Hay 60.000 niños con diversidad funcional y uno de cada 3 no pueden acceder a juguetes adaptados.

Hay 60.000 niños con diversidad funcional y uno de cada 3 no pueden acceder a juguetes adaptados.

Solo el 13% de los juguetes considerados inclusivos —menos de la mitad de los juguetes corrientes— son adecuados para niños con diversidad funcional motora.

ABC Familia

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La Convención sobre los Derechos del Niño insta a sus Estados a reconocer el derecho de la infancia «al descanso y al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes». Y es que los niños encuentran en el juego una herramienta básica para su desarrollo en diferentes sentidos como son el ámbito social, emocional y cognitivo.

Por ello, esta actividad es fundamental y todos los más pequeños deberían tener la oportunidad de disfrutar jugando. Pero en la actualidad, en España hay más de 60.000 niños de 0 a 6 años con algún tipo de diversidad funcional —auditiva, visual y motora de tronco superior— y para todos y cada uno de ellos, el juego y los juguetes se convierten en una herramienta imprescindible para la inclusión.

Lamentablemente, muchos no encuentran juguetes adaptados a sus necesidades especiales y esto les impide hallarse en un estado de igualdad respecto al resto de niños. Afortunadamente, cada vez se encuentran en el mercado más juguetes que tienen en cuenta la diversidad étnica, con diversos rasgos o tonos de piel, o física, con audífonos, bastón o cicatrices.

Pero las familias no encuentran con facilidad juguetes diseñados especialmente para niños con problemas de comunicación o diversidad funcional motora de tronco superior, y si los hay, se encuentran a un precio muy superior a la media en el mercado. De hecho, según un estudio llevado a cabo por el Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio (AIJU), un tercio (36%) de las familias con hijos con capacidades diferentes recalcaba que les resultaba difícil encontrar este tipo de productos para niños. Además, según un análisis entre una muestra de más de 300 juguetes y su adecuación al juego para niños con algún tipo de diversidad funcional, solo el 49% de los juguetes analizados pueden considerarse inclusivos. En relación con los juguetes para niños con diversidad funcional motora de miembros superiores, su adecuación se sitúa en el 13% aunque podría alcanzar el 21% tras adaptarse.

Desde la tecnológica española Irisbond llevan tiempo trabajando por el derecho fundamental de los seres humanos a la comunicación, y ahora quieren apoyar también el derecho a jugar de todos los niños, sin importar su condición. Por ello han puesto a la venta en su web una serie de juguetes inclusivos para niños con diversidad funcional motora de tronco superior. Se trata de una serie de cuatro juguetes, que pueden adaptarse con un pulsador blando, fácil de presionar con manos o cabeza para activar los juguetes, dar acceso al ordenador y control remoto.

Campaña solidaria

Asimismo, con el objetivo de movilizar a la sociedad y a las empresas sobre el derecho de todos los niños a jugar, han puesto en marcha una campaña solidaria de donación de dichos juguetes para apoyar a aquellas familias que no pueden acceder a ellos. «Aunque poco a poco se va mejorando la situación, hoy en día aún se ven pocos juguetes que contemplen la discapacidad, por lo que desde Irisbond queremos servir como altavoz y canal en aras de la concienciación y normalización, de la visibilidad bien entendida. Necesitamos juguetes que no solo muestren discapacidades, si no que se adapten a la propia discapacidad del niño, ayudando a normalizarla desde la infancia», afirma Eduardo Jáuregui, fundador y CEO de Irisbond.

Cómo participar en la campaña de donación

La donación se podrá realizar a través de la adquisición de lotes, existiendo tres opciones diferentes que van desde los 340 euros, con un juguete y el pulsador adaptado hasta los 4.750 euros, con un juguete adaptado con pulsador, la Solución Oskol (hardware y software para la comunicación) y un servicio completo de ayuda para la instalación y configuración presenciales, sesiones de seguimiento y adaptación y reemplazo de dispositivo en caso de problemas de calidad.

Un juguete adaptado consiste en un juguete con una o dos entradas de conmutador para poder ser accionado mediante pulsación. El Flamenco Frankie, el Elefante Flappy, la Locomotora Thomas y la Carrera de Dinosaurios son los juguetes adaptados que se pueden adquirir en Irisbond. Al jugar, los niños pueden descubrir que la causa y el efecto están relacionados. Mediante el uso de juguetes adaptados, pueden adquirir experiencia en cuanto a qué elementos de control son los adecuados.



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