08 Mar Integración para la discapacidad con un ‘gadget’ made in Burgos
Un ingeniero burgalés recién licenciado ha inventado un sistema de accesibilidad para personas con discapacidad funcional en manos y brazos para que no tengan que utilizar el ratón.
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Juan Martínez ya piensa en las mejoras de su proptotipo, que podría venderse por unos 100 euros, un precio muy inferior a los sistemas que actualemente existen en el mercado.
Es de Burgos y acaba de obtener su título como ingeniero mecánico en la Universidad de Burgos gracias a un ‘gadget’ que convierte cualquier smartphone del mercado en un ratón inalámbrico que se controla con los giros del brazo y que abre la puerta a un nuevo nivel de integración para las personas con disfuncionalidad motora en los brazos.
Presentado como proyecto de fin de carrera, el gadget ya ha llamado la atención de empresas y medios especializados. «El objetivo del proyecto era igualar el uso de los periféricos (ratón y teclado) para aquellas personas que tienen problemas en extremidades superiores, bien porque no pueden agarrar el ratón con la mano o incluso otras enfermedades como el Párkinson», nos comenta Martínez, inventor que, a través de una conexión bluetooth, que tienen la inmensa mayoría de teléfonos móviles actuales, convierte los smartphone o tabletas en un detector de movimientos y los traduce en el movimiento del puntero en la pantalla. De esta forma, y sin necesidad de instalar ningún programa en el ordenador, se sistituye el ratón y también el teclado, activando la opción del mismo en la pantalla, como se ve en estos vídeos.
«El no necesitar un software adicional lo pensé para aquellas personas que van a trabajar a una empresa y, con este sistema, pueden acceder a cualquier ordenador de la empresa sin necesitar nada más». Además, no se necesita un ordenador especialmente potente, sino únicamente un sistema operativo ‘Windows’, con el que el dispositivo funcionaría desde el Win 98 hasta los sistemas actuales. «Quería realizar un proyecto de ayuda a discapacitados, ya que siempre me ha interesado combinar la última tecnología del mercado con la ayuda a estas personas» recuerda Martínez, que espera que el proyecto le lleve aún más lejos, ya que va a presentarlo a distintos premios y concursos.
Uno de los puntos fuertes del proyecto es que se puede reducir el tamaño del dispositivo hasta dejarlo en algo parecido a un ‘pendrive’ de memoria USB, pero también hay una puerta abierta para algún tipo de teclad con la misma tecnología, o algún otro invento que, con la misma tecnología de base, podría adaptarse facilmente a cualquier discapacidad, ya que el sistema convierte cualquier sistema en vectores de movimiento con sensibilidad a la velocidad, esto es, en un ratón.
«Ahora quiero empezar en alguna empresa o instituto de investigación» señala el joven ingeniero, que calcula en unos 80 euros el coste de producción del aparato (aunque puede ser mucho más barato si hablamos de producción en serie) por lo que podría salir al mercado en torno a los 100 euros. «En el mercado hay dispositivos con menos características y menos potencia que se venden a precios mucho más altos, y en el mercado no hay nada parecido».
El trabajo se ha dividido en dos partes. Por un lado, la creación de programación del dispositivo para controlar los movimientos, y por otro, el ensamblaje del propio controlador, para el que se ha utilizado, entre otras cosas, componentes electrónicos, la impresora 3D de la Universidad de Burgos y muchas horas de trabajo, ya que todo el proceso, desde la programación hasta el ensamblaje lo ha realizado él en persona.
Talento ‘made in Burgos’ que seguro llegará muy lejos.
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