30 Ago Las mujeres con obesidad tienen mayor riesgo de padecer fibromialgia a partir de los 40.
Es una enfermedad que afecta, sobre todo, a ellas.
Redacción
El Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) ha advertido del mayor riesgo de padecer fibromialgia en mujeres con obesidad a partir de los 40. Un estudio realizado por este instituto pone de manifiesto que en torno al 49% de quienes presentan la segunda también padecen la primera.
Según un comunicado de prensa del IMEO, la fibromialgia -que afecta a más de 1 millón de personas en España, en su gran mayoría mujeres- es una enfermedad crónica que presenta síntomas físicos y psicológicos, algunos incapacitantes, que en muchos casos son difíciles de diagnosticar como el dolor persistente en músculos, ligamentos y tendones, cansancio generalizado, alteraciones del sueño o trastornos del ánimo.
El estudio reciente, que se ha llevado a cabo por el IMEO con 112 pacientes con obesidad, de los cuales el 78% son mujeres y un 22% hombres, confirma esta correlación y «detecta un dato curioso”. Ningún paciente del sexo masculino padecía de fibromialgia, mientras que de ellas un 49% tenían fibromialgia diagnosticada o indicios de tenerla, un porcentaje que ascendía a 64 en mujeres a partir de los 40 años.
Las altas temperaturas en verano son un “factor añadido” a tener en cuenta para este colectivo, pues aumenta el riesgo de sufrir golpes de calor, sensación de fatiga y dificultad para reconciliar el sueño. Son circunstancias que en su conjunto acentúan la tendencia al sedentarismo, donde el sobrepeso y el dolor crónico se retroalimentan, agravando el cuadro físico y emocional del paciente.
Un enfoque multidisciplinar desde la medicina integrativa -que combina una revisión de la medicación, dieta antiinflamatoria, tratamiento cognitivo-conductual y ejercicios terapéuticos- puede ayudar a mejorar los síntomas y la calidad de vida, recuerdan desde el IMEO.
Además de estas recomendaciones generales para los pacientes con síntomas de fibromialgia, habría que garantizar la ingesta adecuada de algunas vitaminas y minerales. Los más importantes son vitamina E, vitamina C, carotenos, selenio, calcio, magnesio y triptófanos.
El síndrome de fibromialgia es más común entre las representantes del sexo femenino debido a una anomalía bioquímica, pues su organismo produce menos serotonina que el de un hombre y las bajas concentraciones de este neurotransmisor suelen relacionarse con la percepción del dolor, trastornos del sueño, cefaleas y trastornos afectivos.