Los beneficiarios del ingreso mínimo cobrarán más si encuentran un empleo.

Los beneficiarios del ingreso mínimo cobrarán más si encuentran un empleo.

El Gobierno aprueba los incentivos que permitirán a los perceptores aumentar su renta durante un año hasta un máximo de 17.000 euros si mejoran su situación laboral.

Lucía Palacios

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Nueva vuelta de tuerca al Ingreso Mínimo Vital (IMV) cuando lleva ya más dos años en marcha. A partir de 2023 los beneficiarios de esta ayuda podrán cobrar un plus si acceden a un empleo que les permitirá aumentar su cuantía hasta un máximo de 17.000 euros anuales. El Consejo de Ministros aprobó este martes el reglamento de incentivos al empleo que pretende impulsar la incorporación de los perceptores de esta renta al mercado laboral y evitar, así, que caigan en la trampa de no buscar trabajo o incrementar sus ingresos por temor a perder su prestación o ver reducido su importe.

Aunque el IMV ya es compatible con el empleo, hasta ahora ese trabajo actuaba como recorte de esta ayuda (es decir, el salario recibido se le restaba). Pero a partir de enero, que es cuando entrará en vigor, una mejora en su vida laboral actuará como un incremento de su renta, puesto que se garantiza que si el perceptor encuentra empleo, aumenta las horas o mejora su salario, siempre ganará más que si no lo hiciese.

¿Cómo se calcula su cuantía? El método es complejo y por eso en las próximas semanas el Ministerio de Seguridad Social lanzará un simulador online para que los beneficiarios puedan calcular cuánto podrían cobrar en caso de que encuentren un nuevo empleo o amplíen las horas de su contrato, para que vean que sí que les compensa.

Múltiples casuísticas

Lo que hace el incentivo al empleo es que una parte del aumento de los ingresos salariales no cuente a la hora de computar el IMV, lo que supone que en la práctica por cada euro que gane de los ingresos del trabajo obtiene más renta que antes. La mejora actúa de forma gradual y es más intensa para apoyar los incrementos de salarios iniciales así como que es mayor para los que pasan de la inactividad a la actividad, mientras que se va moderando a medida que el perceptor mejora sus ingresos del trabajo.

La cuantía depende por tanto de tres factores. En primer lugar, la composición del hogar: será mayor en los que haya menores y, además, se hace un tratamiento especial a familias monoparentales y aquellas en las que convivan personas con discapacitad. En segundo lugar, el incentivo varía en función del incremento salarial, de forma que se bonifica el 100% de los ingresos de trabajo que lleguen hasta el 60% de la renta garantizada; es decir, por cada euro que gana el perceptor recibe un euro más de renta disponible. A partir de unos ingresos laborales por encima del 60% de IMV, el incentivo se suaviza y se recibe entre un 20% y un 40% más. Por último, la cuantía dependerá también del tipo de movimiento laboral: será mayor para las personas que estaban fuera del mercado laboral y algo menor para las que ya estaban trabajando.

Así, por ejemplo, una persona que vive sola y recibe 5.899 euros de ingreso mínimo, si encuentra un trabajo con unos ingresos de 1.000 euros, este salario se bonifica al 100% y ganaría 6.899 euros al año. Si en lugar de 1.000 euros, ganara 4.500 en su trabajo, recibiría un total de 9.727 euros anuales.

100.000 beneficiarios

Además, el incentivo se mantiene incluso cuando el aumento de los ingresos salariales supera el 100% del ingreso mínimo, aunque de forma cada vez más menguante, hasta que termina cuando el incremento de ingresos alcanza 1,7 veces la prestación, por lo que el máximo que podría recibir una persona sería cerca de 17.000 euros anuales, más que el salario mínimo.

Los futuros beneficiarios no tienen que solicitar esta nueva ayuda, sino que se calcula de oficio. Pese a que entra en vigor en enero, los primeros lo cobrarán a mediados de 2023 y lo recibirán durante un año. En la siguiente revisión, sólo se volverá a aplicar si el perceptor ha incrementado de nuevo sus ingresos salariales, con el fin de animarle a seguir mejorando su situación de inclusión.

El Ministerio de Seguridad Social estima que uno de cada cinco hogares pueda verse beneficiado por estos incentivos, es decir, en torno a 100.000 familias, y que esta medida no tendrá ningún coste fiscal, sino más bien todo lo contrario, que pueda incluso recaudar ingresos, ya que el IMV se reduce al trabajar y además aumenta las cotizaciones. Es más prevén que por cada euro de incentivo se podrá recaudar entre 1 y 3,5 euros.



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