Llucena paga por ser padres

Llucena paga por ser padres

El intento de incentivar la natalidad, ante el incipiente envejecimiento de la población, resulta una cuestión primordial para los municipios

SARA RÍOS

Llucena quiere que las familias se queden en la localidad y no decidan marcharse por motivos laborales. Y es que, para una localidad de 1.500 habitantes cada niño que nace es un regalo que resulta imprescindible para mantener las subvenciones y dotaciones de los servicios básicos, especialmente, en el terreno educativo. Con el objetivo de evitar la fuga de vecinos jóvenes a poblaciones más grandes, como la cercana l’Alcora, o Castellón, el Ayuntamiento ha aprobado una ordenanza de natalidad, según la cual el consistorio pagará a los padres 3.000 euros por niño, en tres anualidades de 1.000 euros cada una, hasta que tengan la edad de entrar en la escuela. El último abono se realizará una vez el pequeño este matriculado en el colegio Comtessa.

“La medida no busca tener un efecto llamada, porque los beneficiarios tienen que llevar más de un año empadronados en el municipio. Lo que queremos es que la gente no se vaya, como hemos notado que estaba pasando”, ha explicado el alcalde de este municipio de l’Alcalatén, David Monferrer, quien ha resaltado que la nueva ordenanza ha salido adelante con el respaldo de la oposición. Esta normativa persigue que la concesión de la subvención sea “100% transparente y legal”.

“Se intenta que los vecinos que se plantean marcharse del municipio por motivos laborales tengan unos beneficios importantes si se quedan aquí”, remarca el primer edil popular, a la vez que explica que resulta imprescindible contar con una población infantil importante para mantener, por ejemplo, el servicio de guardería o el comedor escolar. Además, no olvida el peligro constante de que la Conselleria de Educación les pueda suprimir aulas si no hay suficientes alumnos en el centro. El colegio público Comtessa de Llucena tiene, actualmente, cerca de 80 estudiantes.

ENVEJECIMIENTO // El intento de incentivar la natalidad, ante el incipiente envejecimiento de la población, resulta una cuestión primordial para los municipios, en especial, para aquellos más pequeños del interior, donde una gran parte de sus vecinos tiene una edad avanzada. El problema es tal, que como informó Mediterráneo, la provincia de Castellón necesita 2.500 nacimientos más al año para frenar el envejecimiento, puesto que en seis años la natalidad ha caído un 25% y se podrían perder 60.000 habitantes en una década.

www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/llucena-paga-ser-padres_967395.html



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