20 Jul La OCDE augura que el paro se disparará al 25,5% si hay rebrote.
El organismo advierte que Baleares y Canarias pueden destruir más del 40% de sus empleos.
Javier Tahiri
Solo Sudáfrica superará en desempleo a España ante el envite de la crisis del coronavirus entre los 33 países de todo el globo que analiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su informe «Perspectivas de empleo 2020». Según las previsiones de la organización comandada por Ángel Gurría, nuestro país cerrará este año con una tasa de desempleo del 21,8% que podría dispararse aún más, al 21,5%, si se produce un nuevo rebrote en otoño. En ambos escenarios España se convertirá en el segundo país de la OCDE con una mayor tasa de paro, solo superada por el 35% que marcará Sudáfrica. El desempleo medio proyectado para el año 2020 sería del 19,2% en el escenario de un solo brote, y del 20,1% en el caso de un segundo brote.
La comparativa que realiza el organismo frente al resto de países de la organización deja varias conclusiones inquietantes. España es el país de la OCDE donde más empleados tienen riesgo de contagio en su lugar de trabajo, con un 55,9% del total que contrasta con el 48,1% de media en la organización, siendo España, junto a Eslovaquia, el país donde menos trabajos se pueden ejercer desde casa (solo un 24% frente al 31,2% de media o el 31,6% de Alemania).
«La proporción de trabajadores empleados en trabajos en riesgo varía del 39% en Luxemburgo al 56% en España, lo que refleja las diferencias entre los países en cuanto a la composición ocupacional», sostiene el informe.
España tiene un mayor porcentaje de trabajos en los que se mantiene algún tipo de contacto físico por el elevado peso de restauración, turismo y hostelería frente a otros países. Más del 50% de los empleos del país proceden de los sectores más afectados por el confinamiento y la epidemia, recoge el «club de los países ricos», que aglutina a las 34 economías más industrializadas.
Así, la caída del empleo en España este ejercicio va a ser de las más intensas de los países miembros de la OCDE, con un desplome de la afiliación del 5,28 % en caso de que no haya una segunda oleada de la pandemia y del 6,37% si esta finalmente se produce, frente a la media de la OCDE, del 4,09 y del 4,98%, respectivamente.
Un rebrote en el caso de España puede añadir un daño económico agravado, en un momento en el que la OCDE calcula que nuestro país es el que ha sufrido una mayor caída de su Producto Interior Bruto (PIB) en la primera mitad del año, un 19%, frente al 16,7% de Italia, el 18% de Francia, el 15,1% de Portugal o el -12,9% de Alemania.
Junto a ello, la OCDE cree que los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que han utilizado la plana mayor de países, deben mantener los incentivos públicos desplegados mientras duren las limitaciones a la movilidad y la crisis. Sin embargo, advierte que «fijar límites a los esquemas de protección del empleo ayuda a reducir el riesgo de apoyar trabajos que ya no son viables, incluso a largo plazo». Es decir, en algún momento deberán acabar las ayudas, ya que muchos de los trabajos ahora en ERTE se extinguirán.
Al observar las estadísticas de la organización, España es un país que ha hecho uso de los ERTE con menor intensidad que otros: mientras que se han acogido a ellos unos tres millones, esto es, un 18% de asalariados, la media de la OCDE arroja un 25%.
«No tiene sentido que los ERTE acaben financiando a empresas zombies o insolventes», abundó ayer al respecto el responsable de análisis económico de BBVA Research, Rafael Doménech, en un coloquio online organizado por la Fundación Ramón Areces.
Asimismo, el informe de la OCDE señala que España ha sido «el único país de la OCDE que reconoce la Covid-19 como enfermedad profesional para todos los empleados». «Gracias a esta medida, una mayor parte de los salarios de los empleados elegibles fue compensada con el pago de la baja por enfermedad», recoge el documento.
El turismo, en la diana
Las consecuencias de la crisis serán especialmente reseñables en las regiones más turísticas. La OCDE se refiere en concreto a las comunidades insulares en el caso de España ya que, apunta «varios de los principales destinos turísticos (como las Islas Baleares y las Islas Canarias) pueden enfrentarse a una gran caída del empleo». En concreto, la institución calcula que ambas regiones podrían perder más del 40% de sus empleos por la crisis del coronavirus.
«Las regiones turísticas en ocasiones ofrecen los porcentajes más elevados de puestos de trabajo en peligro. En Europa, algunos destinos turísticos masivos como Creta, las islas del Mar Egeo y del Mar Jónico (en Grecia), las islas Canarias y Baleares (en España) o la región del Algarve en Portugal pueden perder un 40% o más de sus puestos de trabajo», alerta el documento.
Ante estas cifras, la OCDE advierte de que sectores enteros pueden someterse a una reconversión como hizo la industria en los ochenta: para ello el organismo recomienda fomentar el reciclaje mediante itinerarios formativos y tira de las orejas a España por su elevada temporalidad -la mayor de Europa, con una tasa del 25%- y el enorme abandono escolar que aqueja frente al resto (un 17,9%, el peor dato de la Unión Europea).