06 Mar Las mujeres embarazadas y sin recursos pueden optar a una vivienda o recurso residencial
El Programa Operativo de Apoyo a la Maternidad incluye alojamientos adecuados en función de las circunstancias
dclm.es 2015
El objetivo es proporcionar a la mujer embarazada en situación de vulnerabilidad y a su familia un alojamiento adecuado y promover su inclusión social
El programa residencial de transición a la vida adulta para embarazadas, padres y madres jóvenes cubrirá necesidades no sólo residenciales, también de formación y personales
El consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, ha afirmado que las mujeres embarazadas y sin recursos ya pueden optar a una vivienda o recurso residencial, por lo que “se presta el máximo apoyo a aquellas mujeres que carecen de un hogar, protegiendo especialmente a las adolescentes y menores embarazadas en situación de desprotección o riesgo de exclusión social”.
El Programa Operativo de Apoyo a la Maternidad del Gobierno de la presidenta Cospedal incluye alojamientos adecuados en función de las circunstancias familiares o edad de la mujer embarazada. Se le proporciona un dispositivo residencial en el que se atiendan sus necesidades, como una vivienda compartida supervisada en la que la mujer convivirá con otras en similares circunstancias, una vivienda en régimen de autonomía o una vivienda en condiciones de renta favorables.
“El objetivo de esta medida es proporcionar a la mujer embarazada en situación de vulnerabilidad y a su familia un alojamiento adecuado, cubrir sus necesidades básicas, promover su inclusión social y fomentar autonomía personal”, ha destacado Echániz.
Tipos de alojamientos
Respecto a los dispositivos residenciales, hay de dos tipos: los de alojamiento de urgencia, que ofrecen una atención temporal, y los Centros de Apoyo Residencial. Estos últimos prestan apoyo a embarazadas que tienen dificultades en su gestación a causa de su edad, situación económica, laboral o por otro motivo que derive en especial vulnerabilidad.
Las viviendas supervisadas son compartidas y ofrecen una alternativa para aquellas mujeres que no tienen donde vivir y que, además, requieren un soporte social. Están destinadas a mujeres con cierto nivel de autonomía para fomentar su integración en el entorno comunitario.
Por otra parte, las viviendas para la preparación a la vida autónoma son para mujeres embarazadas y sus familias, que carecen de recursos económicos. Podrán disponer de una vivienda gratuita dentro de un proyecto de integración personal y laboral, que les permita en un plazo de dos años poder acceder a la vivienda en régimen de alquiler social, mantener a su familia y lograr la plena integración.
En este sentido, los alquileres sociales se ofrecen a mujeres, que después de haber pasado por otros dispositivos residenciales, están en condiciones de afrontar una vida totalmente independiente.
Medidas especiales para jóvenes embarazadas
El Programa Operativo de Apoyo a la Maternidad determina programas residenciales específicos para menores embarazadas bajo la protección de la Administración regional -tutela o guarda-. “Queremos cuidar a estas jóvenes para ayudarlas en la transición a la vida adulta con plena capacidad para hacerse cargo de su hijo, si así lo desea”, ha recalcado Echániz.
Por último, el programa residencial de transición a la vida adulta para embarazadas, padres y madres jóvenes cubrirá necesidades no sólo residenciales, también de formación y personales.
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