«La mascarilla es indispensable en los centros educativos el próximo curso escolar».

«La mascarilla es indispensable en los centros educativos el próximo curso escolar».

El presidente de la Asociación Española de fabricantes de mascarillas, batas y EPis explica que, a pesar de la flexibilidad del Gobierno sobre su uso, «vendemos más mascarillas porque la gente quiere protegerse más de quien no las lleva en la calle».

Fernando Morales

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Tras año y medio de pandemia, el uso de la mascarilla continúa siendo un tema a debatir entre los expertos, más en un país, España, donde cada Comunidad Autónoma tiene su propio criterio y opinión. Mientras muchos expertos consideraban necesario mantener la mascarilla obligatoria en la calle, el Gobierno decidió en junio flexibilizar su uso siempre y cuando al aire libre se pudiera mantener metro y medio de distancia con otra persona. Pero cuando comenzó a crecer la quinta ola, muchos fueron los consejeros y presidentes autonómicos que consideraron «precipitada» la decisión de haber cambiado la normativa para los exteriores.

A la par que la socialista y presidenta de Navarra María Chivite consideró una «magnífica noticia» la medida, otro socialista, el presidente de la Comunitat Valenciana recomendó oficialmente usar mascarilla en la calle con la misma explicación que dio el consejero de Sanidad de Andalucía, Jesús Aguirre, quien consideró que «quitar las mascarillas en exterior aumenta las probabilidades de contagios».

Una disparida de opiniones que hacen que la población perciba, según el presidente de la Asociación Española de fabricantes de mascarillas, batas y EPIs (OEsp), Francisco Sánchez, una falta de coordinación y diferencia de criterios sobre un elemento que previene de un posible contagio, por lo que considera que fue «prematuro» relajar esta medida en España.

Ante esos diferentes mensajes lo que hace cada persona, a juicio de Sánchez, es seguir su propio instinto y protegerse. Y los que más concienciados están sobre su uso es, continúa, los niños, los menores. Es por ello, y por que ya están acostumbrados, que Francisco Sánchez se manifieste partidario de mantener la mascarilla obligatoria en los colegios para el próximo curso escolar: «Es indispensable», aunque siempre acompañada del resto de medidas de seguridad como la ventilación y la distancia de seguridad porque, según el presidente de OEsp, una de estas acciones por si sola no es suficiente».

Esta medida se hace aun más necesaria, apunta, con la variante Delta, una situación que no estaba prevista cuando en mayo se plantearon las medidas de cara al próximo curso escolar. Es por ello por lo que Sánchez, por prudencia, recomienda que siga siendo obligatoria, que no se quite ni flexibilice en ningún ambiente educativo, tampoco en el recreo.

Y es que cree que, además, la población es consciente del riesgo que conlleva y prefiere protegerse a andar con el temor de poder infectarse. Lo afirma con rotundidad al señalar que ahora se venden más mascarillas que antes: «A pesar de las medidas, la gente que se quiere proteger lo va a seguir haciendo, nos hemos sobreprotegido, más aun cuando sabemos que hay gente que no se quiere proteger y no la lleva en la calle».

Ahora bien, no todas las mascarillas sirven, por lo que recuerda que se deban usar aquellas que estén homologadas y protejan. «Es necesario que esté demostrada su capacidad de filtración» y que el menor pueda respirar bien para no generarle una sensación de ahogo o dolores de cabeza, más cuando en los centros educativos se realizan actividades físicas y gimnasia.

Recomienda comprar mascarillas que estén homologadas porque aunque la mascarilla puede evitar una multa, hay que pensar en que lo que está en riesgo es la salud de las personas. Pero en ello también juega un papel importante el hecho de que solo se vendan aquellas certificadas y que no lleguen a las tiendas mascarillas que no protejan. «Estaríamos cometiendo una estafa y poniendo en riesgo la salud». Para acabar con ello, explica, sí cree que la Agencia Española del Medicamento como las Comunidades Autónomas están funcionando bien y cada vez llegan al mercado «mascarillas con más fiabilidad» por el control que se realiza de inspección.

Otro de los requisitos a tener en cuenta es que deben ajustarse bien a la cara de las personas. «Debe quedar lo más ajustada posible a la cara para que sea eficaz», explica Sánchez al señalar uno de los puntos más importantes y que quizá no se lleve a cabo de manera adecuada. Y es que la efectividad de una mascarilla quirúrgica es limitada. No puede usarse más de ocho horas, por lo que hay que cambiarlas mínimo una vez al día.



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