20 May Las 33 causas por las que el hombre muere antes que la mujer
Factores biológicos y sociales provocan que ellas tengan una esperanza de vida de 4,4 años más que los varones, según un informe de la OMS.
PABLO LINDE – MADRID
Infarto, cáncer de pulmón, accidentes de tráfico, suicidios, ictus, cirrosis, tuberculosis, VIH, homicidios… De las 40 principales causas de muerte en el mundo, 33 reducen más la vida de los hombres que de las mujeres. El resultado es que una niña nacida hoy vivirá 74,2 años de promedio, 4,4 más que un varón.
Son datos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de publicar en su Resumen de estadísticas mundiales de salud 2019, que analiza las diferencias sociodemográficas y entre sexos en la esperanza de vida. Las grandes conclusiones no son nuevas: en los países pobres la esperanza de vida es menor (18,1 años menos que en los más ricos) y las mujeres son más longevas. Pero detrás de estos trazos gruesos hay detalles que ayudan a entender los números y claves para mejorarlos. “El desglose de los datos es vital para comprender quién se está quedando atrás y por qué”, afirma en un comunicado Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Las razones por las que países de ingresos bajos tienen menos esperanza de vida resultan previsibles: peores sistemas sanitarios, nutrición deficiente, enfermedades infecciosas, complicaciones en el parto (tanto para la madre como para el hijo), problemas con el agua y el saneamiento. Pero ¿por qué las mujeres viven más que los hombres? Los motivos son variados y los hay tanto naturales como sociales.
“Biológicamente, las mujeres tienen un sistema inmunitario más fuerte, lo que provoca que, sobre todo en países de bajos recursos, los niños de hasta cinco años mueran más que las chicas”, explica en conversación telefónica Richard Cibulskis, autor principal del informe. Esto explica, desde el punto de vista evolutivo, que nazcan más varones: de los 141 millones de bebés que vendrán al mundo este año, 73 millones serán chicos y 68 millones, chicas. Una diferencia de 105 o 110 niños por cada 100 niñas es esperable por causas naturales. Pero, como explica el especialista de la OMS, hay en países en los que esta ratio puede aumentar hasta 120 por cada 100, lo que seguramente se explica por aborto selectivo de niñas en culturas en las que son menos valoradas.
A pesar de que en los primeros años de vida hay una pequeña ventaja de supervivencia en las chicas, las grandes diferencias vienen después de la pubertad. “Ciertas hormonas hacen a los hombres más propensos a infartos, por ejemplo [asimismo, hay estudios que muestran que la testosterona puede facilitar el desarrollo de la tuberculosis]. Pero aquí llegan también factores sociales, como que ellos fuman y beben más, suelen tener profesiones en las que están más expuestos a tóxicos, son más propensos al riesgo, tienen más accidentes de tráfico [el doble de mortalidad masculina], muertes violentas [cuatro veces más] y suicidios [un 75% más]”, añade Cibulskis.
Las diferencias en la esperanza de vida son menores en países pobres, donde hay menos acceso a servicios de salud. Una de las claves son los partos, en los que en estos contextos fallece una de cada 41 mujeres, cifra que en los ricos se reduce a una de cada 3.300. Es, tras el cáncer de pecho, la causa de muerte que más contribuye a acortar la esperanza de vida femenina (ver el gráfico de la izquierda y el cuadro de abajo).
El informe también muestra que ellas se cuidan más. Tanto en países pobres como ricos, ellos acuden menos a la ayuda profesional ante una misma enfermedad. Donde hay epidemias de VIH, por ejemplo, los hombres tienen menos probabilidades que las mujeres de realizarse una prueba, de acceder a la terapia antirretroviral y más probabilidades de morir de enfermedades relacionadas con el sida que las mujeres. Algo muy similar sucede con la tuberculosis. “Esto no solo supone un problema individual para los que no se tratan, sino que están ayudando a propagar esas pandemias, por lo que es algo que debemos solucionar”, asegura Cibulskis.
La OMS lanza el informe con motivo del Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril y que este año se centra en la atención primaria como la base de la cobertura sanitaria universal, que es el leitmotiv del director general del organismo desde que fue nombrado en 2017.
“Estas estadísticas ponen de relieve la necesidad de priorizar urgentemente la atención primaria de salud para manejar con eficacia las enfermedades no transmisibles y frenar los factores de riesgo”, ha dicho en la presentación del documento en Ginebra Samira Asma, directora de datos de la OMS. “Por ejemplo, algo tan simple como controlar la presión arterial no está sucediendo en la escala necesaria. Y el consumo de tabaco sigue siendo una de las principales causas de muerte prematura”, ha añadido.
Para mejorar los datos, la organización subraya la necesidad de atender a estas diferencias que se aprecian por sexos para dar mejor respuesta sanitaria.
LAS 40 PRINCIPALES CAUSAS DE MUERTE
De las 40 principales causas de muerte en el mundo, 33 afectan más a los hombres. Son estas (en orden: primero las que más vida quitan a los varones con respecto a las mujeres): enfermedad isquémica del corazón; accidente de tráfico; cáncer de pulmón, tráquea o bronquios; enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC); ictus; cirrosis hepática; tuberculosis; cáncer de próstata; violencia interpersonal; cáncer de hígado; cáncer de estómago; infecciones respiratorias; suicidio; cáncer de esófago; VIH/sida; enfermedades renales; cáncer de boca y orofaringe; ahogo; caídas; cáncer colorrectal; complicaciones del parto prematuro; asfixia y trauma de nacimiento; miocardiopatía o endocarditis; leucemia; linfomas y mieloma; cáncer de páncreas; diabetes; asma; meningitis; sepsis e infecciones neonatales; desnutrición; enfermedades diarreicas y enfermedad cardíaca hipertensiva.
A continuación, las siete que quitan más vida a las mujeres que a los hombres, también en orden: cáncer de pecho, complicaciones relacionadas con la maternidad, cáncer de cuello uterino, alzheimer, enfermedad reumática del corazón, malaria y anomalías congénitas.
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