08 May La tarjeta europea para personas con discapacidad se abre paso en la Eurocámara: será gratuita y dará acceso prioritario.
Será gratuita y garantizará acceso prioritario y estacionamientos reservados para las personas con discapacidad, incluidos turistas y estudiantes de Erasmus+.
2024. El Periódico
Silvia Martínez
Bruselas lanzó la idea de crear una tarjeta europea para personas con discapacidad en septiembre del año pasado para garantizar a este colectivo un trato preferente en el transporte, en museos, en eventos culturales o centros deportivos. Ocho meses después la iniciativa está a punto de hacerse realidad. Este miércoles ha recibido el aval, por 613 votos a favor, 7 en contra y 11 abstenciones, del Parlamento Europeo con lo que el último paso será la aprobación definitiva por parte del Consejo.
La norma crea una tarjeta de discapacidad a escala europea, para garantizar que las personas con discapacidad acceden a condiciones preferentes no solo en sus Estados miembros sino también cuando se desplazan a otros países de la UE, como tasas de entrada reducidas o nulas, acceso prioritario o aparcamientos reservados. Tanto la tarjeta europea de discapacidad como la tarjeta europea de estacionamiento darán a sus titulares y acompañantes, así como a los animales de ayuda, acceso a la mayoría de las mismas condiciones de las que gozan a nivel nacional.
“La importancia de la tarjeta europea de discapacidad va más allá de facilitar simplemente los viajes; demuestra el compromiso de la UE de garantizar la libre circulación de todos los europeos”, ha destacado de la iniciativa la ponente del informe, la liberal eslovaca, Lucía Iuris Nicholsonová. Hasta ahora no existía en la UE el reconocimiento mutuo de la situación de discapacidad entre los 27 Estados miembros aunque una de cada cuatro personas en la UE (unos 101 millones de personas) tienen algún tipo de discapacidad.
Gratuita y en formato físico
Las nuevas normas solo se aplicarán a las estancias de corta duración aunque como excepción también se podrán beneficiar los titulares de tarjetas de discapacidad que se trasladan a otro Estados miembros miembro programas como el Erasmus +. En el caso de la Tarjeta Europea de Discapacidad se expedirá en formato físico -en formato digital cuando esté disponible- y será gratuita (también su renovación). No obstante, los países podrán decidir si cobrar por ella en caso de pérdida o deterioro.
En cuanto a la Tarjeta Europea de Estacionamiento para personas con discapacidad, que ya existe en todos los Estados miembros, se expedirá en formato física y los países podrán cobrar por los costes administrativos de emisión y renovación de la tarjeta.
La Directiva exigirá tanto a los Veintisiete como a la Comisión que den a conocer las tarjetas, en particular mediante la creación de un sitio web europeo centralizado. Este sitio web estará vinculado a las webs nacionales, con información sobre cómo obtener, utilizar y renovar las tarjetas e información sobre las condiciones preferenciales. La cámara también ha dado luz verde al acuerdo político entre Consejo y Parlamento sobre la ampliación de las tarjetas a nacionales de terceros países que residen legalmente en la UE. Esto incluye a solicitantes de asilo y apátridas.
En el acuerdo político pactado por los colegisladores, Consejo y Parlamento Europeo, en febrero acordaron que los Estados miembros tendrán 2,5 años para adaptar la legislación nacional y 3,5 años para aplicar la directiva. Además, las organizaciones que representan a las personas con discapacidad participarán en lGRa implementación y evaluación de la Tarjeta Europea de Discapacidad y de la Tarjeta Europea de Aparcamiento para personas con discapacidad.