La brecha digital perpetúa el capacitismo y crea espacios digitales inseguros para las personas con discapacidad, según el Cermi.

La brecha digital perpetúa el capacitismo y crea espacios digitales inseguros para las personas con discapacidad, según el Cermi.

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) manifestó que una de las grandes repercusiones de la brecha digital para las personas con discapacidad es que perpetúa el capacitismo y crea espacios digitales inseguros.

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Así lo expresó el Cermi en un acto celebrado hoy de manera telemática dentro de las actividades desarrolladas con motivo del Día Nacional de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Asimismo, este encuentro es fruto de la alianza creada entre el Cermi y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que tiene como objetivo reducir la brecha digital en el ámbito de consumo entre las personas con discapacidad, promoviendo tecnologías más accesibles e inclusivas, generando conocimiento social valioso, como investigaciones y estudios, en materia de protección de personas consumidoras vulnerables.

Durante el acto, que fue moderado por el director general de Servimedia, José Manuel González Huesa, la doctora en Derecho y especialista en Derecho de la Discapacidad, Gloria Álvarez, presentó los avances y principales conclusiones de un estudio elaborado sobre la protección de las personas consumidoras vulnerables con discapacidad frente a la brecha digital.

Álvarez trató las diferentes dimensiones de la brecha digital y los factores determinantes de la misma en las personas con discapacidad. Entre los factores mencionados, subrayó el económico, la accesibilidad, la educación y empleo, género y edad.

Tras este primer análisis, detalló las repercusiones que provoca la brecha digital en las personas con discapacidad. Al respecto, mencionó cómo la brecha digital acentúa las diferencias económicas, y produce una pérdida de oportunidades sociales y aislamiento. Sin olvidar, tal y como explicó Álvarez, los efectos negativos en la salud mental, las disparidades de género y la exclusión de discapacidades.

La especialista aludió a la desigualdad existente que provoca la brecha digital entre las personas y que imposibilita el derecho a un trato digno, y un derecho de igualdad y no discriminación.

La prevención e intervención ante la brecha digital pasa, según la experta, por marcar una posición de las organizaciones de defensa de los consumidores y usuarios, ante la brecha digital y sus repercusiones en las personas consumidoras vulnerables. Igualmente, Álvarez apeló a la acción del movimiento Cermi en materia de consumo, con incidencia y acciones de defensa.

En este apartado, y en la línea de encontrar soluciones a este problema, Álvarez puso especial interés en la creación de las alianzas, definiéndolas como “imprescindibles en la lucha contra la brecha digital”.