31 Oct La educación académica tiene un efecto positivo en el envejecimiento del cerebro, según un estudio.
Los cerebros activos pueden ser «menos susceptibles a los procesos de degeneración».
65Ymás
Ciertos procesos degenerativos se reducen en las personas con formación académica, debido a que sus cerebros son más capaces de compensar las limitaciones cognitivas y neuronales relacionadas con la edad. Así lo han determinado los primeros resultados de un estudio a largo plazo promovido por la Universidad de Zúrich (Suiza), según informa Europa Press.
Se trata de un equipo de investigadores del Programa Universitario de Investigación Prioritaria Dinámica del Envejecimiento Saludable, dirigido por Lutz Jäncke, profesor de neuropsicología de la Universidad de Zúrich, que ha explorado ahora esta cuestión en un estudio a largo plazo, en el que los investigadores siguieron a más de 200 personas mayores durante más de siete años. Los participantes en el estudio no padecen demencia, tienen una inteligencia media o superior a la media y llevan una vida social muy activa.
Se les examinó neuroanatómica y neuropsicológicamente mediante imágenes de resonancia magnética a intervalos regulares. Basándose en complejos análisis estadísticos, los investigadores pudieron demostrar que la educación académica tenía un efecto positivo sobre la degeneración cerebral relacionada con la edad.
Puntos blancos y agujeros negros
En su tesis doctoral, la primera autora, Isabel Hotz, utilizó, entre otros, novedosos métodos automáticos para estudiar las llamadas lagunas e hiperintensidades de la sustancia blanca. Estos procesos degenerativos aparecían como «agujeros negros» y «puntos blancos» en las imágenes digitales.
Las razones de esto aún no se conocen y pueden tener que ver con pequeños infartos cerebrales inadvertidos, reducción del flujo sanguíneo o pérdida de vías nerviosas o neuronas. Esto puede limitar el rendimiento cognitivo de una persona, en particular, cuando la degeneración afecta a regiones clave del cerebro.
Los resultados revelaron que, a lo largo de siete años, las personas mayores con formación académica mostraron un aumento significativamente menor de estos signos típicos de degeneración cerebral. «Además, los académicos también procesaban la información con mayor rapidez y precisión, por ejemplo, al emparejar letras, números o patrones. La disminución de su rendimiento en el procesamiento mental fue menor en general», resume Hotz.
Aprovechar las reservas
Los resultados se suman a las conclusiones iniciales de otros grupos de investigación que han descubierto que la educación tiene un efecto positivo en el envejecimiento del cerebro. Estudios anteriores también sugieren que la velocidad de procesamiento mental depende de la integridad de las redes neuronales del cerebro. Si estas redes se ven afectadas, la velocidad de procesamiento mental disminuye.
Aunque hasta ahora no se ha encontrado ninguna relación causal entre la educación y la reducción de la degeneración natural del cerebro, lo siguiente parece al menos probable.
«Sospechamos que un alto nivel de educación conduce a un aumento de las redes neuronales y cognitivas a lo largo de la vida de las personas, y que éstas acumulan reservas, por así decirlo», afirma el neuropsicólogo Lutz Jäncke, que añade que, «en la vejez, sus cerebros son entonces más capaces de compensar cualquier deficiencia que se produzca».
«También es posible que los cerebros activos, hasta bien entrada la vejez, sean menos susceptibles a los procesos de degeneración«, añade el neuropsicólogo, aunque esto tendría que verificarse en el curso posterior del estudio a largo plazo.