04 Sep Los mayores, a favor de cobrar por ‘trabajar’ de abuelos: «Sería una forma de valorar el esfuerzo».
Lo ven, sin embargo, difícil de implantar en España.
2024. 65Ymás
María Bonillo
¿Deberían los abuelos cobrar por cuidar a los nietos? En Suecia piensan que sí, y desde el pasado lunes 1 de julio los abuelos ya pueden beneficiarse de la prestación parental remunerada por cuidar de sus nietos, permitiendo así que no solo los cuidadores o los progenitores puedan percibir esta ayuda económica.
En concreto, se podrá transferir un máximo de 45 días por progenitor o cuidador y un máximo de 90 días en el caso de las familias monoparentales, durante el primer año de vida del menor. Y durante ese periodo, los mayores no podrán trabajar ni estudiar, dedicándose exclusivamente al cuidado de sus nietos.
Alexandra Wallin, jefa del departamento de infancia y familia de la Agencia Sueca de Seguridad Social, explicaba en este sentido que «se pueden transferir los días a cualquiera, pero las normas son las mismas que para la prestación parental normal», lo que significa que «hay que estar en la seguridad social para el subsidio parental». Este beneficio, por el que votó el Parlamento sueco el pasado mes de diciembre, se extiende también a los abuelos jubilados, que podrán recibir un pago, cuya cuantía variará según los ingresos de su pensión.
Los abuelos sostienen la conciliación en España, asumiendo un papel de cuidadores sin remuneración
Los abuelos y abuelas son un «pilar fundamental» en el cuidado de los nietos, aseguran desde la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) a este diario, y lo siguen demostrando estudios como el informe Sin madres no hay futuro, realizado por el Club de Malasmadres y la Asociación Yo no renuncio por la conciliación, al que contestaron más de 18.000 mujeres poniendo de relevancia la soledad y la realidad de la maternidad en nuestro país.
Los resultados, presentados en mayo de este 2024, revelaron que 7 de cada 10 mujeres recurre a los abuelos y abuelas cuando ellas o sus parejas no pueden cuidar de sus hijos.
«Considerar el cuidado de terceras personas un trabajo en sí mismo (especialmente en el caso del cuidado de familiares) es algo reciente que todavía no está aceptado por gran parte de la sociedad, precisamente por el altruismo que lo caracteriza. Esto hace que sea inimaginable pensar en remunerarlo, a pesar de generar riqueza, tal y como apunta Ángeles Durán en sus numerosos estudios sobre la riqueza del cuidado», indican en el informe, destacando «las dificultades que existen para cuantificar y regular este trabajo: el cuidado no se puede posponer ni encajar en un horario laboral rígido, ya que es sincrónico y se realiza con interrupciones e imprevistos constantes. Son precisamente estos imprevistos y la falta de apoyo para facilitar este trabajo reproductivo lo que nos lleva a recurrir a la red de cuidados informales, como son la figura de las abuelas y abuelos«.
Reflejan así que la conciliación en España la sostienen las abuelas y abuelos, aunque «es una carga que no les corresponde», y son quienes asumen este papel de cuidadores sin remuneración.
El estudio Preocupaciones y retos de la crianza actual en España, elaborado por Kantar en colaboración con el centro La Granja, a petición de Zurich Seguros, reflejaba igualmente que en 6 de cada 10 familias los abuelos son quienes más apoyo brindan a los padres.
En esta línea, la escritora y psicóloga feminista, Anna Freixas, explicaba recientemente en una entrevista a este diario que «las redes de cuidados en España son insuficientes, y al final recaen en los cuidados informales«.
«Es un tema complicado. Yo no tengo la respuesta de si se debería pagar o no por la labor de cuidado sistemático que hacen los abuelos y las abuelas de los nietos. Pero tenemos que empezar a trasladar a nuestros hijos la necesidad de reflexionar sobre por qué pagarían a un cuidador para sus hijos x dinero, y cuando lo hacen los abuelos, es gratis«, reflexionaba, considerando que «no se debería dar por hecho que por ser abuelo o abuela tengas que cuidar de tus nietos de manera sistemática, es decir, varios días a la semana. Nosotros tenemos nuestras vidas, y se debería dar la opción de elegir y que la persona decidiese si le interesa o no».
Lo que está claro, según ya explicaba Laura Baena, fundadora del Club de MalasMadres, en otra entrevista a 65YMÁS, es que el coste económico que supondría la ayuda que aportan los abuelos y abuelas diariamente es el coste de la conciliación que pagan «las mujeres madres con su renuncia«, explicaba, refiriéndose a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
«Una de cada dos mujeres renuncia a parte de su salario para poder cuidar. Aparte del coste de salud mental increíble, que hemos visto por ejemplo en la pandemia, cuando la mayoría de las mujeres declaran que necesitarían ayuda psicológica. Si no tienes ese apoyo, esa red familiar a la que agarrarte, la otra opción es pagar los cuidados, que sabemos que supone entre 400 a 800 euros al mes en las grandes ciudades. Esto no lo puede soportar la mayoría de las familias», lo que «lleva a las mujeres a renunciar, o bien con una reducción de jornada, a cogerse una excedencia, o abandonando totalmente el mercado laboral». De hecho, la Seguridad Social señalaba a comienzos de este año que el número de excedencias dadas de alta en 2023 (aumentaba un 15,5% frente a 2022) fue de 54.796, de las cuales el 84% correspondieron a mujeres.
Teniendo todo esto en cuenta, Adela Cabezas, presidenta de la Confederación Nacional de Jubilados y Pensionistas de España (Conjupes), considera que se trata de «una buena idea» que tengan una compensación económica, ya que «muchos abuelos dedican mucho tiempo a cuidar a los nietos». «Habrá quienes no lo necesiten, pero a algunos también les ayudará» si, por ejemplo, «cuentan con una pensión baja».
Destaca, además, que sería ventajoso, puesto que «las relaciones intergeneracionales son buenas para todos, tanto para los abuelos como para los nietos, de todas las edades».
El presidente de la Federación de Asociaciones de personas mayores de Cataluña (FATEC), Josep Carné Teixidó, coincide en que se trata de una buena propuesta. «Bienvenida sea», afirma, celebrando que «se reconozca que los abuelos hacemos más para nuestros nietos». Sin embargo, considera que falta más concreción, «entrar más en detalle», además, «lo veo complicado incluso de controlar«, añade. «Pero es bueno que se empiece a hablar más sobre este tema, especialmente del papel que juegan los abuelos, sobre todo en las familias monoparentales, que es donde se necesita más su ayuda».
«Lo más positivo es que se empiece a hablar del tema, que se empiece a poner encima de la mesa que las personas mayores hacemos aportaciones», subraya.
Asimismo, Inmaculada Ruiz Martín, presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas (UDP), señala que, aunque el cuidado de un familiar «no conlleva un gasto excesivo, no está mal remunerarlo, porque al final es un esfuerzo y un trabajo, un trabajo digno que haces con cariño, pero que también conlleva cierto gasto».
Así, estima también que es una buena medida. «Por cualquier trabajo te remuneran, pues sería hasta normal que te dieran a cambio una pequeña remuneración», apunta, considerando que se debería de implementar también aquí en España. «Ya que se dan otras ayudas, esto también es un trabajo«, y sería además «una forma de valorar el trabajo que hacen los abuelos, porque habrá algunos que no necesiten ese dinero, pero que para otros sí sea un sacrificio económico el que hacen por un trabajo que debería ser compensado», especialmente en estos caso.
¿Es una opción en España?
En Suecia, con el nacimiento de un hijo, los padres pueden acogerse a un permiso de 16 meses, el cual se calcula según los ingresos totales durante los primeros 13 meses, y los 3 meses restantes reciben una cantidad fija de 180 coronas suecas al día (16 euros aproximadamente). En España, en 2019 se equiparaba por primera vez el permiso por nacimiento y cuidado del menor para ambos progenitores, que disfrutan de 16 semanas de prestación, al igual que ya ocurría en países como Suecia. Este permiso se reconoce como «un derecho individual y no transferible» y la cuantía es equivalente a la base de cotización del mes anterior al parto.
En este punto, cabría preguntarse si esta medida implantada en Suecia sería posible trasladarla a España. Lo que es evidente es que el país escandinavo ha sentado un precedente con esta ley pionera que puede servir de ejemplo para otros países como España.
«No sé si sería posible o no implantarlo en España, pero no lo veo a corto plazo, aunque no digo que no se pueda estudiar», opina Cabezas, que resalta que «el ejemplo ya está puesto, y si se puede poner en un país, se puede poner en todos. Ya es cuestión de valorarlo y ver si compensa o no. Yo creo que sí compensa, a todos».
Santiago González Carrero, presidente de la Asociación Grupo de Mayores de Telefónica (AGMT) y vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA), coincide en que «no sé si sería importable en España dadas las muchas diferencias socio-culturales y económicas que existen entre los dos países, pero me gusta la idea de trabajar en medidas que permitan una mejor conciliación familiar de las madres, que lo siguen teniendo muy difícil».
En este sentido, apunta que «sería deseable que aquí los políticos se ocuparan de analizar y dar respuestas a uno de los problemas más importantes que tenemos en España, con una tasa de natalidad claramente insuficiente y por debajo de los países de nuestro entorno». Y es que, según datos del INE, la población nacida en España disminuirá paulatinamente y pasaría del actual 81,9% del total al 61,0% dentro de 50 años.
En cualquier caso, desde Conjupes consideran que esta medida «sería una forma de valorar a las personas mayores, por el trabajo que hacen», como cualquier otra persona, pero también «porque ser mayores no significa que no podamos hacer muchas cosas. Sentiríamos que se puede contar con nosotros».