16 May Hay que seguir peleando por los derechos de las mujeres.
Una nueva ley pretende regular derechos de las mujeres que hasta ahora eran tabú, pero no demos nada por conquistado, y menos en estos tiempos.
Ángels Barceló
Ningún derecho está garantizado, ningún derecho está conquistado para siempre. Y de esto sabemos mucho las mujeres. Lo conseguido con la lucha de nuestras madres y de nuestras abuelas, con nuestra propia lucha, puede revertirse en cualquier momento. En Estados Unidos, esta madrugada ha fracasado el intento de blindar con una ley el derecho al aborto en todo el país, derecho que ahora mismo corre serio peligro.
La filtración del borrador de una sentencia del Supremo estadounidense permitió saber que este tribunal contempla la posibilidad de acabar con el fallo que garantiza el derecho al aborto desde hace 50 años. Los demócratas reaccionaron intentando convertir este derecho en una ley de alcance federal, pero han fracasado, la votación no ha salido adelante. Así que en Estados Unidos el derecho al aborto, un derecho conquistado tras años de lucha, está en peligro.
Aquí, en España, la ley del aborto sigue pendiente de sentencia en el Tribunal Constitucional, después de 12 años. Doce años desde que el PP, desde que la derecha, presentó el recurso. Ahora se intenta esquivar un posible fallo contrario a los derechos de las mujeres con una nueva ley que está trabajando el Gobierno y que, además de la regulación del aborto, habla por fin, de otros derechos de las mujeres que hasta ahora eran tabú. La ley habla de la regla, de cómo se podría gestionar en el trabajo ese periodo que para muchas mujeres es extremadamente doloroso. Se plantean bajas, por ejemplo, y se plantea también, por fin, la rebaja o la supresión del IVA de los productos que usamos las mujeres durante la menstruación. Esto también son derechos, derechos que hay que conquistar todavía.
Y son derechos que vemos peligrar cada vez que la derecha los recurre ante los tribunales, o cada vez que la ultraderecha abre la boca y niega la igualdad, y niega la violencia machista, y nos niega a las mujeres y lo que hemos conseguido. Ayer, en el Congreso, la ministra Irene Montero lo resumió muy bien, dirigiéndose a la diputada de Vox, Macarena Olona.
No demos nada por conquistado, y menos en estos tiempos. Habrá que seguir peleando.