Las varices afectan al 64% de las mujeres con mayor incidencia por los embarazos y la edad.

Las varices afectan al 64% de las mujeres con mayor incidencia por los embarazos y la edad.

Se trata de una enfermedad crónica y progresiva.

Redacción

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La insuficiencia venosa, conocida comúnmente como la aparición de varices, es una de las patologías más frecuentes en la población, que afecta al 37% de los hombres y al 64% de las mujeres, aumentando su incidencia con los embarazos y la edad. Según recoge en un comunicado el Hospital Ruber Internacional, se trata de una enfermedad crónica y progresiva de las venas que puede aparecer en las piernas, genitales o en la pelvis.

El doctor Pablo Gallo, cirujano vascular especializado en el estudio y el tratamiento de la patología arterial y venosa y jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional, explica que esta dolencia obedece a que las venas se dilatan, volviéndose incapaces de realizar con eficacia el retorno venoso.

Para el diagnóstico, asevera el doctor Gallo, el ‘Eco-Doppler’ venoso es una prueba inocua y de gran utilidad. “El tratamiento debe individualizarse, y en fases iniciales consiste en un manejo conservador, es decir, medidas higiénico-dietéticas, medias de compresión y venotónicos”.

Por el contrario, si las venas safenas se encuentran afectadas, es ideal el tratamiento endovascular, que es un procedimiento mínimamente invasivo, sin realizar heridas y con una incorporación inmediata a la vida laboral. “Las varices si no se tratan oportunamente pueden complicarse y producir tromboflebitis, sangrado de variz o las temidas úlceras venosas”, advierte el doctor Pablo Gallo.

Las varices en las piernas también pueden estar originadas por la insuficiencia venosa pélvica, que, según el jefe de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional, es una patología infradiagnosticada que produce dolor pélvico crónico y fugas o reflujos que generan varices en genitales y/o en las piernas. “La principal causa de esta insuficiencia son los embarazos, que favorecen la dilatación de las venas de la pelvis”, asevera el especialista.

CASOS MIXTOS

El doctor Pablo Gallo destaca que también existen casos mixtos en los que las varices pélvicas son secundarias a un síndrome venoso compresivo, bien de la vena renal izquierda (Síndrome de Nutcracker) o de la vena ilíaca izquierda (Síndrome de May-Thurner). El ‘Eco-Doppler’ abdominal y transvaginal son pruebas de imagen que apoyan el diagnostico. “Sin embargo, la exploración radiológica del sistema venoso con la iliocavografía o flebografía pélvica, que se realiza con un acceso por una vena de la flexura del codo, nos permite realizar el tratamiento en el mismo acto”, subraya el facultativo.

Tal y como lo describe el médico, el procedimiento terapéutico consiste en la oclusión de las varices pélvicas mediante la embolización. El mismo procedimiento se realiza para el tratamiento del varicocele testicular, es decir, varices en el escroto. “El varicocele se asocia a infertilidad y puede producir sensación de pesadez y/o dolor en los testículos”, apunta.

El cirujano vascular del Ruber Internacional agrega que también es importante mencionar la trombosis venosa profunda, que es la obstrucción de una vena por un coágulo, que afecta más a las piernas, pero también a las venas de la pelvis. “Si el coágulo se desprende y migra a los pulmones produce tromboembolismo pulmonar, que es una complicación que pone en riesgo la vida del paciente”

Para el doctor Gallo, con más de 20 años de experiencia en el diagnóstico y tratamiento de la patología venosa pélvica, los factores de riesgo que favorecen la formación de los trombos son la edad, los periodos prolongados en reposo, los embarazos, el uso de anticonceptivos, las enfermedades del corazón, la obesidad y las trombofilias, entre otros.

ENFERMEDADES ARTERIALES

Otra de las áreas de la patología vascular, es el diagnóstico y tratamiento de enfermedades arteriales. “Éstas pueden presentar dilataciones como los aneurismas en la aorta abdominal y a otros niveles como los aneurismas de las arterias poplíteas o en arterias viscerales; las arterias también pueden presentar estrecheces producidas por la arterioesclerosis como en los casos de estenosis de las arterias carótidas, de las arterias de las piernas y de las localizadas en abdomen y pelvis”, puntualiza el doctor.

El Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional, trata además otras patologías como el pie diabético, úlceras vasculares agudas y crónicas, la trombosis venosa profunda aguda, el síndrome postrombótico o malformaciones venosas, entre otras.

El responsable del servicio insiste en la importancia de la prevención y en los factores de riesgo como la hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado, tabaquismo, obesidad o antecedentes familiares con enfermedad circulatoria. “En estos casos, es necesario acudir a una valoración vascular, pues un diagnóstico y tratamiento precoz son claves para prevenir serias complicaciones”, concluye.