Las 10 cualidades que debe tener un cuidador de personas dependientes.

Las 10 cualidades que debe tener un cuidador de personas dependientes.

Un cuidador debe ser capaz de comunicarse con respeto y asertividad, entre otras cualidades.

Andrea Amantegui Guezala

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El pasado 5 de noviembre se celebró el Día del Cuidador, un trabajo muy necesario en nuestra sociedad pero no tan valorado. Los cuidadores de personas dependientes se dedican a mejorar la calidad de vida de aquellos que necesitan regularmente la atención de alguien más. Es una figura de apoyo fundamental que sirve de guía en la evolución de la vejez o alguna enfermedad limitante que genere dependencia.

Tal y como explica Cuidum, empresa de asistencia domiciliaria a personas mayores y dependientes, la figura del cuidador ha cobrado una importancia vital con el paso de la pandemia de la Covid. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay más de seis millones de cuidadores, esto supone que uno de cada diez españoles se dedica al cuidado de personas dependientes.

La figura del cuidador ha tomado relevancia tras el paso de la covid 

Según datos actuales, en el país hay alrededor de 1.385.000 personas con diversas dependencias y 200.000 pendientes de valoración, lo que significa que el número de cuidadores en España, es considerablemente mayor al número de personas dependientes.

Como consecuencia de la importancia de personalizar el cuidado y encontrar un buen perfil, capacitado, confiable y que se adapte a las necesidades del cuidado de cada persona dependiente, Cuidum ha elaborado una lista de diez cualidades que debería tener todo buen cuidador.

Un buen cuidador debe ser una persona capaz de empatizar con la persona dependiente, esta es una cualidad fundamental para que exista comprensión y comunicación entre ambos. Si el cuidador no es capaz de comprender la situación de la persona a cuidar y su familia, es probable que el servicio no sea el adecuado.

Iniciativa

Tener iniciativa es muy importante para cuidar a personas dependientes, los cuidadores resolutivos son capaces de afrontar mejor los cambios, los imprevistos o aquellas situaciones que se pueden omplicar. Una mayor capacidad de llevar a cabo nuevas ideas y una buena intuición harán más productivo el trabajo diario de los cuidadores.

Experiencia

Aquel cuidador que lleve años ejerciendo la profesión, contará con una mayor resolución de problemas en momentos de posible conflicto o dificultad en el cuidado. Los cuidadores con experiencia serán capaces de gestionar mejor cualquier situación que pueda darse en el cuidado de la persona dependiente, puesto que en ocasiones podrían darse complicaciones.

Fortaleza

Es imprescindible que un cuidador de personas dependientes cuente con un buen estado de salud, tanto físico como mental, puesto que no es una tarea fácil. También debe contar con una buena estabilidad emocional, que le permita en todo momento ofrecer un buen servicio del cuidado. En ocasiones, un cuidador deberá sobrellevar situaciones difíciles en la labor de cuidado.

Paciencia

Para ser cuidador de personas dependientes, es necesario ser paciente y no perder la tranquilidad. Contar con esta cualidad es básico para poder resolver los conflictos que puedan surgir en el cuidado. Es necesario tener tolerancia y comprensión para que el bienestar de la persona sea adecuado y se sienta cómodo en su entorno.

Honestidad

El cuidador debe ser honesto, puesto que las personas mayores y sus familias depositan en la figura del cuidador toda su confianza. La relación entre ambas partes debe cuidarse y contemplarse como un vínculo basado en el respeto y la confianza.

Asertividad

El cuidador debe ser asertivo, es decir, debe aprender a expresarse de manera adecuada, sin agresividad. La clave es no mostrarse ni sumiso ni crítico hacia la persona dependiente. La asertividad permite una comunicación adecuada entre ambas partes, poniendo límites de manera honesta.

Capacidad de comunicación

Es necesaria una buena comunicación con la persona dependiente y su familia, esta será la base de la relación que el cuidador establezca con la persona a cuidar. Hay que saber escuchar, entender y actuar para que la persona asistida no se sienta aislada en ningún caso.

Vocación

Si el cuidador siente que su labor es vocacional, todo lo que haga será con cariño y respeto. Tener ganas de cuidar y pasar tiempo con una persona y sentir satisfacción, más allá de la remuneración del trabajo, hará que la otra persona se sienta bien y mejore su calidad de vida.

Autocuidado

El lema de esta última cualidad del buen cuidador es cuidarse para cuidar, este es el camino para evitar consecuencias negativas como el desgaste físico, emocional y psicológico por el que pueden pasar los cuidadores. Es un trabajo muy exigente, que requerirá de un gran esfuerzo y paciencia.

Las personas mayores y sus familias depositan toda su confianza en el cuidador

Si la persona cuidadora cuenta con estas cualidades, satisfará las necesidades de la persona dependiente. Aquellos que no gozan de completa autonomía, depositan en las manos del cuidador toda su confianza y bienestar. En muchas ocasiones, las familias necesitan contar con la labor de un cuidador para poder seguir delante con sus vidas y trabajos, por ello es necesario escoger bien al cuidador y que el vínculo con la persona dependiente funcione desde el principio.