07 Feb Juguetes especiales para niños con discapacidad: «Responden a sus necesidades específicas sin estigmatizarlos».
Los juguetes deben adaptarse a las dificultades y capacidades de cada niño, sin perder de vista sus intereses.
Patricia Marcos
Los juguetes no son solo un elemento de diversión para los niños, también fomentan su aprendizaje. En el caso de niños con discapacidad, además, son una importante herramienta terapéutica para estimular habilidades como la atención, el lenguaje o las habilidades sociales. Con la llegada de la Navidad, muchos padres buscan regalar a sus hijos un juguete que ayude a su estimulación y esté adaptado a sus necesidades. Sin embargo, este tipo de juguetes no son fáciles de encontrar y los familiares de estos niños ven limitadas sus opciones de regalo. «Los juguetes tienen que ser y deben poder ser adaptados y no privar a la persona de la experiencia del juego», aseguró Sol Solís, pedagoga terapéutica y directora de ‘La Fábrica de las Palabras’ en una entrevista con 20minutos.
Además de adaptar cualquier tipo de juguete, también existen juguetes especiales, orientados ya específicamente a distintos tipos de discapacidad. «Son juegos que están concebidos y creados para responder a las necesidades específicas de los niños sin estigmatizarlos y para incluirles también en grupos de niños, independientemente de su diferencia. Son productos esenciales para unos, pero beneficiosos para todos los niños», explica Ana González, responsable de Márketing y Comunicación de Hop’Toys España, empresa especializada en la distribución de juguetes adaptados desde hace más de 20 años.
Hop’Toys distribuye juguetes para niños de todas las edades, desde bebés a adolescentes, aunque también para personas mayores con alzhéimer. «Creemos en materiales que se adapten al ritmo del niño y no al contrario. Por eso, proponemos juegos con un diseño universal, adaptados a todos, con los que aprender jugando, cada uno a su ritmo», comenta González, quien explica qué criterios debe seguir una persona a la hora de elegir un juguete adaptado:
- Ser flexible y proponer reglas de juego adaptables a diferentes niveles de dificultad o necesidades del niño.
- Tener un diseño ergonómico que permite que niños tanto con o sin dificultades motoras accedan fácilmente al juego.
- Favorecer la exploración sensorial, es decir, que estimule los sentidos: visual, auditivo, táctil o incluso olfativo.
- Respetar tanto las sensibilidades como la edad de desarrollo del niño: «Si un niño, aunque tenga 8 años, sigue con la necesidad de llevarse objetos a la boca, habrá que elegir juguetes adaptados a esta necesidad y que no sean peligrosos».
Dependiendo de la discapacidad, las necesidades son unas u otras. No obstante, cabe tener en cuenta que cada niño es diferente y los juguetes deben poder adaptarse a las dificultades y capacidades de cada uno, pero también tener en cuenta sus intereses y gustos individuales. Se trata de que sean juguetes que le estimulen, pero también le diviertan.
Discapacidad motora
Muchos niños con discapacidades motoras tienen grandes dificultades para el manejo de juguetes, que requieren de habilidades para desplazarse, movilidad, precisión o coordinación. Por ello, es vital que los juguetes estén adaptados a sus necesidades para que puedan superar las barreras físicas a las que se enfrenten.
Los juegos con pulsadores permiten la activación de objetos y ganar independencia
Además, también son útiles para ellos los juegos sensoriales, «con texturas, para una estimulación táctil, por ejemplo, como las plastilinas, las mantas con lastre o los productos de masaje y los juegos luminosos para una estimulación visual, como proyectores», afirma la responsable de Márketing y Comunicación de Hop’Toys España.
Discapacidad visual y auditiva
Los niños con discapacidades visuales necesitan mayor ayuda de su entorno, ya que sus problemas de visión pueden provocar una falta de motivación por el juego. Los familiares deben, por tanto, motivarles a participar en el juego y estimular el resto de los sentidos, que le darán información sobre las texturas, formas, tamaños…etc. Asimismo, es aconsejable, en los juegos con textos o instrucciones, traducir al sistema Braille o incluir grabaciones de voz que sustituyan informaciones textuales.
Se recomiendan juegos luminosos, que permiten estimular la vista de las personas con deficiencia visual de una manera suave
«Existen juguetes multisensoriales como geles, pelotas y juegos con texturas para una estimulación táctil o juegos sonoros para una estimulación auditiva», comenta González. A diferencia de lo que se pueda pensar, también son recomendables los «juegos luminosos, que permiten estimular la vista de las personas con deficiencia visual de una manera suave y se pueden utilizar en la oscuridad para un mayor contraste».
Por otro lado, los niños con discapacidades auditivas suelen tener un nivel más bajo de organización del juego. Para estos niños, son especialmente recomendables los juguetes que reaccionan a la voz, ya que facilitan la emisión sonora en un entorno lúdico o, si es un juguete que únicamente utiliza sonidos, sustituirlo por vibración o efectos visuales. Desde Hop’Toys, recomiendan juguetes como «mesas luminosas, proyectores o cajas y bandejas sensoriales, ideales para despertar los sentidos de los niños».
Discapacidad intelectual
Las personas con discapacidad intelectual tienen mayores dificultades para comprender y procesar la información. En estos casos, es aconsejable todo juguete que estimule las habilidades que tengan más mermadas (atención, memoria, velocidad de procesamiento…etc). También, aquellos que fomenten las habilidades sociales y mejoren su autoestima.
El tipo de juguete recomendado para estos niños dependerá de muchas circunstancias, como su edad evolutiva, características, capacidades y, en estos casos especialmente, sus gustos e intereses. No obstante, González recomienda «juegos educativos progresivos y flexibles, que permitan adaptar el nivel de dificultad según las capacidades del niño cambiando el tiempo de juego, sobre todo si el niño tiene problemas de concentración, o según la dificultad de la acción a realizar». Un ejemplo serían los juegos de construcción, los puzles o encajes.
Los juegos educativos progresivos y flexibles, que permitan adaptar el nivel de dificultad según las capacidades del niño
Por otro lado, son aconsejables también juegos para desarrollar la motricidad fina, vital para «adquirir competencias y habilidades indispensables en su día a día, como vestirse o comer, donde es necesaria una cierta coordinación general aliada al control de gestos finos y precisos».
Hop’Toys también recomienda juguetes para distintos síndromes que causan discapacidad intelectual, como el Trastorno del Espectro Autista (TEA). Los niños con autismo tienen dificultades con las interacciones sociales, la comunicación y, en ocasiones, con el procesamiento sensorial, pero sus necesidades pueden ser muy variadas. «Ideas de regalo para esta Navidad pueden ser peonzas o hamacas, ideales para una estimulación vestibular o juegos sensoriales, luminosos. También peluches y juegos de lastre para la estimulación propioceptiva y, por supuesto, los juegos de emociones para identificarlas, comprenderlas y desarrollar sus habilidades sociales o, si son niños que buscan un autocontrol a través de la masticación o la manipulación, los fidgets son una opción», comenta González.
Por otro lado, en niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), en Hop’Toys recomiendan «juegos educativos para aprender a gestionar sus impulsos y sus ganas de movimiento, juegos de mesa para manipular y canalizar el estrés, juegos de motricidad general para estimular el sentido vestibular y propioceptivo, temporizadores para gestionar el tiempo y también juegos sobre las emociones».