23 Nov La DGT no descarta modificar la nueva señal «edadista» que indigna a los mayores
El organismo explica que al tratarse de un borrador, no hay nada definitivo
Laura Moro
Desde que se publicaran las nuevas señales que la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene pensado implantar a partir de 2023, los mayores no han parado de mostrar su malestar por una de ellas. Se trata del indicativo vial que avisa del «peligro por la proximidad de un lugar frecuentado por personas mayores, como un centro dedicado a la tercera edad, una residencia, etc».
Los mayores consideran que esta señal es edadista y no se sienten representados, y por eso esperan que la DGT escuche sus quejas, y cambien la señal.
Desde 65YMÁS nos hemos puesto en contacto con el organismo para conocer su opinión sobre esta poémica y, tal y como aseguran, la señal todavía podría cambiar. «No vamos a pronunciarnos sobre un borrador porque no es algo definitivo, y no sabemos cómo quedará al final. Si algunas de las sugerencias que se han remitido han sido sobre esta señal en concreto, se estudiarán. Pero repetimos, hasta que no se vean todas ellas, tampoco podemos decir mucho más».
«No hay nada definitivo, porque se trata de un borrador que ha pasado por un proceso. Durante ese tiempo todos los implicados han podido comunicar sus objeciones y aportaciones, y ahora que se ha cerrado el plazo, se está revisando todo esto», explican desde la DGT.
«Antes de que se mande y sea oficial, se puede cambiar. Entonces, si vemos que hay peticiones para ello, no habrá ningún problema. Toda norma lleva su proceso: ya se ha puesto en audiencia pública, hemos recibido las sugerencias y ahora las estamos estudiando. Cuando sea algo más que un borrador, nos pronunciaremos», añaden.
Quieren una señal radicalmente distinta
Los mayores esperan que la señal se modifique de forma radical, y que lejos de indicar peligro, sea una indiciación parecida a la que se utiliza para hacer referencia a los hospitales: una ‘R’ de residencia o incluso respeto y el +65 o la silueta de un busto de persona y una alusión encima de +65.
Porque lo que no ha gustado nada a los mayores es la figura que se ha elegido para representar este peligro: una mujer mayor encorvada con un bastón agarrada de un hombre que le ayuda a cruzar. «Representarnos con dos bastones nos hace parecer a todos los mayores inválidos y no es así», opina Adela Cabezas, presidenta de CONJUPES.
«Se da una visión del mayor, o en este caso del anciano casi impedido, súper dependiente, que interfiere con el tráfico y que hay que tener cuidado con ellos porque son un peligro, y eso es un poco feo», explica Inocente Gómez, presidente de Secot, a 65YMÁS.
También se ha pronunciado al respeto, Carlos San Juan, el médico jubilado que impulsó la campaña ‘Soy mayor, no idiota’, a través de este diario: “Es un estigma representativo de cómo nos ven a los mayores. Yo llevo tiempo denunciándola en todos los foros”, asegura.
“Es un estigma edadista, impropio de un gobierno progresista”, insiste San Juan. “Me llama la atención el silencio del ministerio de Igualdad”, añade el médico jubilado.
En efecto, desde la cartera encabezada por Irene Montero no se han pronunciado sobre la polémica. Desde 65YMÁS también nos hemos puesto en contacto con este departamento, pero remiten a Interior. «El Ministerio de Igualdad no tiene ningún tipo de competencias en las señales de tráfico. De eso se encarga Interior», responden tajantes.
De momento, lo único que queda es esperar a ver si las quejas de los mayores son escuchadas y la DGT hace los cambios oportunos, porque como recuerdan desde la PMP, como sociedad «deberíamos ayudar a romper con los estereotipos edadistas y avanzar en un enfoque de envejecimiento activo y saludable en relación a la percepción e imagen social de las personas mayores, máxime desde las Administraciones Públicas».