04 Jun La osteoporosis, una enfermedad indolora y asintomática difícil de identificar a tiempo.
Una alimentación saludable, vida sana y hacer ejercicio son las tres claves para prevenirla.
Marta Vicente
La osteoporosis es una enfermedad que consiste en la disminución de la densidad de la masa ósea que da lugar a una mayor fragilidad de los huesos. Esto nos puede llevar a sufrir una fractura con gran facilidad, ya sea después de un golpe o de forma espontánea, sin necesidad de existir un impacto previo. Además, la edad es un factor de riesgo que favorece el desarrollo de esta patología e, incluso, a partir de los 65 años, las roturas de huesos pueden ser un verdadero problema médico y sanitario.
Tal y como explican desde Quirónsalud (@quironsalud), la osteoporosis es una enfermedad “de difícil diagnóstico precoz” debido a su naturaleza “indolora y asintomática”, lo cual provoca que, en la mayoría de los casos, se identifique cuando ya se ha producido la fractura. Por ello, el Servicio de Reumatología del Hospital Universitario General de Villalba, perteneciente a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, insiste en la importancia de su prevención y nos da las claves necesarias para retrasar o evitar la aparición de la osteoporosis.
En esta línea, la doctora Almudena Román, especialista del citado servicio, sostiene que es cierto que existen factores inevitables que están vinculados a la osteoporosis y que no se pueden modificar, entre los que podemos destacar la edad, a causa de la pérdida de calidad del hueso por el envejecimiento, y el género, con una manifestación más frecuente en mujeres por un motivo hormonal, sobre todo, después de la menopausia. A pesar de esto, Román afirma que “hay conductas y hábitos que sí están en nuestra mano para prevenir su aparición y evitar su desarrollo, modificando y cuidando nuestro estilo de vida”.
La importancia de mantener una alimentación equilibrada
Para conseguirlo, Almudena Román señala que es fundamental llevar una vida sana, por lo que, de primeras, debemos eliminar tóxicos como el tabaco o el alcohol, ya que «se sabe que los fumadores tienen más riesgo» de desarrollar la osteoporosis. Igualmente, informa de que mantener una alimentación equilibrada, al estilo de dieta mediterránea, también es de vital importancia: «Lo recomendable es una ingesta de 1 gramo diario de calcio», sugiere.
Asimismo, la doctora defiende que, frente a la creencia popular, no es necesario acudir siempre a la leche y sus derivados como principal fuente de calcio, porque existen muchos otros alimentos que también aportan este mineral y que nos pueden proporcionar la cantidad necesaria para la correcta salud de nuestros huesos:
- Verduras, como las espinacas, el brócoli o las acelgas.
- Legumbres, como los garbanzos.
- Pescado.
- Frutos secos, como las almendras o las nueces.
“Diez minutos de paseo diarios son suficientes”
Román continúa con otros aspectos importantes para combatir la osteoporosis. En primer lugar, asegura que tenemos que cuidar los niveles de vitamina D con una exposición solar adecuada: “Diez minutos de paseo diario son suficientes para alcanzar los niveles óptimos de esta vitamina”, apunta.
Por otro lado, la reumatóloga del hospital villalbino declara que debemos huir del sedentarismo llevando una vida activa y haciendo ejercicio: «No hace falta que sea un ejercicio intenso ni es necesario ir al gimnasio», matiza, ya que “una de las actividades más beneficiosas para la generación de hueso es algo tan sencillo como caminar». El simple hecho de coger el hábito de salir a dar un paseo nos ayuda, en gran medida, a luchar contra la osteoporosis, debido a que «el hueso está vivo, se forma y se destruye constantemente, y caminar es el principal estímulo para su formación«, añade.
Una enfermedad difícil de identificar
Como hemos comentado previamente, la osteoporosis, a menudo, se detecta cuando ya se ha producido una fractura y, por consiguiente, es demasiado tarde.
Dicho esto, la doctora considera que «lo ideal sería poder identificar qué paciente tiene riesgo e intentar que no se desarrolle». Para lograrlo, aconseja elaborar un estudio completo del paciente después de que haya sufrido una caída con fractura y –a pesar de que reconoce la dificultad que esto conlleva– poner especial vigilancia a aquellos que tomen algún fármaco que pueda favorecer la osteoporosis. “Ahora, los médicos están muy concienciados y, cuando hay algún paciente de riesgo en Atención Primaria, nos lo derivan para que le hagamos una evaluación completa», indica.
A su vez, Quirónsalud enumera las tres pruebas básicas que manejan los especialistas:
- La analítica para conocer los valores de calcio, fósforo, magnesio y hormonas.
- La densitometría para calcular la cantidad de hueso del paciente.
- La radiología para identificar fracturas que pueden pasar desapercibidas, especialmente en la espalda.
A estos tres pilares hay que sumarles una óptima anamnesis del paciente, en la que se evalúan otros factores ligados a la enfermedad: edad, estado hormonal, hábitos tóxicos, tipo de vida (activa o sedentaria), ingesta de calcio diaria, consumo de fármacos, enfermedades asociadas, entre otros. Toda esta información sirve para realizar un diagnóstico completo, así como para determinar el riesgo del paciente y saber si es candidato al tratamiento.
Finalmente, Almudena Román aclara que «la Reumatología ha avanzado mucho en los últimos años. Con los nuevos tratamientos, podemos frenar la pérdida de masa ósea, incluso ganarla, pero requiere un seguimiento periódico y mantenido en el tiempo». “Disponemos de fármacos que se encargan de detener la destrucción del hueso, otros que se ocupan de su formación, etc. Dependiendo del perfil del paciente y del tipo de fractura, podemos combinar unos y otros de una manera segura y eficaz para tener un hueso de mejor calidad y disminuir así la aparición de nuevas fracturas», especifica la doctora.