29 Dic La soledad como cuestión de Estado: el Gobierno ultima un plan para atajar el aislamiento de los más vulnerables.
El Imserso tendrá el borrador de una estrategia nacional para combatir el aislamiento involuntario en el primer trimestre de 2023 y lo llevará al Consejo de Ministros para su aprobación por esas mismas fechas.
Nieves Salinas
La soledad no deseada -la que uno no elige, la que viene impuesta- es una realidad. Incómoda, claro que sí. También motivo de preocupación porque azota, principalmente, a los más vulnerables. Aunque no sólo. El 16,5% de los jóvenes españoles dicen sentirse solos, una cifra que en el caso de la población en general se sitúa en el 10,9%, según un reciente estudio. El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 lleva meses trabajando en una estrategia nacional para combatir esta lacra. Desde el departamento que dirige Ione Belarra avanzan a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que se está diseñando con un alcance temporal de 2023 a 2030 y, entre sus objetivos, está reducir los niveles de soledad en las personas mayores y en situación de dependencia.
En abril de 2022, la Fundación ONCE -en colaboración con entidades como Cruz Roja, ONCE, Federación Española de Municipios y provincias (FEMP), Plataforma del Tercer Sector, Plataforma del Voluntariado o Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social- presentaba el Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada (SoledadES), un espacio de intercambio de investigaciones que pretende conocer la dimensión del aislamiento involuntario en que viven muchas personas en España y aportar soluciones.
Una de cada cuatro personas piensa que la soledad no deseada es uno de los principales problemas sociales a los que se enfrenta el país.
Un informe de noviembre de este Observatorio concluye que una de cada cuatro personas piensa que la soledad no deseada es uno de los principales problemas sociales a los que se enfrenta el país. El 90% piensa que todos podemos sufrir soledad en algún momento de nuestra vida y el 70%, conoce a personas en su entorno que sufren aislamiento involuntario.
Hay más datos preocupantes como que el 16,5% de los jóvenes dicen sentirse solos, una cifra que se sitúa en el 10,9%, si se habla de población general. La cifra cobra mayor gravedad si se tiene en cuenta que el 12,5% de los jóvenes asegura no contar con nadie que les ayude cuando tienen problemas, algo que en el caso de la población en general le ocurre al 9 %. Por eso, el 82 % de los españoles considera que es tarea de todos luchar contra este mal y el 72,5 %, que debe ser una cuestión prioritaria para las administraciones.
UNA CUESTIÓN DE PRIMER ORDEN
El Gobierno también considera que se trata de un tema de enorme calado y al que hay que dar prioridad. El Ministerio de Derechos Sociales explica a este diario que la estrategia nacional en la que trabaja era uno de los objetivos centrales del Ejecutivo que no ha podido implementarse hasta ahora debido a los dos años de pandemia. «La voluntad del Ejecutivo es firme, por lo que se cumplirá su aprobación dentro de la legislatura, tal y como se comprometió», indican desde Derechos Sociales.
El Imserso planea tener el borrador de la estrategia para el primer trimestre de 2023 y hacer una ronda consultiva con los órganos autonómicos y entidades a inicios de año.
El Imserso planea tener el borrador de la estrategia para el primer trimestre de 2023, para poder hacer una ronda consultiva con los órganos autonómicos y entidades como el Consejo Estatal de las Personas Mayores a inicios de año, y llevarla así al Consejo de Ministros para su aprobación por esas mismas fechas. Así el documento sería de cara al periodo 2023-2030 con planes operativos de dos años, el primero correspondiente a 2023-2024. ¿De qué mes del primer trimestre se estaría hablando?. Desde Derechos Sociales responden: todavía no está cerrado.
Por ahora, abundan desde este departamento, se ha realizado un proceso de consulta con el tercer sector, expertos e instituciones académicas, con el profesional técnico del Imserso y con los ayuntamientos de la red de ciudades y comunidades «amigables con las personas mayores». Posteriormente, y como se ha mencionado, el borrador se presentará al Consejo Territorial donde participan las comunidades autónomas.
PLAN ESPECÍFICO PARA LOS MAYORES
Pero, ¿ en qué consiste en concreto esa estrategia?. La elaboración del borrador contempla dos aspectos, por un lado un documento marco estratégico al que podrán vincularse otros ministerios o direcciones generales para que puedan alinear la erradicación de la soledad en la planificación de sus medidas (desde educación, reto demográfico, etc) y, por otro lado, un plan específico para personas mayores y dependientes y para cuidadores.
Fuentes del departamento que encabeza Ione Belarra detallan: para su elaboración, el Imserso ya ha dado, entre otros, los siguientes pasos: primero, diseñar una hoja de ruta hasta que ese plan sea aprobado. Después, hacer un diagnóstico de la situación -cuántas personas viven solas porque no tienen otro remedio y por qué- para conocer cuál es el punto de partida sobre el que construir la estrategia. En este apartado, se incluirán las experiencias regionales y municipales aprobadas o en fase de desarrollo, así como información de servicios o programas ofertados por territorios que aún no han elaborado su propio plan.
LA EXPERIENCIA JAPONESA
Pero, también, de otros países, como Canadá o Japón, donde, ante terribles cifras relativas al suicidio, las autoridades niponas anunciaron en 2021 la creación de un Ministerio de la Soledad, en la línea de lo que había trabajado Reino Unido años antes. El objetivo, trabajar precisamente para tratar temas como la prevención del suicidio, el cuidado de los ancianos y la pobreza infantil.
En España, el Ministerio de Derechos sociales recabará tanto las experiencias internacionales como los estudios e informes de organizaciones internacionales, principalmente la Comisión Europea, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). También, barajará estudios e informes de grupos de investigación, fundaciones y organizaciones especializadas, artículos científicos y bibliografía especializada. Y quiere contar con datos estadísticos y estudios de fuentes diversas, desagregando por territorios, edad y sexo.
Con toda esa información, explican desde este departamento, la estrategia se está diseñando con un alcance temporal de 2023 a 2030. Está enfocada a la soledad no deseada de las personas mayores, de forma prioritaria, pero incluye a las personas en situación de dependencia incorporando así a personas con discapacidad. Otros colectivos (por ejemplo, personas jóvenes) podrán beneficiarse de esta iniciativa.
Derechos Sociales admite que, durante el diagnóstico realizado desde el Imserso sobre esta realidad se ha podido observar «tanto una limitación en los datos disponibles, como una necesidad de instrumentos de medición o una limitada evidencia sobre resultados de las intervenciones que ya están en marcha». Por eso, añaden, se trabaja para plantear un Observatorio de la Soledad nacional -no tiene que ser un organismo como tal, si no que puede tener forma de plataforma técnica que sirva para aunar recursos, herramientas, encuestas…, matizan- que podría ser referente y ofrecer pautas para la acción de otras entidades similares que ya existen, como la de la Fundación ONCE.
Entre las conclusiones de esa valoración que se ha llevado a cabo, se ha visto que hay más soledad en las mujeres -por motivos como la viudedad, el hecho de que sean más longevas, una mayor carga de cuidados o menos vínculos sociales vinculados al ámbito laboral- y, también, cómo afecta la realidad demográfica y económica a la soledad.