05 Feb Los mayores, el capítulo olvidado de la conciliación familiar
La mitad de los funcionarios españoles tiene una media de edad entre los 50 y los 59 años, y su problema no son las guarderías, sino el cuidado de sus padres dependientes
LAURA FÁBREGAS
La conciliación entre la vida familiar y laboral es un tema que está en la agenda política desde que las mujeres se incorporaron con normalidad al mundo laboral y se evidenciaron las dificultades que tenían para desarrollar su profesión en plena igualdad con su condición de madre.
La cuestión, sin embargo, trasciende el ámbito de la maternidad y muchos expertos sostienen que, a día de hoy, existen otros colectivos también vulnerables a la situación laboral de sus familiares. Este es el colectivo de personas mayores, los grandes olvidados de las políticas de conciliación familiar.
¿Sólo la maternidad?
La imagen de la diputada de Podemos Carolina Bescansa en el Congreso de los Diputados con su hijo de seis meses en brazos ha reabierto el debate sobre la conciliación familiar y laboral.
Pero lo cierto es que mientras que en el caso de las madres trabajadoras se ha avanzado, aún queda mucho recorrido con respecto a la situación de los ancianos.
Uno de cada dos empleados públicos, por ejemplo, tiene entre 50 y 59 años. El incremento de edad media de este colectivo de trabajadores ha hecho que para ellos la cuestión de la conciliación se haya traspasado del ámbito de la maternidad al del cuidado de los mayores.
El problema de los funcionarios
María Ángeles Mur, secretaria de igualdad de la CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios), sostiene que la existencia de guarderías ha dejado de ser una preocupación prioritaria para los empleados públicos. En una entrevista en la Cadena Ser, Mur ha manifestado que lo que reclaman los funcionarios es, sobre todo, ayudas para atender a los mayores.
“No hay respuesta para todas las familias que tienen padres o suegros a su cargo”, ha explicado. Por su parte, la presidenta de la Federación de Asociaciones de los Cuerpos Superiores de la Administración Civil del Estado (Fedeca), Elena Vicente, explica que las medidas adoptadas tienen que ver con «la flexibilidad y reducción de la jornada».
El problema no es únicamdente el de la conciliación laboral de trabajadoras concretas que deben atender a sus mayores –el 8% de la población española supera los 85 años–, sino que va más allá porque en España hay 1,8 millones de personas mayores que viven solas; el 72% de ellas, mujeres.
Personas en soledad
La Fundación Amigos de los Mayores dice que hay diversas causas que explican esta situación. La mayoría de esas mujeres no han elegido su estado, sino que son víctimas de la movilidad laboral de sus allegados. Sus parientes más cercanos se han desplazado a otras ciudades, y su soledad les ha venido impuesta.
Pese a que España es un país con extensas redes familiares, un estudio del Imserso de 2011 reflejaba que el 70% de ancianos que vivían en soledad preferían vivir acompañados. Solo un 21% declaraban estar satisfechos viviendo solos.
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