20 Ene Los mayores piden que se acabe con la «exclusión financiera» que sufren.
Este colectivo, que no sabe manejar las nuevas tecnologías, se enfrentan cada día con serias dificultades a la hora de utilizar los cajeros automáticos y las comunicaciones online.
ABC Familia
La Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), con 15.079 asociaciones y más de 5.746.000 afiliados, ha instado al Gobierno a regular «de forma inmediata» un marco legislativo que ayude a «acabar con la exclusión financiera« que sufren los más de diez millones de personas mayores y pensionistas en España.
La recién constituida plataforma –que hace suyas las reivindicaciones de la iniciativa de Carlos San Juan, el hombre de 78 años que está recogiendo firmas en la plataforma Change.org–, denuncia que «el cierre de miles de sucursales bancarias que se está produciendo desde hace años ha supuesto serias dificultades para este colectivo en cuanto a la utilización de los cajeros automáticos y a las comunicaciones online«.
Esta situación, según precisan, ha llevado a que la mayoría de las operaciones bancarias sean por Internet, algo que ha ocasionado «un grave daño» a estas personas ya que muchas de ellas no saben manejar las nuevas tecnologías.
«Muchas de ellas, incluso, no tienen a nadie que les pueda ayudar en este sentido. No se puede permitir esta situación«, ha declarado el presidente de la PMP, Ángel Rodríguez Castedo.
A su juicio, «todo esto hace que se intensifique no solo la exclusión financiera de las personas mayores, sino también, y, sobre todo, la sensación personal de sentirse abandonados, humillados, inútiles«. »Esto se llama maltrato, edadismo«, ha aseverado.
En concreto, explica que, para cualquier usuario no nativo digital, «resulta a veces difícil acordarse, por ejemplo, de las claves para aceptar una operación, cuesta encontrar la pestaña adecuada, incluir bien los datos, acertar cuando la tecnología se queda detenida o te manda un mensaje en un lenguaje desconocido».
También añade que «no todo el mundo tiene un ordenador, tiene alguien que pueda ayudarle, o no siempre es fiable entregar los datos personales a cualquiera para que te preste una ayuda».
Según detalla, el montante anual del pago de pensiones de la Seguridad Social es de 170.000 millones de euros y, prácticamente, todo se ingresa en las cuentas bancarias que las personas mayores tienen en las entidades financieras, siendo, por tanto, «sus mejores y más fieles clientes».
De ahí que la PMP se «extrañe» ante el hecho de que «sus derechos no sean reconocidos ni se les dispense el respeto que merecen». «Es un claro ejemplo de vulneración de los derechos de los consumidores de más edad«, ha zanjado.
Por ello, la plataforma considera necesario el diseño y la aprobación de marcos normativos que protejan los derechos de las personas mayores respecto al acceso a los servicios bancarios.