LA SALUD, LO PRIMERO

LA SALUD, LO PRIMERO

Ana Isabel Esteban
Presidenta de Solidaridad Intergeneracional

Desde que se inició la pandemia llevamos 34.010.143 casos Covid-19 en el mundo y 1.014.058 fallecidos. Cada 3 días en Septiembre se ha aumentado encasi un millón de casos.  A este ritmo, muy superior al del inicio del verano, Europa se ha convertido en uno de los epicentros de la pandemia de nuevo. Del millón de casos en Europa, España se lleva casi la mitad. Dentro de España, la Comunidad de Madrid suma un total de 214.000 casos con PCR, -solo en Septiembre más de 88.000- de un total de 769.188 españoles/as afectados desde el inicio de la pandemia.

A estas alturas ya todos conocemos lo que hay que hacer para prevenir el contagio, aunque cada día van publicándose estudios con evidencia científica que van aclarando aún más los riesgos que corremos en espacios cerrados sin ventilación natural, en grupos grandes y bulliciosos sin distancia y/o sin mascarilla, destacando que el contagio por aerosoles -micropartículas con virus suspendidas en el aire- es real y por ello la mascarilla es imprescindible siempre y cuanto más segura, mejor. Es decir, mejor una FFP2, que una quirúrgica.

Esta tercera pandemia del Siglo XXI nos ha tocado de lleno como la gripe de 1918. Y poco hemos aprendido desde entonces, como se puede comprobar en el libro publicado en 2018, «El Jinete Pálido de Laura Spinney» que cuenta aquella pandemia, similar a la actual, pero con menos medios y menos ciencia que en la actualidad. Aquel desastre no tendría que haberse olvidado, -entre 50 y 100 millones de muertos- debería explicarse en las escuelas que los virus son nuestro talón de Aquiles y pueden destruir la humanidad.

El homo sapiens desde que hace 10.000 años comenzó a domesticar animales y plantas, mantiene una relación estrecha con otros animales, que junto a la concentración de población, la masificación de zonas urbanas y el cambio climático, han creado un caldo de cultivo que facilita la transmisión de bacterias, virus… entre especies, y aunque parezca difícil, lo cierto es que no es imposible, como estamos comprobando. Hemos descubierto que el sistema de salud pública no era tan bueno como nos contaban y en cuanto existe una grave dificultad como la actual, dejan sin atención primaria a la población y se colapsan los hospitales.

Nos creemos superiores y pensamos que a nosotros no nos va a tocar, pero cuando baja la marea, se sabe quién nadaba desnudo, dice Buffet y los datos dejan constancia de que se ha hecho para evitar la propagación en cada Comunidad Autónoma.

Esta crisis sanitaria está poniendo en evidencia el sistema de cuidados a personas con discapacidad y/o dependencia, especialmente en los centros residenciales. El coronavirus afecta especialmente a las personas de más edad con enfermedades previas, siendo población diana las que viven en centros residenciales, aunque en esta segunda ola en la que nos encontramos, ya son muchas las personas que llegan a los hospitales por contagios en el ámbito familiar.

La responsabilidad de atajar esta pandemia es de todos. La población de todas las edades tiene que respetar las medidas, que aprueben las autoridades sanitarias, basadas en evidencia científica. Solo el conocimiento, la ciencia y la cooperación vencerán al virus.  Priorizar la actividad económica de algunos sectores conviviendo con el virus, ya se ha demostrado que ni la protege, ni logramos detener las muertes y las secuelas graves que deja este coronavirus. La responsabilidad de propagar el virus cuando se tiene PCR + y no respeta la cuarentena, es individual y tiene que estar penalizada firmemente. Contagiar puede matar, lo mismo que ir borracho/a conduciendo.

PROTECCION Y DERECHOS

Queremos la protección que ofrece el gobierno alemán a sus ciudadanos, que también logró China.  Solamente con 50 afectados en una población de 100.000 se interviene para liquidar el virus. En España, acaba de aprobar el Ministerio de Sanidad, a pesar de algunas CC.AA. medidas que restringen parcialmente nuestra libertad, la movilidad, a partir de 500 casos por cada 100.000 habitantes. Poco tienen que ver estas medidas con lo hecho  por ejemplo en Nueva Zelanda, que han vencido al virus.

Los derechos son incuestionables y las personas por tener más años no tienen menos derechos. Al discriminar por razón de edad, se le llama EDADISMO y es inhumano el triaje(selección) que se ha hecho con las personas mayores afectadas por coronavirus.

Si queremos llegar a Navidades y celebrarlas con la familia, no contagies, por qué lo primero es la salud.