La artrosis, la cuarta causa de discapacidad en 2020

La artrosis, la cuarta causa de discapacidad en 2020

Esta enfermedad reumática no es hereditaria, pero sí tiene un componente de riesgo genético que, junto con otros factores, puede hacer que aparezca con más facilidad en los sujetos que tienen una historia familiar.

DR. JOSÉ MANUEL ÁVILA RIVERA

La artrosis consiste en una degeneración progresiva del cartílago de las articulaciones a causa del envejecimiento o de lesiones. Esta patología afecta a 300 millones de personas en todo el mundo y no tiene marcha atrás, ya que el cartílago es un tejido que no se puede regenerar. Si bien hay terapias que pueden paliar los síntomas de la artrosis. Cuando el tratamiento farmacológico no es suficiente, los pacientes pueden optar a someterse a una operación para introducir una prótesis en la articulación afectada, un procedimiento no exento de riesgos ni definitivo.

Esta enfermedad reumática no es hereditaria, pero sí tiene un componente de riesgo genético que, junto con otros factores, puede hacer que aparezca con más facilidad en los sujetos que tienen una historia familiar. Es importante conocer esto y conocer también que factores de riesgo como la obesidad, la falta de ejercicio físico o las alteraciones en la postura influyen en el desarrollo de la enfermedad y modificarlos está al alcance del propio paciente tanto para prevenir o retrasar los síntomas como para favorecer al tratamiento.

Según la OMS, las enfermedades reumáticas representan el tercer problema de salud más importante en los países desarrollados y, entre ellas, la artrosis es la más frecuente ya que afecta al 80% de la población mayor de 65 años en los países industrializados. Se prevé que el aumento de la expectativa de vida y el envejecimiento de la población harán de la artrosis la cuarta causa de discapacidad en el año 2020. La artrosis es la causa más importante de discapacidad funcional del aparato locomotor en todas las razas y zonas geográficas. Afecta al 9,6% de los hombres y al 18% de las mujeres mayores de 60 años.

La Prevalencia en España, la artrosis afecta al 10% de la población general, representando casi la cuarta parte del total de pacientes atendidos en las consultas de los reumatólogos. Según el estudio EPISER 2016 de la Sociedad Española de Reumatología, la artrosis sintomática de rodilla tiene una prevalencia puntual del 13,83% y la artrosis de mano del 7,73%. Asimismo, otros estudios han revelado que alrededor de la mitad de la población adulta de más de 50 años muestra signos radiológicos de artrosis de rodilla, aunque es más frecuente en mujeres sobre todo a partir de 55 años.

Se estima que la artrosis de rodilla afecta al 14 % de la población mayor de 55 años, de los cuales, uno de cada cuatro pacientes está severamente discapacitado, lo que produce un coste social y económico de gran magnitud en el mundo occidental por la pérdida de horas laborables, el alto consumo de fármacos y la utilización de diferentes recursos sanitarios. La artrosis, en el 5% de los casos, puede generar algún tipo de subsidio por incapacidad laboral y casi el 10% de los enfermos está incapacitado funcionalmente.

La prevalencia e intensidad de la artrosis se incrementa con el envejecimiento de la población. En general, la artrosis afecta más a los hombres que a las mujeres menores de 45 años, mientras que después de los 55 años las mujeres se ven más frecuentemente afectadas que los hombres, especialmente debido a la artrosis de rodilla.

El Subcomité de Osteoartritis del American College of Rheumatology (ACR) Diagnostic and Therapeutic Criteria Committee definió la artrosis como “un grupo heterogéneo de condiciones que conducen a síntomas y signos articulares los cuales se asocian con defectos en la integridad del cartílago articular y los márgenes articulares”.

Clínicamente, la artrosis se caracteriza por dolor articular, rigidez menor de 30 minutos, limitación de la movilidad, crepitación, inestabilidad articular, incapacidad funcional, derrame ocasional y grado variable de inflamación local.

La artrosis es la artropatía de mayor prevalencia en todo el mundo y la causa más frecuente de discapacidad. Más que una enfermedad degenerativa, la artrosis es el resultado clínico y patológico de un grupo multifactorial de procesos de distinta etiología. La artrosis no tiene curación definitiva; es por esto que las estrategias de tratamiento se dirigen a la reducción del dolor y al mejoramiento de la función de la articulación afectada. Tradicionalmente fue considerada como una enfermedad del cartílago articular, sin embargo, el concepto actual sostiene que la artrosis afecta tanto al cartílago articular como a toda la articulación.

La artrosis afecta principalmente a las articulaciones que soportan mayor peso y desarrollan un mayor esfuerzo (caderas, rodillas, hombros, articulaciones cervicales y lumbosacras). Es muy frecuente también la artrosis de las articulaciones interfalángicas dístales y proximales de las manos. La artrosis puede afectar sólo a una o dos articulaciones, o ser generalizada, con compromiso de varias de ellas. Los síntomas son insidiosos y ceden con el reposo. Después de un período de inactividad prolongado como el sueño, las articulaciones pueden estar rígidas alrededor de treinta minutos. Cuando la enfermedad avanza, el dolor puede ser constante al realizar cualquier actividad física y persistir durante horas después.

Objetivos del tratamiento

Los objetivos del tratamiento de la artrosis son: disminuir los síntomas y el dolor, educar al paciente sobre la artrosis, disminuir la discapacidad y prevenir o retardar el progreso de la enfermedad y sus consecuencias. Esto se realiza mediante la utilización de diferentes métodos: 1. Tratamiento no farmacológico: educación del paciente, fisioterapia, recomendar ejercicios y cambios en el estilo de vida. 2. Tratamiento farmacológico: paracetamol, antiinflamatorios no asteroideos (AINE), analgésicos opioides, tratamiento tópico. 3. Intervenciones invasivas, tales como infiltración intraarticular, y artroplastia. El tratamiento verdaderamente útil en artrosis es el tratamiento preventivo, para lo que se debería establecer un diagnóstico precoz, además de identificar los factores de riesgo generales y los individuales del paciente. Actualmente el tratamiento de la artrosis ha dejado de ser sólo sintomático ya que además de los fármacos y diferentes técnicas para controlar el dolor, existen otros fármacos dirigidos a estabilizar el metabolismo del cartílago articular y frenar la evolución de la enfermedad.

Factores implicados en el desarrollo de artrosis Edad: A mayor edad, mayor frecuencia y gravedad de la artrosis y mayor probabilidad de que se presente en cualquier localización, más frecuentemente en rodillas, caderas y manos.

Sexo femenino: Especialmente después de los 55 años, con predominio en manos y rodillas.

Obesidad: De gran influencia en la artrosis de rodillas, pero también es un factor predictivo de artrosis de cadera y de manos.

Factores genéticos: De gran importancia en la artrosis de manos (nódulos de Heberden) y en la artrosis generalizada.

Defectos congénitos de la articulación: Como la luxación congénita

Los traumatismos o micro-traumatismos frecuentes: Que son propios de algunas actividades deportivas o laborales que pueden producir cambios artrósicos, principalmente en rodillas y caderas.

Influencia Endocrina: La principal influencia endocrina que afecta a la artrosis es la asociada a la menopausia. Es en esta época de la vida cuando aparece el tipo más habitual de artrosis en la mujer. La diabetes también puede favorecer cambios degenerativos.

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