01 Ago Golpe de calor en mayores: todo lo que debes saber para evitarlo y cómo atenderles si lo sufren.
Paloma Cayón, directora de asesoramiento familiar de miResi, explica cómo detectar que una persona mayor está sufriendo un golpe de calor y cómo actuar rápidamente.
Laura Peraita
Las elevadas temperaturas que están marcando los termómetros en los últimos días, además de servir como socorrido tema de conversación con vecinos en cualquier ascensor de España o con compañeros de trabajo a la espera de que salga un café de la máquina, a veces son las causantes de que más personas se agolpen en las urgencias médicas de los centros sanitarios y hospitales. Hay muchas medidas de sentido común que deben tomarse ante este aumento de temperaturas, sobre toso cuando se habla de personas mayores.
Según Paloma Cayón, directora de asesoramiento familiar de miResi , las personas mayores son más vulnerables a las altas temperaturas debido a que su sistema de termorregulación empeora con la edad. Además, con el envejecimiento, la piel se vuelve más sensible, lo que hace que se produzca una sudoración anómala, provocando la deshidratación.
Explica que las condiciones de vida actuales no ayudan a que las personas mayores sientan los cambios de temperatura. Al vivir en ambientes controlados con calefacciones y aire acondicionado no están acostumbrados a los cambios estacionales, lo que hace que sean más sensibles a las altas temperaturas y las olas de calor.
¿A qué de debe, además, que sea habitual que no tengan sed? ¿Cada cuánto tiempo se les debe ofrecer agua?
El reflejo de sed se pierde con la edad, por eso es habitual que las personas mayores no se mantengan hidratadas por sí solas. Por ello, el peligro de deshidratación es mayor en los ancianos, y aún más en las personas dependientes que no pueden comunicar sus necesidades.
La ingesta total de agua al día debe ser la recomendada, entre 1,5 y 2 litros, lo que supone un vaso con en cada comida y 5 entre comidas aproximadamente.
¿Qué señales nos indican que les ha dado un golpe de calor?
Por lo general, es muy fácil reconocerlo. Es normal que, en un golpe de calor, los mayores manifiesten confusión o desorientación, alteraciones en la piel, náuseas, dolor de cabeza, vómitos, aceleración del pulso, sudoración excesiva, etc.
¿Cómo debemos actuar en ese momento?
Es muy importante evitar la deshidratación. Por ello, es recomendable que noten los cambios de estación y que realicen ejercicio controlado para provocar estos cambios de temperatura. De esta manera se evita que el cuerpo se acostumbre a un estado basal de reposo, o no movimiento, y no sepa reaccionar a cambios bruscos de temperatura.
Además, es importante seguir las recomendaciones realizadas a la población general en épocas de calor, implementando un control más eficiente en las personas mayores, con o sin patologías.
Normalmente, en los centros para mayores se usan ciertos helados o polos, por lo general sin azúcar o realizados por el propio centro, además de aumentar la ingesta de frutas para facilitar que ingieran líquidos personas con problemas de deglución. Asimismo, durante los meses de calor los centros incrementan en sus horarios rutinas extras de hidratación.
¿Qué consecuencias puede tener un golper de calor en las peronas de mayor edad?
La deshidratación puede acarrear graves consecuencias en los riñones, provocando infecciones graves de orina, pero también puede llegar a afectar al cerebro. Si la deshidratación se mantiene de manera continuada, puede llegar incluso a provocar la muerte.
Por lo general, es normal que los mayores se encuentren medicados. Por eso hay que tener especial cuidado con aquellos que están polimedicados; es decir, qu ingieren más de 7 medicamentos. Sin la ingesta adecuada de agua, y más en los meses de calor con más sudoración, puede provocar deshidratación alta afectando seriamente al sistema urinario y circulatorio.