La SEOM señala al cáncer de testículo como modelo de respuesta a la quimio

La SEOM señala al cáncer de testículo como modelo de respuesta a la quimio

La tasa de curación de este tumor es muy elevada con el tratamiento

La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha reivindicado el progreso científico en la materia al señalar al cáncer de testículo como modelo histórico de respuesta deseable al tratamiento con quimioterapia.

Y lo ha hecho en el contexto de la campaña ‘En Oncología cada avance se escribe con Mayúsculas’, que lleva a cabo esta sociedad científica desde febrero de 2013 y cuyo objetico reside “dar a conocer la evolución y los avances médicos que se han sucedido en las últimas décadas en el tratamiento de los diferentes tumores”.

Cada mes y desde entonces, la SEOM emite notas de prensa con los hitos más destacados en las diferentes patologías oncológicas.

En el caso del tumor de testículo, se trata del tumor más frecuente en varones con menos de 35 años; su incidencia anual en España es de 823 casos y el 95 por ciento de éstos se cura con los tratamientos actuales. La prevalencia a cinco años del tumor es muy alta: 3.242 casos.

En la segunda mitad del siglo XX –ha recordado la SEOM– el cáncer germinal de testículo se convirtió en el paradigma de tumor metastásico curable con quimioterapia. En 1956, se descubre el primer tratamiento quimioterápico eficaz para el tratamiento del coriocarcinoma.

Este hito dio lugar al tratamiento actual de la enfermedad trofoblástica gestacional y salva miles de vidas todos los años, pero no es hasta 1976 cuando el cáncer de testículo se convierte en un modelo de enfermedad curable –matiza el comunicado–.

La introducción del tratamiento con cisplatino, y el desarrollo de esquemas de combinación, aumentó las tasas de curación de un 10 por ciento a un 60 por ciento. Posteriormente, el desarrollo de los esquemas actuales, mejor tolerados, consigue tasas de curación del 90 por ciento en enfermedad metastásica.

Durante la década de los 80, debido a su extraordinaria sensibilidad al tratamiento con platino, se desarrollan esquemas de tratamiento de rescate con dosis altas de quimioterapia y rescate con células madre hematopoyéticas (Taspe) que son capaces de curar a un subgrupo de pacientes resistentes a múltiples líneas de tratamientos.

En las últimas décadas se han centrado los esfuerzos en disminuir la toxicidad de los tratamientos, optimizar el seguimiento y adecuar el tratamiento de soporte de los largos supervivientes.

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