LA VIVIENDA ADECUADA, ES UN DERECHO HUMANO

LA VIVIENDA ADECUADA, ES UN DERECHO HUMANO

Ana Isabel Esteban Martínez. Presidenta Solidaridad Intergeneracional

Cuando hablamos de vivienda, o piso, nos referimos al lugar donde habitamos, un espacio seguro donde estar, el centro de nuestra vida social, económica y emocional.

Variados son los problemas relativos a la vivienda y especialmente para la juventud, ya que el acceso a ella, tanto en alquiler como para la compra, es uno de los derechos recogidos en la Constitución del 78, y aún hoy continúa incumpliéndose. La vivienda no debe ser una mercancía con la que especular, pero suele ser la mayor inversión que se realiza.

Un hogar seguro es un derecho humano imprescindible para vivir en paz y con dignidad, y todas las personas lo necesitamos para emanciparnos, para seguir creciendo, y para vivir hasta el final de la vida si reúna las condiciones y el equipamiento necesario.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) indica que el parque de viviendas en España es de 26.623.708 y su tipología se distribuye en un 66,7 % viviendas unifamiliares; 25,3% bloques de pisos, y unifamiliares adosadas el 8%. El 75,5% se tiene en propiedad, frente al alquiler que supone un 16,1%. Destacar que el 89,1% de las personas mayores de 65 años tienen casa en propiedad. La antigüedad media de las viviendas en España es elevada, el 60% supera los 50 años y un 19% tienen problemas de aislamiento que requieren rehabilitación y mejoras para la eficiencia energética.

Además 5 millones de personas viven en 2 millones de pisos con 3 o más alturas sin ascensor, de las cuales 77 mil están en Castilla y León. Un millón de personas con 60 o más años vive hogares con rentas bajas, en edificios muy antiguos sin ascensor. Por otro lado, 14,41% de las viviendas existentes, es decir 3.837.328, se encuentran vacías. No sabemos cuántas de estas se encuentran en el medio rural, pero a buen seguro seguirán devaluándose si nada se hace.

En base al Plan Estatal para el acceso a la vivienda 2022-2025, la Junta de Castilla y León ha publicado la primera de las tres convocatorias previstas para solicitar subvenciones o ayudas para mejorar la accesibilidad de las viviendas, tanto en el ámbito urbano, como rural; tanto para viviendas unifamiliares aisladas o independientes como para edificios colectivos. Se tiene en cuanta la edad, mayor de 65 o más años y también si hubiese discapacidad física, que recordamos se ha de solicitar la certificación de reconocimiento para acceder a los derechos.

En 2023 el plazo solo estará abierto en diciembre, pero serán publicadas con el doble de presupuesto en 2024 y 2025 y ello permite ir preparando la documentación. En viviendas unifamiliares la ayuda puede llegar a 6.000 euros, por ejemplo, para instalar un ascensor o equipamiento de grúas u otros productos para personas con dificultades de movilidad, hacer rampas, etc. que faciliten la vida con calidad. Existen además otros tipos de ayudas para hacer accesible la vivienda y otras para que sea más sostenible, por ejemplo, para el cambio de caldera de más de 10 años. Son 500 euros máximo y convocatoria anual, la última es de agosto y finaliza 15 de noviembre.

Y para facilitar la emancipación de las personas jóvenes, apoyo a las familias vulnerables, separados o divorciados, la Junta convoca ayudas para el alquiler tanto de una vivienda, como de una habitación donde poder vivir. Se dirigen a personas con rentas inferiores a 21 mil euros, y se incrementarán si son familias numerosas, o personas con discapacidad. Estas ayudas al alquiler se prevén para el medio rural y el plazo está abierto desde diciembre hasta 15 de enero de 2024.

Hogar dulce hogar, esa expresión que nos decimos cuando nos sentimos a gusto, como en casa. Un espacio propio construido de recuerdos. Cambiamos poco de casa, nos sentimos parte de ese espacio, y mantenerla actualizada, adaptada a las condiciones exigibles es una obligación que va repercutir positivamente en nuestra calidad de vida. Es nuestro principal patrimonio, nuestros ahorros más importantes que no se tienen que depreciar y tengan cuidado con las hipotecas inversas que ofrecen las entidades financieras.

 Una casa viva, es adaptable, accesible y sostenible.  ¡Feliz 2024!