02 Feb Los mayores que combinan varios hábitos saludables utilizan menos los servicios sanitarios
Se sabe que los hábitos saludables se asocian a disminuciones en el padecimiento de enfermedades y mortalidad.
REDACCIÓN
Las personas mayores de 60 años que combinan de cinco a seis hábitos saludables se asocia a una reducción a la mitad del riesgo de utilizar excesivamente algunos servicios sanitarios. Así lo aseguran médicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en un trabajo que se publica en el «American Journal of Preventive Medicine».
La población de edad avanzada ha ido creciendo en los últimos años y son los que más utilizan los servicios sanitarios. Se sabe que los hábitos saludables se asocian a disminuciones en el padecimiento de enfermedades y mortalidad, pero no se ha estudiado el impacto combinado de hábitos saludables en la utilización de los servicios sanitarios.
En un trabajo reciente, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), con ayuda del Fondo de Investigación Sanitaria del Instituto de Salud Carlos III y fondos europeos Feder/FSE, analizaron el efecto de la combinación de cinco a seis hábitos saludables en la utilización de varios servicios sanitarios en personas mayores en España.
«Realizar un trabajo como éste era potencialmente relevante a priori por varias razones. Primero: la adherencia a los hábitos saludables en las personas mayores es baja. Segundo: mejores estados de salud se han asociado a menores gastos sanitarios. Y tercero: intervenir sobre varios hábitos saludables podría ser más eficaz que sobre hábitos aislados», afirma José Ramón Banegas, director del trabajo e investigador del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la UAM.
Los resultados, publicados en el «American Journal of Preventive Medicine», mostraron por primera vez que la combinación de cinco a seis hábitos saludables en las personas mayores de 60 años se asocia –independientemente de otros factores sociodemográficos, estilos de vida y enfermedades crónicas– con una disminución a la mitad del riesgo de polifarmacia, visitas frecuentes al médico de Atención Primaria y hospitalización.
Estudio de hábitos saludables
Entre los años 2008 y 2010, los investigadores reclutaron una cohorte de 2.519 personas mayores de 60 años, basada en el estudio Enrica (Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular en España), representativo de la población mayor española.
Los hábitos saludables estudiados fueron: nunca haber fumado, ser físicamente activo, seguir una dieta mediterránea, dormir siete u ocho horas al día, estar sentado menos de ocho horas al día y no vivir solo.
Los participantes fueron seguidos hasta los años 2012-2013, con el objetivo de obtener información sobre la utilización de servicios sanitarios. Los servicios sanitarios por los que se les preguntó fueron: polifarmacia (tomar más de cinco medicamentos al día), visitas frecuentes al médico de Atención Primaria (una vez al mes o más) o al especialista (más de una vez al año), haber estado hospitalizado al menos una vez en el último año.
A excepción de las visitas al especialista, los investigadores observaron una reducción significativa en la utilización de servicios sanitarios con el aumento del número de hábitos saludables.
«Por cada hábito saludable adicional disminuía un 18 % el riesgo de polifarmacia; un 13 % el riesgo de acudir frecuentemente a Atención Primaria, y un 15 % el riesgo de ser hospitalizado al menos una vez al año», explica Banegas.
«Comparados con los participantes que no cumplían ningún hábito saludable o sólo uno, aquellos que cumplían cinco o seis tuvieron la mitad de riesgo de polifarmacia, de visitas frecuentes a Atención Primaria y de hospitalización», detalla Ana Hernández-Aceituno, primera firmante del trabajo.
De acuerdo con los autores, estos resultados son importantes ya que, por ejemplo, la polifarmacia afecta al 36 % de las personas de este estudio y aumenta el riesgo de tomar de manera inadecuada los medicamentos o de tener una menor adherencia al tratamiento.
Asimismo, la disminución de las visitas a Atención Primaria y las hospitalizaciones asociadas con un estilo de vida saludable podría conducir a una mejor atención debido a la menor carga de trabajo, listas de espera más cortas y una reducción de las complicaciones que conlleva la hospitalización.
Por último, esta información tiene una potencial relevancia clínica y de salud pública en la disminución de los crecientes gastos sanitarios asociados al uso epidémico de los servicios sanitarios en las personas mayores. Por ello, centrar estrategias de salud pública en la promoción de hábitos saludables podría ayudar a reducir los gastos sanitarios evitables o disminuibles asociados a un uso excesivo de los servicios sanitarios.
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