La discapacidad no es un freno

La discapacidad no es un freno

Trabajadores que sufrieron un accidente se preparan para lograr un nuevo empleo

EVARISTO FERNÁNDEZ DE VEGA | BADAJOZ

Ana María Moreno era peón agrícola. Su trabajo le gustaba, pero la fortuna le dio la espalda y un mal día, sin esperarlo, dio un traspié indebido. Una rama la hizo tropezar y en el giro se fracturó la tibia y el peroné. Tras el período de recuperación, la pierna perdió vigor y ahora le cuesta subir escaleras. Esa limitación le impide volver al campo, pero sus ganas de trabajar siguen intactas y desde ayer participa en un curso formativo en el que comparte pupitre con otros siete trabajadores que han sufrido accidentes similares.

Las sesiones han sido organizadas por la mutua de accidentes Fremap, que por primera vez organiza un curso de este tipo fuera de su centro de formación profesional de Majadahonda. «Faltaba acercar la formación al domicilio del trabajador, porque una persona que tiene una discapacidad es difícil que se desplace 400 kilómetros», explicó ayer Gonzalo Correa, director regional de esta mutua.

En el acto inaugural participó la directora general de Trabajo de la Junta de Extremadura, María de los Ángeles Muñoz, quien destacó el valor de la formación en la búsqueda de empleo. «Una persona con discapacidad es una persona con recursos, con destrezas, y por lo tanto hay que obtener el máximo rendimiento a esa capacidad, que en muchas ocasiones está mucho más desarrollada que en otras personas».

Maite Gallardo, monitora del curso, está convencida de que lo importante en estos casos es la disposición del alumno. «Nosotros queremos que conozcan los recursos que tienen a su disposición, y a partir de sus capacidades y sus gustos, que se enfoquen un poco a la búsqueda de empleo».
Las 25 horas de formación que recibirán les van a permitir, entre otras cosas, enfrentarse con más garantías a una entrevista de trabajo. «Todos tienen en común la necesidad de ensalzar sus capacidades y poder volver a su vida normal».

Para Jesús Gumiel, presidente de Cocemfe, es un lujo que Mapfre haya elegido Badajoz para impartir este curso. «Hay un falso estereotipo de que la persona con discapacidad es una persona enferma que lo que quiere es cobrar una prestación y punto, pero eso es falso, tenemos muchos ejemplos de que no es así. Estos alumnos quieren formarse y su ilusión es trabajar».

Ana María Moreno comparte las palabras de Gumiel. En su caso, destaca el deseo de buscar un puesto de trabajo distinto que se adapte a su situación actual. «El mío a lo mejor no lo puedo realizar porque no puedo andar por superficies irregulares. Realmente una se siente mal porque ya no hace lo que antes podía hacer, pero tengo la ilusión de incorporarme a otro trabajo, no quiero estar en casa».

Cocemfe adelanta que todas las empresas interesadas en contratar a estos ocho alumnos tendrán el asesoramiento que necesitan para adaptar el puesto de trabajo a sus necesidades.

Para la directora general de Trabajo, tan importante como la formación de los aspirantes es la concienciación de los empresarios y de la sociedad. «Nosotros damos apoyo institucional a este curso y tenemos un proyecto de colaboración con Cocemfe para la adaptación de puestos de trabajo a los trabajadores que tengan algún grado de discapacidad como consecuencia de alguna contingencia profesional».

Uno de los posibles beneficiarios es José Pablo. Tiene 47 años y sufre problemas en la espalda y en la pierna desde que sufrió un accidente levantando un mueble. «He llamado a muchas puertas pero es difícil. Más si estás preparado para una cosa que ya no puedes hacer. Tienes que abrirte al mercado y buscar otra cosa».

www.hoy.es/v/20130219/badajoz/discapacidad-freno-20130219.html



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