La soledad no deseada: duele (físicamente) y puede ocurrir a cualquier edad.

La soledad no deseada: duele (físicamente) y puede ocurrir a cualquier edad.

La Cruz Roja pone en marcha el programa ‘Te acompaña’, un servicio para combatir la soledad ‘que duele’.

Carlota Fominaya

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«La soledad no deseada es un sentimiento doloroso, sostenido en el tiempo, que está provocado por una falta de relación con otras personas y una desvinculación con el entorno, hablamos de una soledad que duele. Las personas sienten que no pueden compartir sus vivencias con nadie o no tienen a quien acudir cuando lo necesitan», apunta Toni Bruel, coordinador general de Cruz Roja Española. Con el objetivo de combatir esta lacra invisible y en evidente aumento, la entidad ha puesto en marcha el programa Cruz Roja Te Acompaña.

El aislamiento involuntario es un problema cada vez mayor en nuestra sociedad. De hecho en España, según datos del INE (Encuesta Continua de Hogares, 2020), cerca de 5 millones de personas viven solas (un 2 por ciento más que el año anterior) de las que más de 2,1 millones son mayores de 65 años. De ellas, el 70,9 por ciento son mujeres (1,5 millones) frente al 29,1 por ciento, que son hombres (620.000).

Hay muchos factores que podrían explicar que este sentimiento, lejos de reducirse, se incremente. Según Sacramento Pinazo Herrandis, Doctora en Psicología de la Universidad de Valencia y presidenta de la Sociedad Valencia de Geriatría y Gerontología, «los cambios en los estilos de vida, las nuevas tecnologías, así como los nuevos parámetros y prioridades de nuestra sociedad, que va hacia el individualismo y donde se ha perdido el apoyo de la sociedad, contribuyen a que no estemos creando sociedades amigables. Hemos roto el tejido que protegía a las personas».

Ahora sabemos también que la soledad, añade Sacramento Pinazo Herrandis, «puede tener graves consecuencias para las personas socialmente aisladas, con impactos a nivel físico, psicológico y social: incrementa la morbilidad, disminuye la satisfacción vital y predispone a sufrir alteraciones en la salud física y mental». «Esa sensación de fracaso, de no aceptación por parte del grupo, de exclusión… Acaba por aumentar el cortisol y reducir la capacidad del sistema inmunológico, lo que a la larga supone un deterioro cognitivo que hará que la muerte se adelante o sea más prematura».

La realidad es que la percepción social más extendida identifica la soledad como un asunto que afecta exclusivamente a las personas mayores. Sin embargo, recuerda Olga Díaz Escalona, subdirectora del Área de conocimiento de Inclusión Social de Cruz Roja Española, «la soledad no tiene edad, ni género, ni siquiera tiene que ver necesariamente con vivir solo o sola. Podemos estar rodeados de personas, de familia o amigos y, sin embargo, sentir soledad». Por este motivo, recuerda Toni Bruel, el perfil de las personas al que se dirige este servicio: personas mayores, con discapacidad, migrantes, jóvenes o mujeres en dificultad social que se sienten solas y necesitan restaurar sus conexiones sociales. «Una llamada, un mensaje, pueden cambiarlo todo», afirma.

Las personas que así lo necesiten podrán acceder a ‘Te Acompaña’ de forma gratuita a través de los distintos canales disponibles, como son el teléfono gratuito 900444111, el chat en la web www.teacompaña.es o las redes sociales de Twitter, Facebook e Instagram, y está atendido por voluntariado especializado en escuchar, informar y acompañar a las personas que contactan para reducir su sentimiento de soledad y promover su activación personal y social, adquirir conocimientos o despertar intereses que faciliten la creación de nuevas conexiones sociales, y, en definitiva, contribuir a que puedan mejorar su calidad de vida.



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