07 Nov La adicción al juego, un problema que aumenta entre los mayores
* Nuevos estudios alertan que a partir de los 65 años de edad las personas son más vulnerables debido a las tecnologías digitales.
* La deuda de juego de los pacientes es de 8.500 euros en promedio
Redacción – Barcelona
La patología relacionada con la adicción al juego, que afecta a un 2% de la población española, implicaba un riesgo para la población joven y adulta, pero ahora se prevé un aumento del juego patológico en las personas mayores, debido al uso de las tecnologías digitales en los próximos años. Actualmente, los pacientes mayores con este trastorno son adictos a máquinas tragaperras (83,7%), bingo (44,2%) y casinos (17,1%), llegando a endeudarse con 8.500 euros de media. Pueden llegar a apostar hasta 350 euros de golpe. A esto se sumará el juego online.
“La prevalencia de juego patológico en mayores de 65 años aumentará, porque estarán habituados a usar las nuevas tecnologías”, asegura la doctora Susana Jiménez, jefe de la Unidad de Juego Patológico del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Bellvitge. “Hay que tener en cuenta que el juego online es potencialmente más adictivo que el presencial por una serie de características, como son la facilidad de acceso, el anonimato, la rapidez entre apuesta y resultado, así como la disminución de la percepción del riesgo por parte del individuo, al encontrarse en un ambiente familiar”.
Situaciones desencadenantes
Según los estudios realizados por el Hospital Universitario de Bellvitge, la vejez trae consigo situaciones estresantes como la jubilación, la pérdida de la pareja, el distanciamiento y la escasa relación con los hijos, lo que les hace vulnerables. Y se ha registrado que, durante 2013, un 11% de pacientes mayores de 65 años tenía una evolución media de adicción al juego de siete años, antes de hacer la primera consulta.
«El perfil psicopatológico y de personalidad que hemos observado en los pacientes de edad avanzada es una importante inestabilidad emocional, síntomas depresivos, causados por situaciones de crisis, ansiedad y aislamiento social”, mantiene la doctora Jiménez. “Estas personas se refugian en el juego como una manera de escapar de la realidad y desconectar de su entorno».
El tratamiento que se recomienda en estos casos potencia la capacidad de regulación emocional, desarrollando mecanismos para poder resolver los conflictos. Las alteraciones y enfermedades somáticas son otros factores de riesgo de sufrir un trastorno del juego.
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