05 Ago Las personas que viven en barrios arbolados tienen mejor salud
Aumentar el número de árboles en la ciudad ayuda a reducir la hipertesión y la obesidad y ganar años de vida
PILAR QUIJADA – MADRID
Algunos estudios han demostrado que los entornos naturales mejoran la salud física y mental. Un efecto que parece extenderse también a las ciudades con espacios verdes. Los árboles no sólo ayudan a reducir el nivel de contaminación y las temperaturas extremas en la zona donde se encuentran, además pueden ayudar a disminuir la presión arterial y a disipar el estrés. Cualquiera que haya dado un paseo por un parque cercano al acabar su jornada laboral puede dar fe de ello.
Con estos antecedentes, un equipo internacional de psicólogos pertenecientes a Estados Unidos, Canadá y Australia ha querido cuantificar en qué medida los árboles de las calles o un parque cercano contribuye a mejorar la salud. Sus conclusiones, publicadas en la revista “Scientific reports”, del grupo Nature, indican que incrementar el número de árboles urbanos situados en las aceras y a lo largo de las carreteras no solo hace que los vecinos de la zona tengan una mejor percepción de su salud, sino que realmente reduce el número patologías cardio-metabólicas, como la hipertensión y la obesidad.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores, liderados por Marc G. Berman, estudiaron la relación entre los espacios verdes de barrio, específicamente los árboles en las calles y en otras áreas como la parques y jardines domésticos, y el nivel de percepción de los vecinos sobre su salud.
Utilizando autoinformes de 31.109 residentes en Toronto a través de un cuestionario en línea, los autores encontraron que en comparación con quienes vivían en áreas urbanas poco arboladas, las personas residentes en zonas con una densidad mayor de árboles en la calle tenían una mejor percepción de su salud. Y en la línea con esa apreciación subjetiva, realmente tenían menos hipertensión y obesidad.
Los autores señalan que, igual que el nivel socioeconómico influye en la salud, el número de árboles en el entorno podría considerarse otro parámetro de peso. Por eso, cuantificando la aportación de los árboles llegaron a la conclusión de que un aumento de diez árboles por manzana, lo que equivale a incrementar un 4% la masa arbolada en la zona, suponían unos beneficios en la salud percibida equivalentes a disponer 9.000 euros más al año por cada hogar. O lo que es lo mismo, un familia con menos ingresos que vive en un entorno verde puede tener una salud equivalente a otra que resida en una zona con más ladrillo aunque su nivel socioeconómico sea mayor.
Y si el número de árboles se incrementaba en 11 más por manzana, la disminución de patologías cardio-metabólica como hipertensión y obesidad era comparables a un aumento en los ingresos personales de unos 18.000 euros al año o a ser 1,4 años más jóvenes.
Según los autores, los árboles que más beneficios proporcionan son los de hoja perenne. Y es que apuntan a que la acción sobre la salud, o la motivación para mantenernos en forma, estaría ligada a su situación dentro del campo visual que percibimos desde casa o la oficina.
Aunque el estudio no identifica los mecanismos por los que se pueden producir estos beneficios, los autores sugieren que la mejora de la calidad del aire en las zonas más arboladas, y la capacidad para reducir el estrés y promover la actividad física de los masas arboladas podrían ser factores que contribuyen a la mejora de la salud. Eso sí, siempre que el mantenimiento sea el adecuado y no se caigan sobre los residentes en la zona. Este estudio, además de servir de guía a quienes se encargan del diseño urbano, proporciona una razón más para incorporar árboles y zonas verdes e invertir en su mantenimiento.
www.abc.es/sociedad/20150709/abci-arboles-ciudad-salud-201507091820.html