29 Mar Los mayores de 65, los que menos alimentos desperdician.
Fundación MAPFRE presenta el informe ‘Alimentación en la sociedad del siglo XXI post pandemia’.
Stefano Traverso
La pandemia de Covid-19 y la crisis económica han cambiado los hábitos de compra y consumo de alimentos y bebidas de la sociedad española, tal y como refleja el informe ‘Alimentación en la sociedad del siglo XXI post pandemia: decisión alimentaria’, realizado por Fundación MAPFRE, en colaboración con el Instituto Universitario de Investigación CEU Alimentación y Sociedad.
El informe, basado en una encuesta a cerca de 2.000 personas, desvela cambios importantes en aspectos sociales de la alimentación, en concreto apunta hacia una menor sociabilidad: crece el porcentaje de personas que comen solas y desciende el de las que lo hace en familia.
Antonio Guzmán, director de Promoción de la Salud de Fundación MAPFRE, se refirió a los cambios alimentarios en la sociedad. “Llevamos años trabajando y fomentando estilos de vida saludables. La sociedad vive una época importante de cambios acentuados por la pandemia, y esto tiene un gran impacto en los hábitos de alimentación y el estado nutricional de las personas. Creemos que no solo es importante lo que se come, sino cómo y con quién se come”.
Por ejemplo, durante la semana, el desayuno, la comida de media mañana y la merienda suelen hacerse de forma solitaria, mientras que la comida y la cena se hacen en familia. En cambio, los fines de semana todas las comidas suelen hacerse en familia.
La sociedad, en la actualidad, tiene en cuenta diferentes factores en el momento de realizar las compras para el hogar. Después de la pandemia, el 82,4% adquiere más productos de marca blanca, mientras que el 82,1% compra productos de menor precio y el 79,5% busca establecimientos más baratos.
Cambios de hábitos por el teletrabajo
El teletrabajo ha pasado a representar una parte importante de la jornada de la población ocupada, siendo un 45,5% los que lo hacen regularmente.
Quienes teletrabajan, lo son en mayor medida las personas más jóvenes, con mayores niveles de renta y residentes en municipios grandes. El teletrabajo ha impactado en diferentes hábitos y estilos asociados a la alimentación, entre los que podemos destacar:
- Con quién se come: sobre todo, en familia.
- Cómo se come: en mayor medida frente a la televisión u otro dispositivo, y se dedica más tiempo a comer.
- Qué se come: más frutas, verduras y legumbres, y menos fritos, precocinados y bebidas alcohólicas.
- Se cocina más.
¿Cómo se alimentan los mayores?
Los hábitos de compra y consumo de alimentos post pandemia de los sénior también han cambiado, aunque la mayoría asegura no haber sufrido cambios en su situación económica (66,7%).
Es de destacar que los sénior poseen una conciencia alimentaria mayor a la de los otros grupos de edades. El 44% asegura nunca tirar los alimentos, siendo este porcentaje muy alto si lo comparamos con el 10% que se observa en las personas de entre 18 y 30 años.
Además, el 80% de los mayores reaprovecha las sobras, mientras que un 82% consume alimentos perecederos rápidamente y el 73% cocina la cantidad justa y no le quedan sobras.
Al respecto, Gregorio Varela, catedrático de Nutrición y Bromatología de la Farmacia de la Universidad San Pablo CEU, se pronunció para 65ymás. “Por un lado hay una mayor concienciación, y esto se debe a que es el recuerdo histórico de los tiempos de escasez. Las personas mayores, claramente, son las más preocupadas por no tirar nada, y esto lo intentan transmitir a sus hijos y a sus nietos. Acá lo fundamental es la memoria histórica”.
Por otro lado, Varela mostró preocupación por la cantidad de alimentos que la población más joven desperdicia hoy en día. “Hay que insistir en educar más a los jóvenes en que los alimentos que se quedan, mientras sean seguros y mantengan sus propiedades, los tenemos que utilizar y consumir”, agregó.
Por otra parte, la familia influye mayoritariamente en las decisiones de compra y hábitos alimentarios, aunque casi la mitad de los encuestados asegura que no se deja influir por nadie. En este punto, los mayores de 65 años son los que más se dejan influir, así el 62% asegura que toma las decisiones por sí mismo, mientras que un 37% afirma dejarse influir por su familia y un 28%, por profesionales de la salud.
El informe también destaca que la mayoría de la población cocina, pero siguen siendo las mujeres quienes lo hacen en mayor medida. Así, 9 de cada 10 personas tiene la responsabilidad de cocinar, ya sea de forma compartida o exclusiva: las mujeres (73,7%) se encargan en exclusiva de la elaboración de la comida en el hogar en mayor medida que los hombres (36,8%).
Se ha incrementado la cantidad de hombres que se encargan por completo de cocinar, pero también el de mujeres. Esto indica que se comparten menos las responsabilidades. Además, la media de tiempo dedicado a la cocina es de 7,22 horas semanales.
Los españoles se autocalifican con una nota alta (6,91) en cuanto a su capacidad para cocinar. Los sénior son el grupo con puntuación más alta (7,07) en capacidad auto-declarada para cocinar. Sin embargo, también se observa que son los que menos disfrutan (6,21) haciéndolo.
Del informe también se puede concluir que los sénior comen sano: el 81% de los mayores de 65 años prefieren la cocción, mientras que un 77% prefiere la comida a la plancha, y un 65% se decanta por la preparación en el horno. En porcentajes más bajos podemos ver las frituras (37%), el microondas (33%) y en el último lugar, comidas hechas al vapor (17%).
¿Qué criterios para la organización de comidas tienen las personas mayores?
Para decidir sobre las preparaciones culinarias del día, los mayores de 65 tienen en cuenta diferentes factores, siendo el más importante de ellos el gusto de las personas con las que conviven (59%). Otros criterios importantes son la salud, que aparece en el segundo lugar con un 58%, y los gustos propios, tercero con 53%.
La facilidad de preparación de la comida, el número de comensales y el precio, son otros factores que cuentan con un importante porcentaje, mientras que un número muy bajo de personas mayores toman en cuenta seguir una determinada dieta.