13 May Los carbohidratos y los alimentos azucarados pueden influir en la mala salud bucodental.
Los investigadores utilizaron una muestra de 1.204 mujeres posmenopáusicas.
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Los alimentos que ingerimos habitualmente influyen en la composición de las bacterias (buenas y malas) de nuestra boca. En este sentido, los científicos están descubriendo que este conjunto de bacterias, conocido como microbioma bucal, desempeña probablemente un papel importante en nuestra salud general, además de su relación ya conocida con la caries y la enfermedad periodontal.
Ahora, científicos de la Universidad de Búfalo (Estados Unidos) han demostrado cómo el consumo de ciertos tipos de alimentos afecta al microbioma oral de las mujeres posmenopáusicas.
En su trabajo, publicado en la revista científica Scientific Reports, han evidenciado que un mayor consumo de alimentos azucarados y de alta carga glucémica (como los donuts y otros productos de panadería, los refrescos normales, los panes y los yogures sin grasa) puede influir en la mala salud bucodental y, tal vez, en los resultados de la salud sistémica de las mujeres mayores debido a la influencia que estos alimentos tienen en el microbioma bucal.
En su trabajo, investigaron si los carbohidratos y la sacarosa, o azúcar de mesa, estaban asociados con la diversidad y la composición de las bacterias orales en una muestra de 1.204 mujeres posmenopáusicas utilizando datos de la Iniciativa de Salud de la Mujer.
Se trata del primer estudio que examina la ingesta de carbohidratos y el microbioma subgingival en una muestra formada exclusivamente por mujeres posmenopáusicas. El estudio fue único en el sentido de que las muestras se tomaron de la placa subgingival, que se produce bajo las encías, en lugar de las bacterias salivales.
«Esto es importante porque las bacterias orales implicadas en la enfermedad periodontal residen principalmente en la placa subgingival. Observar las medidas de las bacterias salivales podría no decirnos cómo se relacionan las bacterias orales con la enfermedad periodontal porque no estamos buscando en el entorno correcto dentro de la boca», explica la primera autora del estudio, la doctora Amy Millen.
Los investigadores observaron que la ‘Leptotrichia spp.’, que se ha asociado a la gingivitis, una enfermedad común de las encías, en algunos estudios, estaba positivamente asociada al consumo de azúcar. Según Millen, las otras bacterias que identificaron como asociadas a la ingesta de carbohidratos o a la carga glucémica no se han apreciado previamente como contribuyentes a la enfermedad periodontal en la literatura o en esta cohorte de mujeres.
«Examinamos estas bacterias en relación con el consumo habitual de hidratos de carbono en mujeres posmenopáusicas en una amplia variedad de tipos de hidratos de carbono: consumo total de hidratos de carbono, consumo de fibra, consumo de disacáridos y consumo de azúcares simples. Ningún otro estudio había examinado las bacterias orales en relación con una gama tan amplia de tipos de carbohidratos en una cohorte. También examinamos las asociaciones con la carga glucémica, que no está bien estudiada en relación con el microbioma oral», detalla Millen.
Ahora, la pregunta clave es qué significa todo esto para la salud en general, y eso no es tan fácil de entender todavía. «A medida que se realicen más estudios en los que se analice el microbioma oral mediante técnicas de secuenciación similares y la progresión o el desarrollo de la enfermedad periodontal a lo largo del tiempo, podríamos empezar a hacer mejores inferencias sobre cómo se relaciona la dieta con el microbioma oral y la enfermedad periodontal», concluye la investigadora.