19 Oct La menopausia, un tabú que persiste en el siglo XXI: «Hay un gran desconocimiento vinculado al miedo a envejecer».
La desinformación en torno a esta etapa hace que muchas mujeres no sepan identificar o tratar los síntomas.
Elena Omedes 18/10/2023
«Cuando empecé con los primeros síntomas fue hace ya tres años y pensé que era algo relacionado con el Covid, con los nervios, el trabajo… Pero no, por lo visto ya estaba empezando». Montse, de 53 años, tardó un tiempo en caer en la cuenta de que su cuerpo estaba pasando por lo que todas las mujeres atraviesan a su edad: la menopausia. El proceso habría sido muy distinto de haber contado con la información suficiente como para saber a qué se enfrentaba. Pero el estigma, el tabú que ha impregnado siempre todo este asunto le dificultó la labor a la hora de identificar los síntomas. Porque la menopausia es más que unos sofocos y mal humor esporádico.
«Empecé a tener sequedad vaginal, sequedad en la piel, dificultades a la hora de mantener relaciones sexuales… y lo fui achacando a otras cosas. Luego mis reglas empezaron a ser intermitentes, y a partir de ahí empecé también con los sofocos, aunque no eran muy frecuentes, pero es que claro, la información que yo tenía era que lo normal era sufrir sofocos o estar irritable. Y ahí fue cuando comencé a leer, porque como no tienes información, hasta que no te llega te piensas que es algo que a ti no te va a pasar», cuenta la mujer a 20minutos.
Como a ella, la menopausia pilla a muchas mujeres desprevenidas, sin saber muy bien cuándo empezaron el proceso ni cómo tratarlo o reducir los síntomas. «Durante mucho tiempo pensé que estaba enferma, que no era normal», explica Montse, que prefiere no revelar sus apellidos. «Cuando supe que esto era normal, que podía durar unos años, que había frecuencias distintas, que hay grados de sofocos… me quedé más tranquila. Ahí fue cuando dije: voy a buscar algo para que me alivie y pasarlo lo mejor que pueda. Tener información me hubiera ayudado mucho a no pensar que estaba enferma, a que era un proceso más, como puede ser el embarazo», reconoce.
Aunque la menopausia se trata habitualmente como una enfermedad, no lo es. No es más que un momento de la vida de las mujeres caracterizado por el cese de la menstruación, y que da paso a una etapa conocida como climaterio. Suele situarse en torno a los 51 años, según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), con un espectro que va de los 48 a los 54 años, que dura entre dos y ocho años, y que se produce porque empieza a descender la producción de las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona).
Ese bajón hormonal provoca algunos cambios, tanto a nivel físico como emocional, que de hecho pueden empezar unos años antes en un proceso de transición que se conoce como perimenopausia. «La menopausia como tal es desde el día en el que ya hace 12 meses consecutivos sin tener la regla. Y hay mujeres que incluso no saben ni esto, ni cuánto les queda para llegar, ni qué se van a encontrar», explica a 20minutos Mireia Roca, cofundadora de Domma, una startup barcelonesa creada en 2021 para apoyar a las mujeres que se encuentran en transición hacia la menopausia, apoyándose en la investigación científica.
«Nos dimos cuenta de que cuando las mujeres ya no somos fértiles, desaparecemos. Existe un gran desconocimiento sobre toda la sintomatología, sobre lo que pasa, y que está muy vinculado al terror a envejecer. Entonces decidimos que había llegado el momento de cubrir esa necesidad de que alguien explique qué pasa en esta época, no solo la menopausia, sino también todo el climaterio, de una forma integral y con soluciones basadas en la ciencia», detalla su compañera Cristina Martínez, también cofundadora de una plataforma que en apenas dos años ya reunido a más de 70.000 mujeres.
«Cosas de la edad»
Lo cierto es que la situación ha ido cambiando en los últimos años, como ha ocurrido con la menstruación, pero todavía queda mucho camino por recorrer en ese sentido. Montse es enfermera de profesión, y asegura que cuando ella estudió la carrera no se daba esta etapa. «Se estudiaba que a partir de cierta edad las mujeres tienen la menopausia, que era igual a no tener la regla, y punto. Era como si ya, por ser el final de la vida, ya no tuviéramos que estudiarla», relata.
«Son cosas de la edad», le dijo su médico de cabecera cuando acudió por primera vez a su consulta preocupada por sus síntomas. Lo que pasa, explica la catalana de 53 años, es que en el ámbito sanitario es todavía algo que se trata más desde el ámbito preventivo que proactivo. «Hay muchas mujeres que nos dicen que han ido al ginecólogo y les han dicho que es solo una etapa, que se aguanten, que es lo que les toca vivir y ya está. Muchas veces ni los profesionales tienen la solución o la explicación que ellas necesitarían estudiar. De hecho, el 80% de los ginecólogos afirman que no se sienten cómodos tratando la menopausia», asegura Mireia Roca.
Los síntomas que no se ven
Según la AEEM, un 83% de las mujeres no reciben ningún tratamiento para aliviar las molestias más habituales de la menopausia. Los síntomas más conocidos son los sofocos, pero pueden producirse episodios de insomnio, aumento de peso, pérdida de masa ósea, incontinencia urinaria o un mayor riesgo cardiovascular.
«Hay tantos síntomas que no se ven… y ahí está el tema. Partiendo de la ansiedad, por ejemplo. Para nosotras, los síntomas más relevantes son los emocionales, pues no hay nadie que acompañe a la mujer desde esa perspectiva. No son tangibles, no son un sofoco, y provocan cierto rechazo a exteriorizarlos. En un estudio nuestro hemos visto que el 78% de todas nuestras usuarias tienen problemas de líbido y sequedad, y no es algo que se hable de manera abierta. Porque es un combo perfecto para el tabú, que es el sexo y la menopausia», explica Roca.
Montse, por ejemplo, lo habla sin tapujos con las amigas. «Con las de mi edad, eso sí. En casa y en depende de qué espacios sigue siendo como ‘Uf, estás menopáusica’. Aunque creo que las mujeres que llegamos ahora a este punto somos ya la primera generación que ya hablamos, también de la regla, un poco más abiertamente», afirma.
«Ha pasado algo muy parecido a lo que sucedió con el tema de la fertilidad, que hasta hace poco era tabú todo el tema de la fecundación in vitro y demás. Al final, yo creo que tiene que llegar el momento en que venga alguien a revolucionar el paradigma, y precisamente por eso luchamos por que podamos hablar de manera más tranquila de las diferentes etapas de la vida de la mujer, y en específico las que atacan a la mujer. La información es poder, y el tema es dar las herramientas para entender lo que te pasa, y poder actuar y adaptarte a ese cambio», concluye Cristina Martínez.