13 Jun La nueva normalidad fija en 1,5 metros la distancia de seguridad.
El empresario deberá evitar la afluencia masiva en los puestos de trabajo.
Celeste López
Los besos de hola y adiós, tan nuestros. Ese tocar una y otra vez al amigo con el que interactúas. Ese abrazo espontáneo que se da ante una noticia buena o mala…Todo ello deberá esperar un poco más. O mucho. En concreto, hasta que haya una vacuna que combata de una vez a este coronavirus que ha puesto al mundo del revés, o hasta que haya un tratamiento eficaz. La nueva normalidad, esa en la que entra el próximo 21 de junio todo el territorio español, esté en la fase de desescalada que esté, seguirá regida por la distancia física interpersonal y las mascarillas, tal y como adelantó La Vanguardia el pasado 3 de junio.
Eso sí, la distancia de seguridad se ha reducido un poco, en concreto en medio metro. Ya no será necesario guardar los dos metros de distancia entre las personas sino 1,5 metros. Un dato importante que tener en cuenta en el mundo laboral (distancia entre mesas), en la hostelería, en el sector educativo (reestructuración de las aulas) y, en definitiva, en todos los sectores sociales y económicos.
Así lo indica el real decreto que regula la nueva normalidad aprobado ayer por el Consejo de Ministros y que ahora deberá ser ratificado por el Congreso de los Diputados antes de treinta días. En principio, el Gobierno cuenta con apoyos suficientes tras el sí de Ciudadanos y del PNV.
Multas de 100 euros por no llevar mascarilla
En cuanto a las mascarillas, se confirma que han venido para quedarse durante un largo periodo de tiempo. Esta prenda seguirá siendo de uso obligatorio cuando no se pueda mantener las distancias en la vía pública, en la calle, así como cuando no se pueda garantizar la distancia física en los espacios cerrados. Especialmente importante es en los comercios y en el transporte público, mientras que cuando uno vaya en un coche, si pasajeros y conductores no son convivientes, deberán también llevarla. No hacerlo estará castigado con 100 euros de multa.
Turnos de trabajo
En el mundo laboral, el real decreto insta a que “el titular de la actividad económica o, en su caso, el director de los centros y entidades adopte las medidas para evitar la coincidencia masiva de personas en los centros de trabajo durante las franjas horarias de previsible mayor afluencia; adoptar la ordenación de los puestos de trabajo; la organización de los turnos y las condiciones de trabajo de forma que se garantice el mantenimiento de la distancia de seguridad interpersonal”.
Además, se mantendrán las medidas de prevención e higiene actuales y la limpieza y desinfección del espacio al menos dos veces al día, así como la organización de la circulación de personas para reducir los contactos entre los compañeros de trabajo.
La Covid-19, declaración obligada
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, explicó que la Covid-19 se considerará desde ya una enfermedad de declaración obligatoria urgente. Se introduce, además, el deber de las comunidades de suministrar información cuando se produzcan situaciones de emergencia para la salud pública, para garantizar la adecuada coordinación entre las autoridades sanitarias y reforzar el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud.
Control en los aeropuertos
Aunque había muchas dudas sobre la eficacia de los controles sanitarios en los aeropuertos, el Ministerio de Sanidad finalmente ha optado por ello. De esta manera. Aena pondrá a disposición de Sanidad Exterior los recursos humanos, sanitarios y de apoyo necesarios con el fin de garantizar el control sanitario de la entrada de los pasajeros de vuelos internacionales.
PCR a todo caso sospechoso
Las comunidades deberán seguir facilitando los datos necesarios para el seguimiento y la vigilancia epidemiológica de la Covid-19, así como la situación de la capacidad asistencial (camas de UCI, entre otras) y las necesidades de recursos humanos (las comunidades deberán velar por garantizar un número suficiente de profesionales involucrados en la prevención y el control de la enfermedad, su diagnóstico temprano, la atención a los casos y la vigilancia epidemiológica) y materiales.
Los servicios de salud de todas las autonomías deberán garantizar que, en todos los niveles de la asistencia, y de forma especial en la atención primaria, se le realizará a todo caso sospechoso una prueba diagnóstica por PCR u otra técnica de diagnóstico molecular, tan pronto como sea posible desde el conocimiento de los síntomas, y que toda la información se transmita en tiempo y forma. Las autoridades sanitarias tendrán que crear planes de contingencia para asegurar una respuesta rápida y coordinada.
Geles suficientes
El real decreto incorporará las medidas necesarias para garantizar la disponibilidad de mascarillas quirúrgicas, geles hidroalcohólicos y otros productos sanitarios necesarios para la protección de la salud. El stock o las cantidades suministradas de los medicamentos considerados esenciales en la gestión de la crisis sanitaria tendrá que ser comunicado a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios para garantizar en todo momento su abastecimiento.
Cuando exista una situación de excepcionalidad sanitaria o cuando la situación de vulnerabilidad del paciente lo requiera, las comunidades podrán establecer las medidas oportunas para la dispensación de fármacos de forma no presencial.
En busca de contactos
Los establecimientos, medios de transporte o entidades públicas o privadas están obligados a dar la información que las autoridades sanitarias les requieran en la búsqueda de posibles contactos de casos detectados. Los operadores de transporte deberán seguir expidiendo billetes identificando al pasajero (asientos preasignados) y guardar la información al menos durantes cuatro semanas, según indicó Salvador Illa, que a partir del 21 de junio deja el mando único que ostenta desde el 14 de marzo.
Moverse por toda España
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, lo dejó ayer claro. Cuando decaiga el estado de alarma el próximo 21 de junio ya no habrá restricciones de movilidad de una comunidad a otra. Ese día toda España pasará al periodo denominado nueva normalidad, en el que no habrá restricciones de movimiento de una comunidad a otra. Es cierto que aquellas autonomías que estén ahora en fase 3 y pidan pasar a la nueva normalidad antes de esa fecha podrían también superar las fronteras de su comunidad para ir a otra que esté en la misma situación (nueva normalidad), pero nunca ir a los territorios que se encuentren en fase 3.
Illa se mostró convencido, con los datos actuales, de que ninguna región tendrá problemas para terminar las fases de desescalada, aunque advirtió que si hubiera algún tipo de indicador o de reversión en la evolución de la epidemia que indicara actuar en sentido contrario, “lo haríamos, lo comunicaríamos oportunamente y, como siempre hemos hecho, no nos temblará el pulso a la hora de tomar decisiones para proteger la salud de los ciudadanos”.