Los mejores y los peores países para envejecer

Los mejores y los peores países para envejecer

Noruega encabeza el ranking, España se sitúa en el puesto 21 y Afganistán cierra la lista

ABC Madrid

No es lo mismo envejecer en Noruega que en Afganistán, ni hacerlo en Alemania que en Malawi. En el Día Internacional de las Personas Mayores de Naciones Unidas, HelpAge International lanza el Índice Global del Envejecimiento 2014, un informe que califica a 96 países según el bienestar económico y social de las personas mayores. En la actualidad hay 868 millones de personas mayores de 60 años, lo que equivale al 12% de la población mundial, y se estima que para 2050 aumentará hasta los dos mil millones, un 21%. España se encuentra en el número 21 en el Índice, por debajo de países como Reino Unido, el 11, Francia, 16, o Alemania, 5, pero por delante de otros como Portugal, 37, Italia 39, o Bélgica, 27.

La población española mayor de 60 años representa hoy en día el 23,4% del total, algo que subirá hasta el 40,2% en 2050 para situar a España como la cuarta población más envejecida de los 96 países, por detrás de Japón, Corea del Sur y Portugal. «En España las personas mayores tienen una alta esperanza de vida, aunque aún queda mucho por hacer para que sea una vida segura, digna y saludable», explica Isabel Martínez Lozano, Presidenta de HelpAge International España. «Y mucho más teniendo en cuenta nuestros altísimos niveles de envejecimiento».
Resultados Internacionales

Noruega lidera el Índice este año, tras desbancar a Suecia que ocupa el segundo puesto. El top 10 lo ocupan países de Europa Occidental, América del Norte y Asia Austral, además de Japón. El peor país para envejecer es Afganistán, en el puesto 96, antecedido por Mozambique, Gaza y Cisjordania, y Malawi. El Índice muestra que 1 de cada 4 personas en países con ingresos medios y bajos viven sin una pensión y que las políticas públicas de apoyo a las personas mayores si bien existen en prácticamente todos los países, necesitan ser implementadas de una manera más sistemática y rápida.

El crecimiento económico por sí solo no mejorará el bienestar de las personas mayores, por lo que se necesitan políticas específicas sobre envejecimiento. Solo la mitad de la población mundial puede esperar recibir una pensión básica y aunque hay otras políticas que apoyan a las personas mayores su implementación es lenta y no siempre efectiva. «La velocidad a la que envejece la población mundial supone un reto para los responsables de las políticas públicas, que tienen ahora la oportunidad de cubrir las necesidades de sus ciudadanos y mantener sus economías», reconoce Toby Porter, Director Ejecutivo de HelpAge International. Casi todos los países tienen algún tipo de pensión pero en las últimas dos décadas ha habido un gran incremento de las pensiones no contributivas o «pensiones sociales», financiadas a través de los impuestos.

En los países de ingresos bajos y medios en los que gran parte de la población trabaja en la economía informal, el aumento de las pensiones sociales supone un cambio muy importante en la política de pensiones. «A menudo los ingresos son demasiado bajos para poder ahorrar para la vejez, y por eso las pensiones sociales son muy necesarias», dice Porter.

Abordar la desigualdad

En la mayoría de los países de la Unión Europea, los sistemas de pensiones reducen más la desigualdad que el resto de medidas fiscales y de prestaciones sociales juntos. «Es fundamental que las nuevas metas para el desarrollo sostenible después de 2015 presten atención a las necesidades de las personas mayores», dice el profesor Richard Jolly, arquitecto del Índice de Desarrollo Humano del PNUD. La proporción de mayores de 80 años está creciendo más rápido, y se espera un aumento del 2% actual al 4% de la población mundial para el año 2050.

En la campaña Adultos Mayores Demandan Acción (ADA), en su séptimo año, los activistas en 60 países utilizarán el Índice para discutir temas relacionados con la edad y el tipo de mejoras. Harán un llamamiento para una convención de la ONU sobre los derechos de las personas mayores. «Han pasado 66 años desde la creación de la Declaración Universal», dijo Kenneth Hemley, activista ADA de Jamaica. «Tengo 74 años, así que sé de envejecimiento y he visto tanto la pobreza como la vejez. Los mayores no estamos dispuestos a esperar otros 66 años».

www.abc.es/sociedad/20141001/abci-indice-envejecimiento-paises-201409261312.html



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