Las hierbas medicinales más consumidas no carecen de efectos secundarios

Las hierbas medicinales más consumidas no carecen de efectos secundarios

Un estudio advierte que no son aptas para todos los pacientes ni seguras cuando se combinan con medicamentos tradicionales

N. Ramírez de Castro

Si tiene problemas de coagulación no recurra al Gingkgo biloba para sentirse mejor, ni a la hierba de San Juan mientras esté tomando la píldora. Por naturales que sean las hierbas medicinales no siempre son inocentes. Un estudio de la Universidad de Leeds (Reino Unido) advierte que no son aptas para todos los pacientes ni seguras cuando se combinan con medicamentos tradicionales. La investigación, que se ha detenido en cinco remedios naturales -Echinacea, ginseng asiático, perlas de ajo, hierba de San Juan y Gingko-, muestra que en la mayoría de los casos estos preparados se venden en las farmacias y herbolarios sin la información necesaria para utilizarlos de forma segura.

Los resultados que se publican en la revista médica BMC Medicine no son solo una advertencia para consumidores, también una denuncia. Desde el pasado mes de abril la legislación europea obliga a estos remedios naturales a ofrecer información clara sobre sus posibles efectos secundarios, si existe alguna contraindicación en personas con enfermedades previas o si anulan o potencian el efecto de otros medicamentos.

Seguridad

El equipo de la universidad británica compró 68 preparaciones diferentes de los cinco remedios más utilizados en farmacias y herbolarios del Reino Unido. Compararon la información de seguridad que proporcionaban con los datos del Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa de Estados Unidos.

Encontraron que el 93% de los productos no tenían licencia y, por lo tanto, no necesitaban cumplir con ninguna normativa de seguridad y calidad. Más de la mitad se comercializaban como complementos alimenticios por lo que también se escapaban de las normas más estrictas. Solo el 13% de estos tratamientos contenían una hoja informativa y tres proporcionaban datos aceptables sobre su seguridad y posibles interacciones.

En el estudio de la Universidad de Leeds también se detallan los efectos y riesgos de los cinco remedios estudiados. Estas son las principales advertencias que deberían aparecer en su etiquetado o prospecto:

Ginseng asiático: Las personas con diabetes deberían consumirlo con especial cuidado, sobre todo cuando toman otros fármacos para mantener el nivel de glucosa a raya. Entre otros efectos, se recuerda que puede producir dolor de cabeza, problemas gastrointestinales, de sueño y mayor sensibilidad en la mama.

Gingkgo: Eleva el riesgo de sangrado, por tanto no se recomienda para personas con problemas de coagulación o en tratamiento con el famoso «sintrom» que utilizan muchas pacientes cardiovasculares. Tampoco se aconseja tomarlo antes de un tratamiento dental o quirúrgico por el riesgo de hemorragia. Como efectos secundarios, figuran cefaleas, náuseas y malestar intestinal.

Raíz de San Juan: Este antidepresivo natural aumenta la sensibilidad a la luz del sol y puede interferir con otros fármacos antidepresivos, tratamientos oncológicos, contra el VIH y crisis epilépticas. También puede restar eficacia a los anticonceptivos orales y favorecer embarazos no deseados. Entre los efectos colaterales se citan: sequedad de boca, cansancio y ansiedad.

Ajo: Este antibiótico natural, en sus preparados herbales, tampoco es inocente. Posee un efecto importante en la coagulación sanguínea por lo que debe evitarse como el Gingko. También puede interferir en la acción del saquinavir, un medicamento para tratar el VIH. Aumenta la transpiración corporal, la acidez de estómago y puede provocar reacciones alérgicas.

Echinacea: Útil contra gripes y resfriados, puede ser negativa en personas con asma y dermatitits atópica. Aumenta las reacciones alérgicas y puede causar molestias intestinales.

«El mejor consejo para los consumidores es que sea precavido y abandone la falsa idea de que son inocuas solo por el hecho de ser terapias naturales. Cualquier sustancia tiene el potencial de dañar si no se toma de forma correcta», escribe el farmacólogo Theo Raynor, autor principal del estudio. Raynor también avisa a médicos y farmacéuticos sobre la importancia de preguntar a sus pacientes si toma por su cuenta algún remedio herbal para poder ofrecer la mejor atención posible.

http://www.abc.es/salud/noticias/hierbas-medicinales-consumidas-carecen-efectos-9909.html



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