en los niños y resta tiempo para interactuar con otras personas, y para el juego, esencial para el desarrollo de la inteligencia, el aprendizaje y las habilidades sociales.

5. El exceso de estimulación que el niño recibe a través de los programas contribuye a aumentar el nerviosismo y la necesidad de movimiento, aumentando la posibilidad de sufrir hiperactividad.

6. Está demostrado que pasar muchas horas delante de una pantalla provoca problemas de sueño, pesadillas y despertares nocturnos, especialmente cuando la televisión y las consolas están en la habitación de los menores.

7. Un uso no supervisado por el control parental puede exponer a los menores a contenidos no apropiados para su edad, que hagan un uso inapropiado de datos personales y confidenciales, así como suponer un factor de riesgo para el acoso cibernético.

Consejos para evitar la adicción a las pantallas:

—Administrar el tiempo.

—Fomentar las actividades al aire libre.

—Uso productivo de las pantallas. Crear vínculos para aprender cosas juntos, por ejemplo, buscar curiosidades de una ciudad que se va a visitar.

—Uso en sitios comunes del hogar, como en el salón y prohibido en los dormitorios.

—Controlar los contenidos que consumen.

—No usar las pantallas como respuesta a un comportamiento.

—Dar ejemplo con nuestra conducta. Si los adultos pasamos mucho tiempo con dispositivos móviles, nuestros hijos recurrirán a la imitación.



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