02 Dic La teleasistencia pasa del teléfono fijo al móvil 5G.
El servicio de atención de la Diputación de Barcelona se digitaliza para poder realizar videollamadas y conectarse a sensores.
David Guerrero
Los colgantes con un botón rojo que permiten llamar automáticamente a los servicios de asistencia se han convertido en un acompañamiento fundamental para las personas mayores que viven solas. Unas 90.000 personas disponen de este dispositivo en la provincia de Barcelona.
El funcionamiento hasta ahora era tan simple como una llamada desde el teléfono fijo del domicilio del anciano. Si le pasaba algo en la escalera cuando salía a comprar o estaba lejos del teléfono, el sistema perdía toda la utilidad. La Diputación de Barcelona ha aprovechado que tenía que sacar a concurso el contrato público de prestación del servicio para renovarlo con un componente más tecnológico e incorporando la transmisión de datos.
El teléfono fijo –elemento en peligro de extinción– dejará paso a unos teléfonos móviles con tecnología 5G pero de extrema sencillez para que los menos hábiles con la tecnología puedan manejarlo. “Le damos la vuelta a un servicio clásico gracias a la digitalización con el objetivo de ayudar a la autonomía personal de los usuarios”, resume Lluïsa Moret, diputada del área de cohesión social y ciudadanía de la Diputación de Barcelona. La también alcaldesa de Sant Boi de Llobregat considera que “el cambio abre muchas posibilidades de un seguimiento más a medida y proactivo”.
La tecnología es el medio para conseguir la mejora del servicio con una atención más proactiva.
El uso de videollamadas, por ejemplo, es una de las opciones que ahora se abren. Además, se podrá conectar a sensores de seguridad que detecten situaciones de riesgo por caídas, dispositivos externos de regulación de la climatización del hogar o medidores de constantes vitales para la monitorización de pacientes.
La tecnología, al fin y al cabo, es el medio para conseguir la mejora del servicio con una atención más proactiva, en la que no solo se comuniquen los usuarios en caso de emergencia o de manera periódica para saber que todo está en orden, sino que haya “un acompañamiento personalizado y adaptado a la realidad de cada una de las personas”, apunta Moret.
La pandemia ha dado aún más importancia a este aspecto. Los ayuntamientos y el servicio de teleasistencia de la Diputación se volcaron en realizar llamadas a personas que viven solas durante las semanas de confinamiento más duro. Esa voz al otro lado del teléfono con un poco de compañía en un momento de zozobra les podía cambiar el día.
La actuación es una de las más destacadas de las explicadas ayer en el salón virtual Smart City Live. El cambio se empezará a realizar de manera gratuita para los usuarios a partir de mayo del año que viene, cuando entra en vigor el nuevo contrato con un presupuesto de casi 63 millones de euros. Será una renovación progresiva, substituyendo el 25% de los aparatos durante los próximos tres años y con el objetivo de haber finalizado el cambio a cinco años vista.