LA BELLEZA DE UNA MENTE SANA

LA BELLEZA DE UNA MENTE SANA

Llevamos setenta mil años contándonos historias que imaginamos, sueños que parecían inalcanzables, fantasías increíbles que hoy son realidad; y esa capacidad de invención y el deseo de descubrir aquello que desconocemos se inició en aquella revolución cognitiva con la aparición del lenguaje ficticio, que nos ha traído hasta la actual revolución de la inteligencia artificial, imparable y de desconocido impacto para la humanidad. Rafael Yuste neurobiólogo avisa de la posibilidad real “de descifrar los procesos mentales, ya que el habla interna se usa a menudo para pensar”. La privacidad mental hay que protegerla, es un derecho.

Estos significativos avances los estamos viviendo en directo y el cerebro humano, el órgano más complejo del cuerpo, es quien manda y dirige la operación. Con solo 1,4 kilogramos cuenta con 86-100 mil células nerviosas –neuronas- que consumen la cuarta parte de la energía que se necesita para vivir. Participa en todas las funciones del organismo para seguir con vida: respirar, latir del corazón, parpadear…, pero también está en el habla, la risa, el pensamiento o la emoción.

El cerebro de cada persona es diferente y único, -en el reside la memoria, el pensamiento abstracto, la planificación o las decisiones- pero todos se dividen en dos hemisferios que están conectados a través de fibras que miden cuatro veces la circunferencia de la Tierra que forman el cuerpo calloso de trillones de trillones de sinapsis o conexiones neuronales que tienen vida propia, y son capaces de forman redes o grupos que cooperan y realizan juntos funciones muy complejas. Son la magia del cerebro capaces de representar y captar la belleza, y curiosamente utilizan la misma estrategia de éxito que los humanos, la cooperación.  70 mil años atrás solo existían 10 mil humanos, en 2023 somos 8.000 millones.

Wilder Penfield en 1930 creó el primer mapa con las funciones motoras de la corteza cerebral y recientemente Evan Gordon, Nico Dosebach y otros investigadores a través de resonancias magnéticas descubrieron un nuevo sistema cerebral en la corteza motora primaria, una red dentro de otra red que demuestra la sincronización de distintas zonas especializadas del cerebro para realizar acciones básicas uniendo cuerpo y mente, y las funciones y trastornos de la mente tienen un sustrato físico y se manifiestan en el cuerpo. “Si pienso en cómo resolver un problema, me voy a caminar”, o si estoy nerviosa, sudo, y si tengo ansiedad se me acelera la respiración…

En cada pensamiento, emoción o acción hay un torrente electroquímico en millones de neuronas que se está investigando para llegar a conocer su funcionamiento, por qué siendo este órgano tan vital, -en él habita nuestra consciencia- es un gran desconocido. Descartes pensaba que hay un cerebro conectado con un espíritu que es la mente. Pero Jesús Porta, ante el descubrimiento de la red cuerpo-mente SCAN, cree que la estructura física es la que hace que pase todo, “la mente no existe, solo hay cerebro”.  Se ha logrado mapear el cerebro completo de la larva de mosca de la fruta y aun siendo muy pequeño se ha tardado 12 años. Todo está en el cerebro, pero la información no es el conocimiento y aún no se comprende cómo funciona.

Darwin pensaba que la forma del cerebro determina el comportamiento, es decir la consciencia.  Sabemos que la estructura del cerebro puede cambiar y se ha comprobado que el cerebro se encoge en la infancia que sufre hambre. Se modifica su estructura en un entorno social perjudicial, al igual que con la desigualdad, el estrés, la violencia, la falta de trabajo estimulante, mal acceso a la educación…

Una de las patologías que sufre el cerebro es el Alzheimer, que nunca está solo. Es un tipo de demencia progresiva que se gesta durante 15 o 20 años antes de presentar síntomas. Da la cara tarde y el daño neurológico está hecho y aún no hay tratamiento. Provoca deterioro de las habilidades cognitivas y funcionales para las actividades de la vida diaria. Un diagnóstico precoz es fundamental. 50 millones de personas sufren demencia en el mundo y 32,5% tiene Alzheimer. La OMS prevé para 2050 llegar a 150 millones de afectados. En España se estima un millón y se prevé un gran crecimiento, ya que esta enfermedad cursa en edades muy avanzadas principalmente, y somos uno de los tres países más longevos del mundo.

Tenemos dos buenas noticias. Una que el G-8 se comprometió a facilitar una cura o terapia efectiva contra la demencia en 2025 y varios son los medicamentos que se están probando, aunque los resultados aún no son concluyentes, pero siguen en ello. La otra, es que la incidencia está cayendo en picado en los países ricos, a un ritmo del 16% cada década desde 1988. Se desconocen cuáles son los factores con certeza, pero se estima que podrían evitar o retrasar el 40% de las demencias los siguientes implicados: educación, hipertensión, discapacidad auditiva, tabaquismo, obesidad, depresión, inactividad física, diabetes, aislamiento social, consumo excesivo de alcohol, golpes en la cabeza y la contaminación atmosférica. La primera no depende de nosotros, la segunda nos brinda la oportunidad de hacer lo posible por evitarla.

Imaginar contemplar, en una pantalla interactiva, la belleza del mapa de tu propio cerebro y a buen seguro preguntarse ¿Y dónde estoy yo? ¿Dónde está mi mente en esos millones de neuronas, nodos y nexos? La belleza no la captamos, la interpretamos comparando con la que ya conocemos y sentimos emociones placenteras, que influyen en la conducta, en las decisiones…

La belleza de esa orquesta de neuronas eres tú ¡cuida de ese tesoro para mantener la mente sana!